Grajales le enmienda la plana a Alfonso Bello

El panista dice que el legislador federal de su partido miente al afirmar que existió un acuerdo entre Calderón y Marín

Reta a su compañero a dar pruebas de sus declaraciones, en el sentido de que el presidente y el secretario de Gobernación negociaron el triunfo del PRI en Puebla: “el que afirma, está obligado a probar”, dijo

Olivia López Pescador

Ningún delegado fue instruido para apoyar a algún partido político, sino para trabajar de manera independiente de los procesos electorales, de forma imparcial y eficiente a favor del país, es por ello que el diputado federal Alfonso Bello miente al afirmar que existió un acuerdo entre el presidente de la República, Felipe Calderón y el gobernador de Puebla, Mario Marín, para que el PRI obtuviera el triunfo en las elecciones del 11 de noviembre, por lo que es absurdo pensar que una diferencia de 92 mil votos en la capital pudieran haber sido negociada, afirmó Roberto Grajales Espina delegado de la Secretaría de Relaciones Exteriores en Tlaxcala.

En su oportunidad, Violeta Reyes Blanco, delegada del Registro Agrario Nacional, expresó que coincide totalmente con la postura del delegado de Relaciones Exteriores en Tlaxcala, de que la única instrucción que tuvo, ha tenido antes, durante y después del proceso electoral pasado, es la de trabajar de manera imparcial y legítima en apego a la institucionalidad.

Por ello, aprovechó para señalar que si el legislador de su partido tiene pruebas de que existió un acuerdo entre el gobierno federal y el estatal para que el PAN perdiera las elecciones, pues que lo demuestre.

Durante una conferencia de prensa en la que estuvieron presentes los delegados antes mencionados y el subdelegado Administrativo del Registro Agrario Nacional, Moacir González Benítez, Roberto Grajales explicó que como funcionarios federales son los “brazos y manos” del presidente de la República en los estados, por eso no se pueden quedar callados ante el señalamiento que hiciera su propio compañero de partido, el diputado federal Alfonso Bello Pérez, sobre un supuesto acuerdo entre la Presidencia de la República y el gobierno estatal, para que se diera una derrota del PAN en Puebla.

“Queremos afirmar de manera enfática que jamás fuimos instruidos por la Presidencia de la República o por la Secretaría de la Función Pública o en nuestras propias secretarías, para favorecer a partido político alguno con nuestro actuar como funcionarios federales.”

Roberto Grajales dejó en claro que “el que afirma está obligado a probar, por ello quien asegure que hubo un acuerdo para favorecer a un partido político deberá probar sus aseveraciones, porque si no las prueba queda como un mentiroso, y no sólo le hace daño a la institución presidencial, no sólo a un partido político, sino le hace un daño a los mexicanos y a los poblanos porque está poniendo en duda el actuar del presidente de la República”, situación que los delegados no van a permitir.

Sin embargo, afirmó que no van a poner ninguna denuncia en contra de su compañero de partido.

Al insistirle si descarta totalmente que se haya dado un acuerdo entre el presidente de México y el gobernador de Puebla, cuando las reformas fiscal y electoral fueron negociadas entre los propios partidos y hasta hubo algunos chantajes políticos, respondió que lo descarta totalmente. Dijo que si bien es cierto que en el Congreso sí se da la negociación para la aprobación de leyes, en este caso no se dio así.

Señaló que resulta absurdo pensar que hubo una negociación, sobre todo por los resultados que se obtuvieron, no se puede hablar de negociación cuando la candidata del PRI a la Presidencia Municipal obtuvo más de 200 mil votos, marcando una diferencia de 92 mil votos.

“Yo creo que más bien el resultado electoral obedeció a las campañas electorales y como se fueron desarrollando, cómo cada candidato fue desarrollando su estrategia electoral y afirmar que hubo una negociación, yo creo que mejor hay que revisar las estrategias electorales”, esto lo comentó Roberto Grajales tras dejar en claro que la Presidencia de la República, las secretarías y los delegados no están para estar induciendo procesos electorales ni mucho menos para estar metiendo las manos, ya que eso es antidemocrático.

Habrá reingeniería
en el PAN

A partir del 8 de diciembre va haber una reingeniería en el PAN con la llegada de Germán Martínez a la dirigencia nacional, pero se va a privilegiar la unidad, afirmó Roberto Grajales Espina, quien negó que la reunión privada organizada por el senador Ángel Alonso Díaz Caneja con los panistas ganadores de manera paralela a la reunión que sostuvo la dirigencia estatal con otros ganadores y perdedores, sea producto de falta de unidad, sólo fue una acción reactiva del líder estatal, porque la reunión sostenida en el hotel San Ángel ya estaba agendada desde hace tiempo.

Luego de mencionar que afortunadamente “los dirigentes son pasajeros”, indicó que con la llegada del nuevo líder nacional, se van a empezar a dar cambios institucionales en cascada de “arriba hacia abajo” para que el partido sea mejor visto por la sociedad. Aunque no habló precisamente de cambios en las dirigencias de Puebla, sí dijo que se va a empezar a dar una reingeniería en todo el país y un cambio de mentalidad de los dirigentes y si éstos no se ajustan a los nuevos tiempos del partido, sí se van a ameritar los cambios.

“Esto de impedir que los miembros activos puedan participar en la asamblea, nada más porque al dirigente le da miedo enfrentarse a los miembros activos, no procede, yo creo que lo que hay que hacer es abrirse e invitar a la reflexión.”

Luego de que el día sábado la dirigencia estatal y municipal del PAN en coordinación con algunos delegados y legisladores sostuvieran una reunión con algunos panistas vencedores y los perdedores en el Camino Real, en el Hotel San Ángel se reunieron otros candidatos ganadores con el senador Ángel Alonso, Grajales Espina indicó que esto no es falta de unidad, sólo que ya tenían agendada esta reunión desde el 13 de noviembre, y al líder estatal se le ocurrió de manera reactiva convocar a otra reunión el 22 o 23 de noviembre, para el mismo sábado.

Finalmente, Roberto Grajales, tras reconocer que no se descarta para buscar la dirigencia municipal si los militantes así lo deciden o la dirigencia estatal si los consejeros lo consideran pertinente, mencionó que primero deben analizar como partido qué se ha hecho en los últimos dos años, ya que lo sucedido el 11 de noviembre sólo fue la consecuencia de una serie de actos y hechos que no partieron de dos meses de campaña, ya que la derrota no sólo es atribuible a los candidatos, sino a lo que se ha venido suscitando desde hace dos años, de ahí la importancia de que el PAN tenga una reingeniería, remarcó el delegado de Relaciones Exteriores en Tlaxcala.