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Dejan para Montiel un
kilo de sesos en su oficina
Exigen al secretario memoria histórica; recriminan exaltación a Díaz Ordaz
Edmundo Velázquez
Un cerebro de cerdo, veladoras, las siluetas de varios cuerpos en el piso de Casa Albisúa y el libro La Noche de Tlatelolco, de Elena Poniatowska, fueron los regalos que una docena de jóvenes le dejaron a Alejandro Montiel Bonilla, secretario de Cultura, para así expresar su inconformidad por el discurso que recientemente dio a favor de Gustavo Díaz Ordaz.
“¡2 de octubre no se olvida!”, comenzaron gritando los manifestantes mientras unos se tiraban al piso y comenzaban a marcar la figura humana con tiza. Una de ellos tomó un cerebro de puerco entre la bandera mexicana, otros más comenzaron a colocar las veladoras. En el centro del patio de la Secretaría de Cultura se quedó parado otro de ellos vestido como la muerte. En sus manos sostenía dos banderas mexicanas.
Mientras tanto, Nezahualcóyotl Toxtle —como dijo llamarse uno de los jóvenes manifestantes— leía un comunicado reprobando el discurso donde Mario Marín y Alejandro Montiel exaltaron a Díaz Ordaz por la matanza de Tlatelolco en 1968:
“El secretario de Cultura hizo un pronunciamiento muy desafortunado. Ese mismo comunicado lo quitaron de la página de Internet del Gobierno del estado. Ahí había dicho que esos años eran los mejores por los que había pasado el país”, comentó Nezahualcóyotl Toxtle Guerra.
En entrevista, el manifestante mencionó que Montiel Bonilla, como representante de la cultura en el estado, debe tener mínima memoria histórica y dejar de lado sus filias partidistas:
“Y si tiene filias políticas, pues debería ser más discreto y ético con su trabajo, dejando a un lado las posiciones personales”.
Los muchachos permanecieron al menos 20 minutos en Casa Albisúa ante los ojos de burócratas molestos o que de reojo los mirabas desde sus oficinas.
Nayelli Sánchez, otra de los manifestantes, subió a la oficina de Montiel Bonilla. Fue recibida por su secretaria, quien le aseguró que el funcionario no se encontraba. Ella le llevaba el comunicado a la sociedad civil que minutos antes se leyó. En la otra mano portaba el libro de Elena Poniatowska adornado con un moño blanco. “Yo creo que no lo ha leído, podría ser de utilidad”, comentó irónicamente Nayelli Sánchez.
“Claro que hay muchos modos de manifestarnos. Todas son válidas y valiosas, recurrimos al performance para ponerlo más en claro”, finalizó.
Es importante recordar que el 11 de marzo, día en que se cumplieron 96 años del natalicio del ex mandatario, el secretario de Cultura, Alejandro Montiel, resaltó “el liderazgo y la disciplina” de Díaz Ordaz a lo largo de su trayectoria:
“Ser un hombre de férrea voluntad no es sencillo, y conlleva riesgos en la toma de decisiones que, algunas veces, conducen a medidas divorciadas con los reclamos sociales. Eso precisamente hace a los personajes históricamente atrayentes, y ese es el caso de este hombre oriundo de Ciudad Serdán”.
Montiel también expresó que el tiempo en que gobernó Díaz Ordaz resultó un parte aguas desde la perspectiva que se analice, pero sobretodo desde la óptica del desarrollo moderno de México. De igual forma, destacó el apoyo histórico que dio el entonces presidente de México a los campesinos, así como haber auspiciado la firma del Tratado de Tlatelolco, del que surgió el organismo para la proscripción de armas nucleares en América Latina.
Los muchachos también se manifestaron frente a Casa Aguayo. “Burócrata, ten memoria histórica”, decían sus pancartas.
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