Funcionarios temen la propagación de diseño de bomba


David E. Sanger y William J. Broad / Washington


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Cuatro años después de que Abdul Qadeer Khan, el líder del mercado negro atómico más grande del mundo, fue puesto bajo arresto domiciliario y su operación declarada terminada, inspectores internacionales y funcionarios occidentales estaban enfrentando un nuevo misterio dejado por él, esta vez en torno a quién podría haber recibido planos para una arma nuclear sofisticada y compacta encontrados en las computadoras de su red.


Trabajando en secreto durante dos años, investigadores han rastreado los planos digitalizados hasta las computadoras de Khan en Suiza, Dubai, Malasia y Tailandia. Los planos son electrónicos y pudieron ser rápidamente reproducibles para crear un arma que es relativamente pequeña y fácil de ocultar, haciéndola atractiva para terroristas.


La revelación de que la operación de Khan incluso tuviera esos planos subraya los interrogantes que persisten sobre lo que Khan, un metalúrgico paquistaní y padre del programa de armas nucleares de Pakistán, estaba vendiendo y a quiénes. También plantea la posibilidad de que pudiera seguir teniendo material delicado en su poder. Sin embargo, aun cuando inspectores y funcionarios de espionaje intensifican su investigación sobre Khan, funcionarios en Pakistán han declarado que el escándalo está terminado y han discutido abiertamente la posibilidad de liberarlo. En recientes semanas, funcionarios estadounidenses han advertido en privado al nuevo gobierno en Pakistán sobre los peligros de hacerlo.


“Hemos sido muy directos con ellos de que liberar a Khan pudiera causar un mundo de problemas”, dijo un alto funcionario del gobierno estadounidense que ha estado involucrado en el esfuerzo. “El problema con Pakistán en estos días es que nunca se sabe quién está tomando la decisión: el ejército, las agencias de espionaje, el presidente o el nuevo gobierno.”


La red nuclear ilícita dirigida por Khan fue desintegrada a principios de 2004. El Presidente George W. Bush declaró que destruir la operación fue un importante golpe del espionaje para Estados Unidos. Desde entonces, ha surgido evidencia de que la red vendió tecnología de uranio enriquecido a Irán, Corea del Norte y Libia, e investigadores siguen en pos de indicios de que podría haber hecho negocios con otros países también.


Khan es un experto en las centrifugadoras usadas para producir uranio enriquecido para combustible de bombas, y mucha de la tecnología que vendió involucró el enriquecimiento. Pero fue apenas en los últimos días que funcionarios revelaron que habían encontrado el diseño electrónico para una bomba entre el material confiscado de uno de los principales subalternos de Khan, una familia suiza llamada Tinner.


Los mismos documentos de diseño fueron encontrados en computadoras en otras tres ubicaciones conectadas con agentes de Khan, según un destacado diplomático extranjero involucrado en la investigación.


Funcionarios estadounidenses e inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica dicen que han sido incapaces de determinar si los planos del arma fueron vendidos a Irán u otros clientes de la banda de contrabando.


Funcionarios paquistaníes se han negado a ofrecer mucha información sobre el diseño de ojiva recién revelado, al igual que rechazaron permitir que la CIA o inspectores atómicos internacionales interrogaran directamente a Khan, quien sigue siendo considerado un héroe nacional en Pakistán por ayudar a adquirir armas nucleares.


Funcionarios paquistaníes insisten en que Khan, como líder de un programa de enriquecimiento de uranio, no tenía acceso a las armas. Pero este es el segundo diseño de armas encontrado en su red de contrabando. El primero fue de un diseño chino impráctico pero efectivo de mediados de los años 60 que Libia reconoció obtuvo de la red de Khan antes de que renunciara a su equipo de fabricación de bombas en 2003.


Tanto el diseño nuevo como el viejo explotan el principio de la implosión, en el cual una onda expansiva de una esfera de explosivos convencionales aprietan hacia el interior con tremenda fuerza para comprimir una bola de combustible de bombas, iniciando la reacción en cadena y la explosión atómica.


Un funcionario nuclear en Europa familiarizado con la investigación de Khan dijo que el nuevo diseño era poderoso pero estaba miniaturizado, usando aproximadamente la mitad del combustible de uranio del diseño más antiguo para producir una mayor fuerza explosiva.


