Recuerda la Iglesia visita de Juan Pablo II

Dice arzobispo que dejó un legado a la Diócesis

Cabe recordar que el domingo 28 de enero de 1979, hace 29 años, el Santo Padre inauguró en el Seminario Palafoxiano la Tercer Conferencia General del Episcopado Latinoamericano

Olivia López Pescador

Al cumplirse 29 años de la visita del Papa Juan Pablo II a Puebla, luego de habernos dejado un legado espiritual, un aporte de iluminación doctrinal y de haber transformado a la Diócesis, la Iglesia Católica poblana continúa recordando su estancia en nuestra ciudad, manifestó el arzobispo Rosendo Huesca y Pacheco.

Mucho se ha hablado de la devoción que generó su visita, sobre su estancia en México y de cada una de las actividades que realizó, pero no solo es importante hablar en torno a lo visible, sino que también es de vital trascendencia lo que nos dejó a los poblanos, a los mexicanos y a todo el mundo en materia doctrinal, sobretodo porque en esa época, al interior de la Iglesia Católica, se vivían ideas de segregación, imperaba la teología de la liberación y el ambiente no era el más propicio para que un Papa viniera a nuestro país.

El domingo 28 de enero de 1979, hace 29 años, el Santo Padre inauguró en el Seminario Palafoxiano la Tercer Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en aquel tiempo histórico, el Papa viajero habló acerca del tema de la familia, juventud, indígenas, de los gobernantes, de la cultura y de los pobres.

“En aquel entonces existían muchas ideologías negativas sobre la persona humana, como el existencialismo u otra postura falsamente optimista que era el marxismo, así como también la visión tecnológica que existe hasta nuestros días con el denominado neoliberalismo. Es por eso que el Santo Padre en ese entonces decidió hablar sobre el hombre, para que las personas se dieran cuenta que el hombre vale por sí mismo, independientemente de su raza, religión, nivel académico.”

Recordó que aquel día, después de haber recorrido un tramo de la carretera México-Puebla a la altura de San Martín Texmelucan, Juan Pablo II arribó a la ciudad de Puebla, en donde fue recibido en el Seminario, donde ofició una misa, y en su homilía exclamó lo siguiente: “Puebla de los Ángeles, el nombre sonoro y expresivo de vuestra ciudad, se encuentra hoy en día en millones de labios a lo largo de América Latina y de todo el mundo. Vuestra ciudad se vuelve símbolo y señal para la Iglesia Latinoamericana”.

Es importante recordar que a partir de esa visita, la Arquidiócesis creó Cáritas para atender a los pobres, la Casa de la Familia y la Casa del Adolescente.