Cobran hasta por respirar en el Sindicato Petrolero


Caras y descuidadas, sus instalaciones

 

Heriberto Hernández Castillo / Huauchinango / Corresponsal

 

Clientes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (Stprm) de la Sección 39, en Huauchinango, se quejaron de los altos costos que se cobran por el alquiler de los recintos del gremio, como la sala de conferencias y el cine-teatro Catalina; los cuales están en malas condiciones.
Algunos particulares y representantes de instituciones educativas coincidieron en que el trato a la gente que desea alquilar las instalaciones al resguardo del sindicato petrolero “no es el adecuado”, debido a que “las instalaciones de la sección 39 y algunas acciones siempre se habían considerado por la gente de Huauchinango, como para el beneficio de la colectividad y no de unos cuantos que están al frente del gremio, pero ya han cambiado mucho las cosas”.
Los cambios en las políticas con las que se maneja el Stprm para muchos se han convertido en un lastre: “Desde las trabas que ponen para acceder a sus instalaciones, aunque se trate de eventos culturales, que supuestamente con eso está comprometido el sindicato”, arremetieron.
Opinaron sobre el estado físico y los altos costos que se cobran por el alquiler de los inmuebles: “la Sala de Conferencias la rentan en dos mil pesos, siendo que en varias ocasiones se ocupan para actos culturales, educativos, académicos, en beneficio de la comunidad, pero si se trata de que se requiera del salón limpio, entonces hay una cantidad extra que se tiene que pagar, es de 150 pesos. Quién sabe si esos 150, se le den íntegros al que hace el aseo o al empleado nada más se le da su salario y el dinero extra se queda en el sindicato”, se cuestionaron.
En lo que se refiere al alquiler del cine–teatro Catalina, la situación es peor. Los costos y las condiciones del espacio son pésimas: “No reúne los requisitos para que se cobren cantidades bastante elevadas”, declararon los quejosos.
El costo de la renta por el cine–teatro “es de cinco mil 500 pesos, y también aplica lo del aseo, al igual que en la Sala de Conferencias, como si no fuera suficiente la cantidad por el alquiler. El argumento que anteponen de la cantidad monetaria es que el dinero es para darle mantenimiento al inmueble”.
Hay otro concepto en el caso de la arrendamiento del cine-teatro: si se trata de que el uso es para una obra de teatro y se requiere de montar la escenografía, un día antes, el pago es del doble o casi el doble; se trata de cinco mil pesos más para ensayos, montar escenografía, y todo lo relacionado.  
Quienes han entrado a los dos inmuebles se han dado cuenta de sus carencias: los vidrios están sucios en la Sala de Conferencias; los sanitarios, en malas condiciones; el cliente debe conseguir el proyector, si lo requiere, entre otras cosas.
El cine-teatro “está en pésimas condiciones. El falso plafón (se está cayendo); se trasmina el agua del techo; los asientos están en malas condiciones, incómodos; faltan tres focos en los vestidores, uno en el baño; faltan ocho focos del piso, ocho lámparas laterales, cinco lámparas en el techo; el telón se está pudriendo; el camerino está en decadencia; hay espejos insuficientes para quienes se preparan para la escena y están siempre sucios; la cabina de controles está en mal estado, sin contactos eléctricos; no hay alfombra, no la han repuesto; la pintura de las paredes está descascarada”.
Hay dos modalidades en los cobros, ya que ponen condiciones a la hora de hacer el contrato: “Si es un evento en el que se va a cobrar, la renta es de cinco mil 500 pesos; y si el evento en gratuito, la renta es de tres mil 500. Ambas cantidades son elevadas para la economía de Huauchinango, y en general, debido a las acciones sociales por las que se había destacado el Sindicato de Pemex en beneficio de la comunidad. Pero eso ya se acabó, al menos con las gestiones últimas”.
Algunas de las personas que hicieron su denuncia ante este medio son gente que ha venido de fuera a montar espectáculos, y otros son de Huauchinango, particulares y de algunas instituciones: “Gente de Puebla y la ciudad de México”, mismos quienes han cuestionado si “el dinero se ocupa realmente para el mantenimiento de las instalaciones o se le da otro uso, porque van más de tres años de gestión del mismo grupo político sindical, y no se han notado mejoras en las instalaciones del sindicato de la sección 39”.

 

 


 
 
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