Escasez de barcos retrasa perforación petrolera en altamar


Jad Mouawad y Martin Fackler / Nueva York


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Una escasez de los barcos usados para la perforación en altamar a grandes profundidades promete impedir cualquier cambio rápido en la exploración y abasto de petróleo.


En años recientes, esta escasez global de barcos de perforación ha creado un cuello de botella crítico, frustrando a ejecutivos de compañías energéticas y restringiendo su capacidad para explotar reservas conocidas o encontrar nuevas. El lento crecimiento en los suministros de petróleo, en una época de creciente demanda, ha sido un factor importante en el aumento de los precios del petróleo y la gasolina.


Aun cuando el petróleo se vende en más de 135 dólares por barril —respecto de 68 dólares hace un año— los barcos de perforación existentes del mundo están reservados para los próximos cinco años. Algunas compañías petroleras se han visto forzadas a postergar exploración mientras esperan una torre de perforación, dijeron ejecutivos y analistas.


La demanda es tan alta que los astilleros, los mayores de los cuales están en Asia, han elevado los precios desde el año pasado en hasta 100 millones de dólares por embarcación a alrededor de 500 millones de dólares.


“El déficit de torres de perforación se ve en todas partes”, dijo Alberto Guimaraes, un alto ejecutivo de Petrobras, la compañía petrolera brasileña que ha descubierto parte del petróleo en altamar más prometedor pero ha sido incapaz de echar mano de él.


“Casi 100 por ciento de las compañías petroleras están restringidas en su programa de inversión porque no hay torres de perforación disponibles”, dijo.


Como resultado, los costos de la perforación para algunas de las torres de perforación a grandes profundidades más nuevas en el Golfo de México han alcanzado unos 600,000 dólares diarios, comparado con 150,000 dólares diarios en 2002.


Estos precios récord han provocado una nueva ola de construcción de barcos de perforación. Este auge pudiera conducir a una renovada exploración petrolera en altamar que eventualmente llevara más suministros al mercado petrolero, e hiciera bajar los precios.


Ya, 16 nuevos barcos de perforación están programados para ser entregados a compañías petroleras este año; más del doble que el número entregado en los últimos seis años combinados. De hecho, 75 torres de perforación a ultra profundidades marítimas deberían ser entregadas de 2008 a 2011, según ODS-Petrodata, una firma que da seguimiento a las torres de perforación.


Los astilleros desde Corea del Sur hasta Noruega están trabajando tiempo extra par cumplir con la enorme afluencia de pedidos.


Robert L. Long, director ejecutivo de Transocean, la compañía de perforación más grande del mundo, dijo que tiene nueve torres de perforación a grades profundidades marítimas en construcción, ocho de las cuales ya tienen contratos para periodos de cuatro a siete años una vez que dejen los astilleros. Espera recibir los barcos entre principios de 2009 y fines de 2010.


Transocean cree que el mercado en altamar continuará restringido hasta por lo menos 2012. Más de tres cuartas partes de los barcos de perforación actualmente en construcción ya han sido contratados por compañías petroleras ansiosas por beneficiarse de los precios del petróleo en tres dígitos, dijo Long.


Se espera que Petrobras, cuyo nombre completo en Petroleo Brasileiro, encabece gran parte del crecimiento en el mercado en auge. La compañía ha bosquejado un programa agresivo para incrementar su capacidad de perforación, y planea contratar o construir 69 barcos de perforación petrolera en grandes profundidades marítimas para 2017.


Brasil asombró al mundo petrolero cuando anunció el descubrimiento de un vasto campo petrolero 320 kilómetros al sur de Río de Janeiro en noviembre pasado, convirtiendo a las profundas aguas azules del país en la frontera petrolera más emocionante del mundo. Expertos en energía dijeron que el campo resultaría ser sólo una pequeña parte del mayor descubrimiento petrolero en 30 años.


Pero siete meses después, el problema sigue siendo cómo extraerlo. Petrobras tiene sólo tres torres de perforación capaces de perforar en aguas que excedan los 1,980 metros, como los sitios de los nuevos campos.


Pero las restricciones de perforación no son el único problema que enfrentan las compañías petroleras internacionales, que están buscando ampliarse a un ritmo furioso después de una década de subinversión en los años 90. También han tenido que contender con una duplicación en los costos de desarrollo en toda la industria en los últimos cinco años, una competencia más aguda por los recursos energéticos, escasez de acero, capacidad de ingeniería y manufactura, y presiones representadas por una fuerza laboral que envejece.


Además, obtener acceso a países que tienen reservas petroleras se está volviendo más difícil conforme muchos gobiernos ricos en petróleo ven menos incentivos para elevar la producción mientras cosechan los beneficios de los precios más altos.


Como resultado, los exploradores están rastreando rincones del planeta cada vez más remotos en su búsqueda de hidrocarburos. Esa búsqueda ha encontrado reservas de petróleo frente a las costas de África y Brasil, y abierto prometedoras regiones de exploración en el sur del Mar de China, frente a las costas de India y alrededor de la costa de Australia. Pero esos sitios seguirán en gran medida inaccesibles hasta que lleguen los nuevos barcos de perforación.


La mayoría de los nuevos pedidos de barcos de perforación han ido a astilleros asiáticos. Compañías en Singapur y China se han beneficiado, pero los tres grandes astilleros de Corea del Sur —Samsung Heavy Industries, Daewoo Shipbuilding and Marine Engineering y Hyundai Heavy Industries— han recibido el grueso de los pedidos para los tipos de embarcaciones más complejas y costosas.


“El mercado para la exploración en altamar es ahora el sector más en auge en la industria de los astilleros mundial”, dijo Lee Jae-kyu, analista de astilleros en Mirae Asset Securities en Seúl.


Pese al frenesí de construcción, las restricciones en el mercado de torres de perforación pudiera durar varios años más.


El último de esos auges en pedidos ocurrió a fines de los años 70 y principios de los 80, cuando la exploración aumentó después de las sacudidas petroleras de los 70.

 

En los 90, los bajos precios del petróleo y el exceso de suministros petroleros llevaron a las compañías petroleras a reducir su exploración drásticamente.“Ciertamente significará más actividad de perforación y más descubrimientos en el sector de las aguas profundas”, dijo Tom Kellock, jefe de consultoría e investigación en ODS-Petrodata.

 

 


 
 
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