Por correos de Zetas baja 50 % la afluencia a bares


Leyendas urbanas le pegan a bares de San Andrés


“Las últimas dos semanas han sido las más duras”, aseguró Carlos Azomoza, gerente del bar La Curandera y la discoteca La Roka, sitio en el que caben hasta mil personas y actualmente no tiene más de 500


Edmundo Velázquez

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Las últimas cuatro semanas han sido difíciles para los bares de San Andrés Cholula debido a que las leyendas urbanas que advierten de la presencia de Zetas en los antros, difundidas a través de correos electrónicos, han tenido una fuerte repercusión y han provocado que los sitios de diversión se encuentren a un 50 por ciento de ocupación en los días que regularmente estarían llenos.


“Las últimas dos semanas han sido las más duras”, aseguró en entrevista con Cambio, Carlos Azomoza, gerente del bar La Curandera y la discoteca La Roka, sitio en el que caben hasta mil personas y actualmente no tiene más de 500 parroquianos en viernes y sábados.


“Todo esto empezó como una especie de campaña por internet. Empezó como un hecho aislado y el ramo no le dio ninguna importancia porque nada había ocurrido aquí”, comentó Azomoza. Y en efecto, vía correo llegan historias de jóvenes universitarios que son mutilados, violados o encerrados a altas horas de la madrugada víctimas de supuestos sicarios pertenecientes al Cártel del Golfo.


Al respecto, en varias ocasiones el procurador de justicia Rodolfo Igor Archundia Sierra e incluso Alejandro Fernández Soto, el director técnico del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP), han insistido en que, de estas historias, no hay averiguaciones previas, constancias de hechos o datos que en efecto comprueben los hechos. El titular del CESP ha recalcado que se tratan de “leyendas urbanas”.


En el correo que ya ha circulado entre los poblanos se habla de varias historias, entre ellas que “el día 4 de octubre el (antro) Tigre (de Santa Julia) avisó a las autoridades que una camioneta negra con vidrios polarizados que pasaba cada 15 minutos a partir aproximadamente de las 8 pm (…) a las 2 am, afuera de Ming la camioneta negra abrió puertas, saliendo de ella cuatro centroamericanos que subieron a dos mujeres a punta de metralla, una de 19 y otra de 20, ellas salían en ese momento de Ming, desgraciadamente siguen desaparecidas.”


Al respecto de las historias, Azomoza se dijo indignado y sorprendido porque los clientes crean en ese tipo de relatos.


“Eso es un absurdo porque cualquier cosa que suceda provoca inmediatamente una averiguación previa o nos multan o clausuran. Habría imágenes. Siempre habría algo para sustentar. Todo es de ‘me dijeron, el primo de un amigo que los vio o conoció’. Pero nadie ha dicho que estuvo ahí”, comentó el gerente.


Pero los bares no son únicamente los afectados, sino sus empleados. Según mencionó Azomoza, los meseros, cadeneros y otros trabajadores han visto también una baja en sus salarios y otros más han tenido que salir despedidos.
“… se están perdiendo muchos trabajos, muchas fuentes de empleo. No sabemos si atribuirlo a la situación económica o si son los correos. Ha bajado todo el ramo. En San Andrés, todos los negocios se han mantenido al 50 por ciento de ocupación o un poco más, debajo de la capacidad que tienen. Y esto ha implicado muchos despidos. Algunos de los empleados se han solidarizado con los negocios y han aceptado una baja en sus sueldos”, detalló.


También los taxistas, acostumbrados a tener un buen ingreso en los fines de semana, han notado la baja afluencia:
“No joven, ya no es negocio. Las últimas tres semanas ha estado para llorar. Gastamos más gasolina en venir y checar si hay pasaje de la que usamos. Uno o dos clientes por noche cuando antes se hacían hasta seis o siete. Pero ni modo”, comentó Alfredo Morales, taxista.


En lugares como Container City también se ha dado el cierre de negocios porque la afluencia ha bajado.
“Nos vamos a mudar a la Forjadores. Allá ya es Coronango, entonces tenemos que pagar ante ese municipio, tiene pagos más económicos y allá sí va la gente”, comentó la empleada de una lonchería en la plaza Container City.

 

“No quisimos desmentir absurdos”


De acuerdo a lo comentado por Carlos Azomoza, los empresarios ocupados del ramo de bares y discotecas en San Andrés no pensaron nunca en desmentir los correos debido a que siempre lo consideraron “un juego absurdo”.


“No dudo que en otras ciudades pase. Pero en San Andrés en específico no se ha visto. Seríamos los primeros en avisar a clientes y autoridades. Que la gente venga, que se de cuenta que no pasa nada. Que se sientan tranquilos, que pasen y se den cuenta de que no pasa nada. Poco a poco están regresando. Como siempre”, comentó.


—¿Y el Ayuntamiento de San Andrés ha dicho algo? —se le preguntó.


—San Andrés no ha dicho nada. No han salido a desmentirlo. Ellos quizá también ven como para qué desmentir un absurdo. Lo ven así. Pero yo creo que de haberlo hecho, lo tuvieron que hacer de inmediato. Un mes después no tiene caso —finalizó Azomoza.

 

 

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