José Othón Bailleres Carriles


En esto creo


Líder de la Gran Comisión del Congreso del estado


Elisa Vega Jiménez

 

 

Mi mejor amigo en el Congreso del estado es Eduardo Rivera, como persona, porque obviamente somos de partidos antagónicos. Al final del día quizá terminamos platicando y riéndonos de nuestras posiciones en un buen café.

 

No tener padre es un problema muy grande cuando eres niño. Es muy difícil. Todos tus amiguitos tienen uno. Es como si a todos les hubieran traído juguetes en navidad y a ti no. Nada más que eso es algo con lo que tienes que batallar todos los días. Todos te presumen que si su papá es un superhéroe, que si su papá es bombero, que si su papá es policía, y tú no tienes…

 

En segundo de secundaria amenacé con demandar a un compañero que me había pegado. Por eso creo que desde ahí traía la inclinación por el derecho. Cuando salí de prepa, titubeante entre estudiar derecho o cualquier otra opción, se presentó la oportunidad de una beca: la Juan Tejeda Mercado, para la Escuela Libre de Derecho.

 

En la Procuraduría aprendí la disciplina del trabajo. Por los mismos términos de la ley: tienes 48 horas para resolver la situación de un detenido y, a la ley no le importa si tienes hambre, frío, si tienes sueño, dormiste bien o mal… el documento que estás elaborando es público y constituiría plena prueba en tu contra, de que violaste alguna garantía o te excediste en algún término.

 

No considero que Mario Marín sea mi jefe. Cuando trabajé en el Poder Ejecutivo sí, pero ahora no, porque constitucionalmente se supone que estamos al mismo nivel.

 

Los tacos árabes son mi principal debilidad. Además soy muy sentido. Si alguna persona con dolo o sin querer, me causa algún daño, mi religión me ha enseñado a perdonar pero, difícilmente olvido.

 

Hay precios que se pagan en el presente, otros en el futuro o el pasado. El precio por lo que hago es mi familia. Casi no convivo con mi hija. Mi novia me corta cada vez… Trabajo me cuesta conquistar a alguien para que después se desanime porque no la veo... El precio de ser líder de la Gran Comisión del Congreso del estado está pagado.

 

Más que difícil, mi trabajo es laborioso. Exige muchas horas de mi día. Un día normal para mí inicia a las 5:30 de la mañana y termina a las 12:30 de la noche. Cuando no tengo una agenda llena en Puebla, tengo una agenda llena en Tehuacán, porque los fines de semana voy a mi distrito.

 

Tengo una hija de cinco años, Valeria, y lamentablemente no le estoy dando la presencia paterna que a mí me faltó.

 

Si mi vida fuera una novela, le pondría la “Biografía no autorizada de José Bailleres, historia de un político”.

 

Yo me identifico mucho con la canción “El ojo de tigre” de Rocky. José Bailleres fue huérfano de padre, su mamá era maestra y tuvo que hacerse de unas becas para estudiar primaria, secundaria y prepa. Rocky era un sparring con una vida difícil y que de repente tuvo la oportunidad de pelear en un campeonato y logró por lo menos aguantar los quince rounds. Esa canción me hace pensar en una persona que, a pesar de ciertas dificultades, no se vence, supera los obstáculos y no sólo eso, triunfa.

 

Yo creo que los líderes son los que asumen con más responsabilidad los retos. Porque el líder está todo el día, no falta a juntas, llega puntual o antes y se va con los últimos. Así es como creo que se formar un líder, asumiendo retos y responsabilidades por ínfimas que sean.

 

Mi sueño es poder conformar una familia como es normalmente entendida y no como la que vivo. Espero tener mi certificado elemental de la lengua francesa (he estado en varios intentos en la Alianza Francesa), quiero conseguir también mi TOEFL… Y hacer que esta Legislatura sea de las más destacadas.

 

Tengo un reposet donde leo mis libros. Ahorita estoy leyendo El monje que vendió su Ferrari de Robin S. Sharma, lo empecé el sábado y voy en la página 46. Estoy leyendo también Los 33 temas de la guerra.

 

Mi libro favorito es Fausto de Goethe: fue el primer libro que leí completitito y, por supuesto, me encantó su contenido, al grado que aún cuando no tenía el hábito de la lectura lo leí de principio a fin.

 

 


 
 
Todos los Columnistas