No hay crisis, sólo está complicado: catedrático

Olivia López Pescador

En México no tenemos ninguna crisis económica, sólo una situación complicada debido al entorno internacional; no obstante, nuestro país puede crecer, y en la medida en que la inflación baje podrá mejorarse el poder adquisitivo de los mexicanos, explicó Federico Rublí Kaiser, director de Relaciones Externas del Banco de México, al participar en la Cuarta Semana de las Finanzas con su ponencia denominada “Crisis de las hipotecas subprime”.

En el marco de la Semana de Finanzas, cuyo tema es el Sistema Financiero ante la Situación Económica Mundial y la Política Económica Nacional, organizado por la Facultad de Economía de la UAP, el directivo explicó que la crisis hipotecaria que atraviesa Estados Unidos no afectará el sector financiero mexicano, porque éste “es un sistema sólido”, y las instituciones bancarias de nuestro país no adquirieron papel hipotecario norteamericano.

“No esperamos ningún impacto directo sobre nuestro sistema”, remarcó.

Al insistir en que el sistema financiero mexicano es sólido, reveló que este tiene un marco regulatorio fortalecido. Reconoció que la crisis en Estados Unidos sí provocará un impacto en las exportaciones mexicanas y en las remesas, y que debido a que el entorno financiero para los próximos meses se vislumbra  delicado para el vecino país, se espera que México no logre un crecimiento mayor.

Federico Rublí Kaiser destacó que el Banco de México está muy consciente de la situación económica mundial, por lo que cumple con implementar medidas para reducir el índice inflacionario y una disciplina monetaria, “pero también es necesario que se siga con una política de políticas públicas sanas, consolidar la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sobre todo en lo que compete a la contribución fiscal”.

Explicó que la turbulencia en los mercados financieros internacionales se agravó a raíz de los últimos acontecimiento en los Estados Unidos, “a partir de esta situación, inicia la crisis hipotecaria, el problema del mercado hipotecario ha mutado en una crisis financiera, por ello las autoridades de ese país están luchando para evitar que ese escenario se convierta en una dificultad sistémica, es decir, que se generalice de forma profunda”.

“A pesar de que desde hace varios trimestres la economía norteamericana ha entrado en una fase de estancamiento, de una desaceleración importante, México no ha padecido las consecuencias de ello”, reiteró Rublí Kaiser.

Por último, comentó que se espera que para el último trimestre de 2008 se logre en México un crecimiento de la economía de 2.2 por ciento, de acuerdo al pronóstico inflacionario. Se calcula que al final del año la inflación podría estar entre 5.5 y 6 por ciento, pero que disminuirá en 2009 para que en 2010 sea de 3 por ciento.

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