50 detenidos por zafarrancho en Casa Aguayo


Efraín Núñez Calderón

 

Cerca de 50 detenidos, ocho desaparecidos, un número indeterminado de heridos; así como el diputado panista Óscar Anguiano y un menor de edad, ambos golpeados por granaderos, es el saldo del enfrentamiento registrado ayer entre 200 uniformados y 300 pobladores del municipio de Coyomeapan, quienes después de cerrar durante una hora el bulevar 5 de Mayo fueron repelidos por la fuerza pública.
Lo que comenzó como una protesta pacífica por parte habitantes de Coyomeapan a las afueras de Casa Aguayo, culminó en una trifulca debido a la falta de oficio por parte de los operadores de la Secretaría de Gobernación, quienes se negaron a dialogar con los quejosos.
A las 11 de la mañana, los manifestantes llegaron a la sede del Gobierno estatal donde se encontraron con alrededor de 50 pobladores de San Pablo Actipan, para denunciar el enriquecimiento ilícito del activista Concepción Colotla a través de los beneficios del marinismo.
A diferencia de ellos, los vecinos de Coyomeapan exigen que el Gobierno del estado permita la entrada de la línea de autobuses AU, con la finalidad de que presten el servicio de transporte desde su comunidad a Tehuacán.
Los habitantes de Coyomeapan testificaron los enfrentamientos entre seguidores de “Concho” Colotla y vecinos de Actipan. Durante más de dos horas se aglutinaron en las calles aledañas al recinto sin mostrar algún signo de violencia.
No obstante, cerca de las tres de la tarde, al no ser escuchados por los operadores de la Secretaría de Gobernación, un grupo de 100 manifestantes se trasladó hacia el bulevar 5 de Mayo para después cerrar la vialidad en sus dos sentidos, a la altura de la iglesia de San Francisco.

Caos vial y enfrentamientos
El cierre del bulevar 5 de Mayo en sus dos sentidos, en el crucero con la 12 oriente, provocó la molestia de los automovilistas que en hora pico se dirigían a sus casas o lugares de trabajo. Algunos de éstos intentaron pasar la valla humana instalada, sin embargo, fueron impedidos por los quejosos quienes en algunos casos provocaron daños a las unidades.
Los desperfectos más aparatosos fueron ocasionados a un automóvil Volkswagen Derby sin placas, al que algunos manifestantes le estrellaron el parabrisas y le zafaron uno de los espejos laterales. El conductor del vehículo fue golpeado por los quejosos enardecidos mientras éste se encontraba al interior de su unidad.
También resultaron con abolladuras en las puertas un automóvil Stratus rojo, un taxi marca Atos cuyo conductor se hizo de palabras con los manifestantes, y una combi de la ruta 33, misma que fue bloqueada mientras transitaba sobre la 10 oriente. El tumulto intentó volcar el vehículo —repleto de pasajeros—, luego de que el conductor de la unidad se negó a regresar.
Además, por causa del bloqueo, ningún elemento de Seguridad Vial municipal pudo atender el choque entre un automóvil Jetta gris, conducido por Álvaro Baltasar, y un camión torton de carga color blanco, percance en el que resultó lesionada una menor de edad.
Pese a lo anterior, hasta una hora después la seguridad pública llegó al lugar. En entrevista vía telefónica, Carlos Cárdenas, director de la Policía Estatal, justificó la ausencia de uniformados de esta corporación al señalar que este problema es del Gobierno del estado.
Al filo de las cuatro de la tarde, granaderos tanto de la Policía Estatal como de la Municipal —armados con toletes, escudos y armas para lanzar balas de salva— rodearon a los manifestantes obligándolos a despejar la vialidad. La presión ocasionó la molestia de los quejosos quienes protagonizaron pequeños conatos de violencia con los uniformados.

El operativo se salió de control
Una vez despejado el bulevar 5 de Mayo, los policías repelieron a los 100 manifestantes hacia las inmediaciones de Casa Aguayo, donde los esperaba el resto del contingente de Coyomeapan. Ahí, los agentes se dispusieron para rodear a los manifestantes y proceder a las detenciones.
Sin embargo, en este intento excedieron su fuerza al golpear a quienes alcanzaban a su paso, para luego trasladarlos hacia las camionetas de la corporación. Intentando alejar a los uniformados, los quejosos respondieron a las agresiones lanzando piedras y tratando de golpear a los policías con palos.
A la altura de la 14 oriente, casi esquina con 14 sur, un grupo de tres granaderos golpeó con toletes y puños a un menor de edad de aproximadamente ocho años, luego de que éste se negó a quitarse mientras se acercaban a los pobladores. Posteriormente, lo tiraron al suelo y en el piso le propinaron patadas y más golpes con sus macanas.
Una reportera gráfica gritó: “no le peguen al niño”. En respuesta, los comandantes de la Policía Estatal amenazaron a la fotógrafa con llevársela si no se callaba. Los uniformados soltaron al menor por órdenes superiores.
Entrevistado al respecto, Carlos Cárdenas, director de la Policía Municipal, justificó la agresión contra el niño al manifestar que éste agredió a los policías. Incluso aseguró que se abrirá una investigación al interior de su corporación para determinar si los uniformados municipales fueron los agresores, y en tal caso vendrían las sanciones.
Sin embargo, no todos los detenidos corrieron la misma suerte. Algunos manifestantes una vez asegurados fueron obligados a ingresar a las oficinas centrales de Casa Aguayo, cuya puerta principal se encontraba resguardada por otro grupo de granaderos.
En total, para los pobladores fueron más de 50 los detenidos, y se desconoce el paradero de otras ocho personas. Empero, hasta el cierre de esta edición no se pudo determinar el número total de lesionados, ya que muchos fueron aprehendidos. Asimismo, no se pidió la intervención de la Cruz Roja para atender a las personas.

Policías agreden a diputado local
Al intentar ingresar a Casa Aguayo para dialogar con Javier López Zavala, secretario de Gobernación, el diputado panista Óscar Anguiano —quien arribó al lugar para apoyar a los manifestantes— fue agredido por los granaderos que custodiaban la puerta.
El legislador recibió un toletazo en la cara, mientras que Gabriel Pérez Hernández, presidente municipal de Coyomeapan, fue obligado en medio de una golpiza para ingresar al recinto oficial del Gobierno del estado mientras Anguiano lo jalaba del brazo para impedirlo.
En entrevista, el legislador albiazul responsabilizó al gobernador Mario Marín Torres y a Javier López Zavala de las agresiones en su contra, y anunció que presentará una denuncia ante las instancias correspondientes, incluyendo una queja ante el Pleno del Congreso local.
Tras permanecer alrededor de diez minutos en el interior de Casa Aguayo, el alcalde Gabriel Pérez denunció que agentes vestidos de civiles lo amenazaron de muerte, tratando de persuadirlo para que deje de presionar al Gobierno.
Minutos después de las cinco de la tarde, los granaderos abandonaron el lugar en sus vehículos. Los manifestantes de Coyomeapan hicieron lo propio a bordo de los camiones AU en los cuales llegaron. Según la versión de Joe Hernández Corona, sólo hubo cuatro detenidos, rechazó que haya desaparecidos y aseguró que se tuvo que utilizar la fuerza pública para abrir las vialidades.

 

 

 

 


 
 
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