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La política es un mal necesario: Valdivieso

Sin embargo, para Guillen la clase política ha sido mezquina

Durante las reflexiones finales del Coloquio Instituciones Electorales, Actualidad y Perspectiva, efectuado en la UAP, diferentes politólogos de las universidades de la capital opinaron sobre los partidos políticos

Olivia López Pescador

Jorge Sánchez Morales, Joel Paredes y René Valdivieso Cambio Foto / Archivo / Ulises Ruiz

La clase política ha sido mezquina porque no ha buscado los acuerdos, sino contar con “ingenieros jurídicos” para sacar ventaja en las campañas, con las lagunas legales de la última Reforma Electoral a las precampañas, es por eso que cuesta trabajo construir la democracia, afirmó Alejandro Guillén Reyes, analista político de la Upaep, durante las reflexiones finales del Coloquio Instituciones Electorales, Actualidad y Perspectiva, efectuado en la UAP.

En tanto, el investigador de la Universidad Autónoma de Puebla, René Valdivieso manifestó que aunque la política es un mal necesario en estos tiempos, se ha convertido más en un mal que en una necesidad. “En Puebla hay partidos que están anunciando la judicialización del proceso electoral del 11 de noviembre, por lo que sería una lástima que sucediera lo mismo que a nivel federal, en donde los magistrados decidieron la elección y no los millones de mexicanos; sin embargo, no debiera temerse que cayéramos en ese escenario porque se cuenta con los mecanismos necesarios para resolver una situación de esa naturaleza.

”Que se tenga una judicialización no está mal, sería peor que no se tuvieran las vías para solucionar este tipo de asuntos, pero habrá que esperar los resultados de los comicios que están en puerta y con base en ello, actuar.”

Por su parte, José Ojeda, coordinador de Ciencias Políticas y Administración de la Universidad Iberoamericana coincidió durante las conclusiones, en que los partidos sólo buscan los recovecos de la ley, sin embargo les recomendó no vulnerar ni incendiar las instituciones electorales, sino fortalecerlas, “porque de eso depende que no tengamos problemas postelectorales”.

El investigador y consejero distrital Víctor Juárez manifestó que a causa de las lagunas y recovecos legales hoy se vive la cultura de la desconfianza.

Siguiendo con la postura fijada por el analista político de la Upaep y Consejero del quinto distrito, luego de que afirmara que la clase política es mezquina porque sólo anda buscando los recovecos de la ley, puntualizó que obviamente hay sus honrosas excepciones dentro de la política, dentro de los diputados, senadores, que sí tienen un espíritu republicano, en donde buscan construir los consensos con otras fuerzas políticas y reconocen que hay una pluralidad.

“Esta expresión que quizá suena muy dura, tiene que ver con el hecho de que en aras de las contiendas electorales, en aras de que estamos constantemente en los procesos electorales, pues la clase política no toma las decisiones que permitan en un momento dado avanzar en los aspectos económicos, sociales, culturales, porque siempre estamos en procesos electorales.”

Agregó, “entonces creo que toda esta etapa de transición que de pronto se está haciendo eterna, me parece que pudo haber tenido una mayor rapidez en ir construyendo ese andamiaje básico de los procesos electorales, de la democracia y no lo que seguimos todavía viviendo, el problema de estar reformando y de pronto ya terminamos una reforma, entramos a la contienda electoral y otra vez se andan buscando los recovecos legales para poder en un momento determinado sacar ventaja”.

Después de tres días de intensos trabajos y conferencias efectuados durante el Coloquio Instituciones electorales, actualidad y perspectivas, organizado por la Upaep, UIA, UAP, IFE e IEE, recordó que después de que en el año 2006 se sufrió un “descalabro” de confianza, el reto era curar ese descalabro con reformas electorales, “pero aunque se hagan modificaciones, este tipo de escenarios son parte de la democracia, pero peor aún si por un lado los legisladores realizan reformas electorales y por el otro lado los partidos buscan las lagunas de las mismas, como sucedió en Puebla con la regulación a las precampañas”.
René Valdivieso agregó que no se puede hablar de democracia cuando existen 60 millones de pobres y se tiene un país dividido desde el año pasado con la elección. “El riesgo es que se tenga en la cúspide del proceso legal al gran elector, los magistrados del Trife, el año pasado podrían haber decidido quién era el presidente, de hecho lo decidieron.”

Nuevamente volvió a insistir en que la integración de los consejeros electorales es producto de intereses de partidos, pero por más oscura que quieran hacer la designación, estos intereses siempre salen a la vista.

En lo que respecta al panel “Sociedad Civil y Cultura Política”, el académico José Luis García resaltó que estamos viviendo en un círculo vicioso de inacción ciudadana, ya que nos hemos acostumbrado a los gobernantes y al abuso del poder. La sociedad mexicana sólo es reactiva en caso de desastres y cuando ocurre un evento político de la magnitud del asesinato de Luis Donaldo Colosio o el levantamiento del EZLN. “Vivimos en la sociedad de la desconfianza, ya que de acuerdo a estudios recientes, 89 por ciento de los mexicanos confían en sus familiares, 54.4 por ciento en sus vecinos y casi nadie en la burocracia.”

A este respecto, añadió el catedrático Luis Ernesto Arévalo, que la poca participación de la juventud se debe principalmente a que les han hablado más de su gobierno y de su país. De ahí la pérdida de identidad.

Lourdes Rosas, académica de la UAP, al abordar el tema del voto de los migrantes, indicó que la poca participación de éstos se debe a las fallas institucionales, porque mientras República Dominicana les acerca los procesos de credencialización a su gente, en México se les complica este trámite, ya que los connacionales debían venir a nuestro país a hacer su registro personal para obtener su credencial, “por ello, a los migrantes mexicanos les interesa más contribuir con su comunidad de origen mediante remesas, que emitir su voto”.

En lo que se refiere al panel “Las instituciones políticas y la transparencia” Lilia Vélez, coordinadora de la escuela de periodismo de la Upaep, resaltó que un elemento fundamental en una democracia es la rendición de cuentas, pero sobre todo la transparencia permite acotar la corrupción, aunque esta transparencia no sea sinónimo de legalidad o de falta de corrupción.
Recordó que aunque la transparencia sea ya un requerimiento, se corre el riesgo de institucionalizar la mentira, “porque ha pasado que se documentan mentiras”.

Por último, Leonardo Corro, quien en calidad de catedrático agregó que hay muchas instituciones de interés público que aún no son sujetos obligados a la transparencia, como es el caso de Iglesias o sindicatos.