Justifica Mendoza el nepotismo del TSJ


Dice que la Ley Orgánica del Poder Judicial no lo sanciona


El magistrado titular de la Segunda Sala Civil comentó que dentro de las salas civiles y penales del Tribunal es necesario el consenso de tres magistrados para que sean elegidos los empleados a su cargo. Y que en su mismo juzgado no tienen a ningún familiar a cargo


Edmundo Velázquez

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A pesar de que reconoció que varios de sus familiares laboran dentro del Tribunal Superior de Justicia, el magistrado Alfredo Mendoza García se defendió asegurando que la misma ley orgánica del Poder Judicial no sanciona el nepotismo.


El magistrado defendió a su esposa, juez décimo de lo civil, Sandra Perea Iturriaga, de quien señaló que ha llegado a tal cargo por su larga carrera dentro del Poder Judicial del estado y negó que haya emitido recomendaciones a amigos o familiares para conseguir algún puesto.


“El nepotismo es que yo, en ejercicio del cargo en el que me encuentro, designe a alguno de mis familiares para laborar conmigo”, comentó al respecto Mendoza.


En entrevista el magistrado titular de la Segunda Sala Civil comentó que, dentro de las salas civiles y penales del Tribunal, es necesario el consenso de tres magistrados para que sean elegidos los empleados a su cargo. Y que en su mismo juzgado no tienen a ningún familiar a cargo, único hecho sancionado por la Ley Orgánica del Poder Judicial en su artículo 203.


Sin embargo, en la misma ley, en el artículo 41 se marca que cada juez es independiente de designar y relevar de los cargos dentro de su juzgado a cualquier persona siempre y cuando no sea su familiar directo, como sanciona el artículo 203.


Pero este vacío es el que aprovechan, según comentaron trabajadores del Tribunal Superior de Justicia, algunos conocidos, familiares, o amigos de los jueces y magistrados, quienes gracias a recomendaciones logran ser parte de los funcionarios de un juzgado, donde comúnmente ocurre y como es el caso de Sandra Díaz Barriga, quien es nuera del magistrado Gerardo Villar Borja.


“Quién sabe quién la recomendó pero había muchas personas esperando por un puesto en el juzgado tercero de lo civil, pero ella llegó recomendada y entró inmediatamente”, comentaron fuentes que pidieron el anonimato a Cambio.
Sobre este tipo de recomendaciones se le preguntó al magistrado Mendoza:


—¿Usted nunca ha recomendado a nadie?
—No. No. No. Nunca —respondió.
—¿Sus familiares han llegado por mérito propio?
—Pues yo creo que sí…
—¿Y su esposa?
—En cuanto a mi esposa, yo la conocí aquí. Pero ya estaba aquí. ¿O queda también prohibido conocer a alguien y enamorarme? Aquí la conocí. Y tiene una trayectoria de 20 años.


El funcionario detalló, en el caso de su esposa, que ha pasado casi por todos los cargos dentro del Poder Judicial:


“Ella ingresó como mecanógrafa, en un puesto en el que se tiene que sudar la camiseta. De mecanógrafa ascendió a auxiliar de oficial mayor, después a oficial mayor, y luego ascendió a diligenciaria de juzgado, de diligenciaria a secretaria de acuerdos, luego secretaria proyectista de juzgado y después secretario proyectista de sala. Después de 20 años llegó a juez”.


El magistrado aseguró que cualquier familiar suyo puede laborar dentro del Poder Judicial mientras no se encuentre bajo sus órdenes. Así lo señala el artículo 203 de la Ley Orgánica, que a la letra dice:


“No pueden ser Servidores Públicos de una misma oficina judicial, quienes estén ligados por parentesco consanguíneo hasta el cuarto grado, o por parentesco de afinidad, hasta el segundo. En caso de nombramientos de dos o más parientes ligados por cualquiera de tales grados de parentesco, sólo subsistirá el primero, atendiendo además a lo que disponga la Ley de Responsabilidades de Servidores Públicos del Estado”.


Y en cuanto a los trabajadores como jueces, civiles, penales y familiares, la ley del Poder Judicial indica a la letra que los togados son independientes para “nombrar y remover al personal de sus respectivos Juzgados”.


“Esto también no prohíbe que los jueces tengan que admitir a cualquier persona que los magistrados manden o recomienden, eso es común”, finalizó otro trabajador del Tribunal.

 


 
 
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