Complican Patriotas perfección

Ivis Aburto / Agencia Reforma

Tom Brady tuvo que sufrir tres intercepciones para que Nueva Inglaterra recordara que en su roster hay un corredor de nombre Laurence Maroney, quien se encargó ayer de guiar a su equipo a vencer 21-12 a San Diego y comprar su boleto al Súper Tazón XLII.

Pese a la que fue, quizá, la exhibición más pobre de Brady en su carrera en Playoffs, los Patriotas extendieron a 18 triunfos su campaña invicta y ahora están sólo a una más de convertirse en el mejor equipo en la historia.

Sin el brillo de su estrella, Nueva Inglaterra apeló a un óptimo control de las acciones con sus líneas ofensiva y defensiva para dominar a unos Cargadores que no pudieron contrarrestar, como hace una semana en Indianápolis, la ausencia por un golpe en la rodilla de su estrella, LaDainian Tomlinson, quien dejó el juego en el primer cuarto.

La defensiva de San Diego planteó un sistema que limitó a Brady y la explosividad de su ataque, pero que no pudo contener a Maroney por tierra y a Kevin Faulk por aire, pese a forzar las tres intercepciones del pasador patriota.
El de ayer no fue el día de Brady, quien sufrió su primer error, a manos de Quentin Jammer, en un envío a Donte' Stallworth.

Sin embargo, y pese a quedar en la yarda 40 de los Patriotas, San Diego no llegó a la zona final y sólo pudo irse al frente con el primero de los cuatro goles de campo de Nate Kaeding.

Mientras a San Diego le costó siete jugadas para avanzar 32 yardas, los Patriotas tomaron la ventaja que nunca perderían al recorrer 65 yardas en 10 acciones y coronar su ataque con la primera anotación de Maroney.

La poca profundidad ofensiva de San Diego se reflejó en su pobre respuesta, dos goles de campo, a las primeras dos anotaciones de los Patriotas, que sólo dos jugadas después de interceptar a Philip Rivers en el segundo periodo se fueron arriba 14-6.

En el primer medio San Diego sólo usó, sin éxito, a su línea defensiva para presionar, pero cuando Shawn Merriman y Shaun Phillips se aventuraron a atacar por los extremos en el segundo medio, el juego se complicó para Nueva Inglaterra.

Tras interceptar a Brady a dos yardas de la zona final, y de que San Diego sacara provecho de ella sólo con tres puntos más, Belichick y Brady dieron a Maroney la responsabilidad de terminar el recorrido de los Patriotas hacia Arizona.
Al mismo tiempo, que Maroney promedió 4.8 yardas por carrera gracias al sólido bloqueo de su línea ofensiva, la frontal defensiva de los Patriotas se dedicó a darle al ataque de los Cargadores el terreno suficiente para avanzar, y frustrar su intento por derrotar a un equipo que no conoce la opción de perder.