“Hay que tomar la crisis de manera positiva”


Insistió Fernando Savater durante su conferencia magistral


Teniendo como escenario el patio central de San Pedro Museo de Arte, destacó que cuando la sociedad se corrompe o se pudre y los ricos se amurallan la sociedad está mal


Olivia López Pescador

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Este momento de crisis mundial puede utilizarse positivamente, porque puede permitir sanear el capitalismo, acabarse con los paraísos fiscales, ya que no sirve de nada lamentarse por la difícil situación económica o estar buscando culpables, manifestó el escritor Fernando Savater, durante su conferencia magistral sobre Ciudadanía y conocimiento, impartida en San Pedro Museo de Arte.´


Durante la ponencia, el filósofo español remarcó lo siguiente: “La crisis económica mundial es una oportunidad para el replanteamiento de muchos temas; en el plano económico, invita no a la refundación del capitalismo, como algunos señalan, sino a su saneamiento, pues la forma en que se ha conducido hasta ahora, ha derivado en caminos nefastos para todos los sectores sociales.”


Sólo a manera de ejemplo, recomendó revisar el asunto de los paraísos fiscales que existen en distintas parte del mundo, sitios que sirven para resguardar las riquezas obtenidas de manera ilícita.


El autor del libro Ética para Amador, señaló durante la conferencia organizada por la UAP a través de la Facultad de Filosofía y Letras y el Centro de Estudios Mundiales sobre la Legalidad (Cemle), que aunque una época de crisis se puede llegar a percibir como una época oscura, es importante que no se esté buscando a los culpables de la misma, ni se esté maldiciendo a los malvados, sino ver esta coyuntura como una oportunidad para obtener mejoras, siempre y cuando ésta vaya acompañada de la voluntad política y colectiva.


Remarcó lo siguiente: “Una crisis como ésta puede utilizarse de una manera positiva y da lugar al replanteamiento de muchas cosas en el terreno económico, de los créditos o los apoyos bancarios, pero sobre todo, la crisis obliga a la pregunta que los ciudadanos libres debemos hacernos que es: ¿qué vamos a hacer?”


Acompañado del secretario de Cultura, Alejandro Montiel y de Ricardo Velázquez, presidente del Centro de Estudios Mundiales sobre la Legalidad, el escritor español Fernando Savater, explicó lo siguiente: “Ciudadanía es la decisión activa de los miembros de una sociedad de no vivir de una manera automática o rutinaria, sino vivir de forma consciente. El ciudadano es el miembro deliberado de una sociedad; el ciudadano es piloto de su vida, así que todo lo que hace, parte de la conciencia de su proximidad y de la necesidad de sus semejantes.


“Un buen ciudadano procura que la sociedad sea lo mejor posible, porque nadie obtiene nada positivo de una mala sociedad”, destacó.


Teniendo como escenario el patio central de San Pedro Museo de Arte, destacó que cuando la sociedad se corrompe o se pudre y los ricos se amurallan, la sociedad está mal, ya que una persona no puede elegir una vida amurallada. Por ello se pronunció en contra de la inamovilidad del ciudadano.


Fernando Savater, quien recién obtuvo el Premio Planeta de novela 2008 por su obra La hermandad de la buena suerte, destacó que la educación de los ciudadanos es fundamental porque a través de ella, se adquiere conciencia sobre la sociedad.


“Los ciudadanos no son productos naturales, no nacemos con la conciencia social, eso hace falta explicarlo, hace falta comprenderlo y dar razones, ahí radica la importancia de la educación ciudadana desde la niñez”, explicó Savater.


Quien también obtuviera el Premio Ortega y Gasset de Periodismo, explicó durante su conferencia sobre ciudadanía y conocimiento, que la educación democrática es importante, porque provee de instrucción cívica a todos los menores de edad, ya que ellos serán los políticos del futuro.


Al término de su conferencia, al ser cuestionado de qué manera se puede elegir a un buen político, respondió que poniéndolos a prueba, porque no hay ninguna señal celestial para saber si un político es bueno, porque algunos pueden parecer ser buenos, pero pueden ser incompetentes o corruptos, por lo que hay que ser capaces de cambiarlos por otros.

 

 

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