“Pakistán no puede poner el gran diseño de China en ninguno de sus cohetes”, dijo el funcionario, que habló a condición del anonimato porque la información es secreta. “Es demasiado grande”. Una ojiva más pequeña creada en base al nuevo diseño, añadió, es “más eficiente y más fácil de ocultar”, lo que significa que un día pudiera convertirse en un “asunto terrorista”.


En entrevistas en Viena, Islamabad y Washington, funcionarios han dicho que el diseño era mucho más sofisticado que los planos descubiertos en Libia en 2003, cuando el cornel Muammar el-Kadafi renunció al programa de armas nucleares de su país. El diseño es electrónico, dijeron, lo que lo hace fácil de copiar; y no tienen idea de cuántas copias, si alguna, están circulando.


La existencia del diseño de bomba compacta salió a la luz en las últimas semanas después de que Suiza anunció que había destruido un enorme montón de documentos, incluyendo diseños de armas, que fueron encontrados en computadoras pertenecientes a Friedrich Tinner, y sus dos hijos, Marco y Urs, quienes fueron arrestados como parte de la investigación sobre Khan.


El Presidente de Suiza, Pascal Couchepin, dijo a fines de mayo que el gobierno destruyó los documentos para impedir que materiales atómicos “llegaran a manos de una organización terrorista o un estado no autorizado”.


Dos ex funcionarios del gobierno de Bush dijeron que creían que los Tinner había proporcionado información a la CIA mientras el padre y los dos hijos seguían trabajando para Khan y que parte de su información ayudó a funcionarios estadounidenses y británicos a interceptar embarques de centrifugadoras en ruta hacia Libia en 2003.


Cuando las noticias de la intercepción se hicieron públicas y Libia entregó su programa de 100 millones de dólares a funcionarios estadounidenses y de la AIEA, el Presidente Pervez Musharraf de Pakistán obligó a Khan a emitir una vaga confesión y luego lo puso bajo arresto domiciliario. Desde entonces, Khan se retractó de esa confesión en medios paquistaníes y occidentales, diciendo que la hizo sólo para salvar a Pakistán de una vergüenza mayor.


No fue sino hasta 2005 cuando funcionarios de la AIEA, que tiene su sede en Viena, finalmente penetraron en los discos duros de las computadoras de Khan recuperadas en todo el mundo. Y conforme analizaban archivos e imágenes en los discos duros, los investigadores encontraron una variedad de material: pedidos de equipo, nombres y lugares donde la red de Khan operaba, incluso viejas cartas de amor.


“Había material sobre tratos con los iraníes en 2003, sobre cómo evitar a los agentes de espionaje”, dijo un funcionario que lo revisó. Pero el documento más importante fue un diseño digitalizado para una bomba nuclear, al cual los investigadores rápidamente reconocieron como paquistaní.


“Era evidente de dónde provenía”, dijo un alto funcionario de la AIEA. “Pero los paquistaníes quieren argumentar que el caso de Khan está cerrado, y por ello han dicho muy poco”.


En declaraciones públicas, funcionarios paquistaníes han insistido en que el “incidente” de Khan, como lo llaman, es historia ahora, y declararon públicamente hace casi dos años que sus investigaciones habían concluido.


Un alto funcionario paquistaní, entrevistado en Islamabad en abril, dijo que la información proporcionada por la AIEA era “vaga e incompleta”, e insistió en que como los laboratorios de Khan se especializaban en la manufactura del equipo necesario para el enriquecimiento de uranio, “él no estuvo involucrado en diseños de armas”.


Pero investigadores de la AIEA y funcionarios del espionaje estadounidense dicen que tienen pocas dudas de que él fue la fuente del diseño de bomba digitalizado. “Evidentemente, alguien había tratado de modernizarlo, de mejorar la electrónica”, dijo uno. “Había referencias manuscritas a la electrónica, y la cuestión es ¿quién estaba trabajando en esto?”Los funcionarios dijeron que partes del diseño estaban en código de manera que pudieran ser transferidas rápidamente a un sistema de fabricación automatizado para la producción de partes.

 

 


 
 
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