Fernando Ariza


En esto creo


Secretario de Desarrollo Económico, Turístico y Competitividad del Ayuntamiento
38 años


Elisa Vega Jiménez

 

 

Soy priísta, aunque por mi perfil empresarial me han relacionado con el PAN.Tengo amistades que simpatizan con ese partido, pero el PRI me abrió la posibilidad de participar políticamente en Puebla.

 

 

Sería muy gratificante representar a la gente en un puesto de elección popular. Aunque tendría que evaluar la situación.

 

Siempre he participado en proyectos sociales (en los programas “Un kilo de ayuda”, “Rescatando Nuestros Valores Culturales”, el “Teletón”…), en ONGs, asociaciones civiles, y eso tiene mucho que ver con la política: es servicio a la gente.

 

Mi relación con Blanca Alcalá comienza con una de sus hijas, que participaba en Gente Nueva. Busco entender su visión y cumplir con sus expectativas. La verdad, la conozco recientemente.
 


He corrido tres maratones: el de Houston de 2006, Big Sur de San Francisco y el de Chicago en 2007 porque correr afianza mi voluntad, me exige esfuerzo. Yo inculco a mis hijos la cultura del esfuerzo; no he obtenido ningún premio pero sí la satisfacción de haber corrido 42 kilómetros.

 

Me han preguntado en varias ocasiones si no me conviene más dedicarme a los negocios que tener un cargo público, un puesto que me obliga a sacrificar momentos con mi familia y a dejar de lado mis negocios. Vale la pena; no todo en la vida es dinero. Dice Víktor Frankl: “La vocación en la vida no se inventa, se descubre”, y en la Secretaría estoy siguiendo mi vocación de servicio.

 

Tengo dos defectos: irle al América y que soy poco paciente. A veces eso se manifiesta en mi trabajo, con mis colaboradores, en mi casa. Me gusta que las cosas se hagan como yo las pienso, ese es mi gran defecto.

 

Mis amigos de toda la vida no están en la política. Estoy cultivando nuevas amistades con mis compañeros de trabajo, con quienes he establecido una relación de camaradería, porque de todos se aprende.

 

Inicié en Gente Nueva movido por valores familiares: mis papás siempre me inculcaron que debía servir a la gente, ayudar a los necesitados. Ahí conviví con muchos jóvenes, conocí sus inquietudes, su creatividad, su sensibilidad; trajimos a muchos personajes: Nadia Comanecci, Patch Adams, Carlos Páez, Pelé, la madre Teresa de Calcuta, entre otros.

 

Como ciudadano me preocupan las desigualdades, el atraso que existe en cuestiones básicas como la educación y la falta de oportunidades de trabajo que hay en la sociedad. 

 

Puebla está en el camino hacia la competitividad, sin embargo, eso requiere un trabajo permanente, calificado, y la coordinación entre los distintos niveles de Gobierno. Estamos en esa transición.

 

A mis hijos les gusta que sea alguien que trabaja por los demás, aunque eso signifique que no puedo darles mucho tiempo; por eso busco darles calidad de tiempo. Ha habido momentos difíciles en los que no he podido acompañarlos por cuestiones de trabajo, pero trato de mantenerme cerca de ellos, el diálogo es importante.

 

Mis valores son Dios; mi familia, como núcleo de la sociedad; y mi país: haré todo lo posible para contribuir a mejorarlo.

Admiro a mis padres por el ejemplo de responsabilidad que me dieron, por la relación que han llevado, por sus esfuerzos para mantener unida a mi familia, por la formación y lo material que me han dado. Siento un profundo respeto por la gente sencilla y comprometida con sus ideales y convicciones. Eso me parece admirable.

 

Mi sueño es poder sentirme satisfecho por haber cumplido: ver a mis hijos realizados, en el ámbito que ellos elijan; ver una ciudad más ordenada, equilibrada en todos sus niveles; contribuir a satisfacer esas necesidades. 

 

Leo de todo: filosofía, novelas, historia, política. No tengo un autor predilecto, más bien busco novedades. Aunque me gusta mucho Enrique Rojas, escribe entre filosofía y psicología, y especialmente su libro El hombre light, que describe a una sociedad sumergida en el consumo de productos bajos en calorías y que, irónicamente, sus valores y convicciones también se vuelven ligeros; y Gabriel García Márquez.

 

 

La política es una plataforma donde las diferencias que va teniendo la sociedad encuentran cabida para, de forma ordenada, ir buscando soluciones.

 

 

 

 

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