Católicos de Atoyatempan exigen el regreso del sacerdote libidinoso


Pobladores denuncian que el PRD acusa al clérigo de hacer exorcismo


En medio de rezos, cantos y portando pancartas, alrededor de 100 personas vestidas de blanco pidieron ayer que sea restituido este sacerdote


Olivia López Pescador

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En medio de cantos y de oraciones, católicos de Atoyatempan se manifestaron en la Curia del Arzobispado en demanda de que retorne al pueblo el sacerdote Severiano Hernández Méndez, para despedirlo dignamente, ya que aseguran que es un “santo”, por lo que culparon a gente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de estar metiendo las manos en este caso al denunciar sin fundamento al clérigo sobre supuestas prácticas de exorcismo.


El pasado 25 de agosto, un grupo de personas exigió la remoción del párroco por practicar exorcismos y por presunto abuso sexual.


El arzobispo Rosendo Huesca y Pacheco calificó como calumnias los señalamientos en contra de este sacerdote en torno al supuesto abuso sexual, y lo retiró de la parroquia por actuar sin su permiso para realizar presuntos exorcismos y por dividir a la comunidad, aunque sí puede seguir ejerciendo el ministerio mientras se efectúan las investigaciones.


Ayer, un grupo conformado por alrededor de cien personas vestidas de blanco, en medio de rezos, cantos y portando pancartas pidió la restitución del sacerdote. Guadalupe Sánchez Medina, una de las voceras del grupo que respalda a Hernández Méndez, calificó como injusto que haya sido removido por denuncias “sin fundamento”. Pero lo más lamentable, dijo, “es que algunas personas se hayan dejado manipular por gente que no es católica”, y subrayó que “católico ignorante, seguro protestante”.


Durante la manifestación, Guadalupe Sánchez responsabilizó al candidato a diputado, el perredista Antonio Herrera (oriundo de Santa Ana Coapa), de estar infiltrado entre el grupo que exigió la salida del párroco, ya que el día que sacaron al sacerdote “esta persona se encontraba entre el grupo inconforme manipulándolos para atacar a la Iglesia Católica porque él no es creyente”.


No obstante que Severiano Hernández Méndez está siendo investigado por presuntas prácticas de exorcismo en coordinación con el cura Victoriano Ramírez Carvajal, los manifestantes de ayer piden su reinstalación en la parroquia para despedirlo de la misma “como un santo, porque durante los cuatro años que estuvo al frente del templo de Atoyatempan siempre hizo un buen trabajo evangélico”. Dijo que no son fanáticos, sino católicos, por lo que están dispuestos a acatar las órdenes del arzobispo y recibir al nuevo sacerdote.


Señaló que uno de los motivos que quizás generó el problema entre la comunidad y el párroco, fue que el padre ya no hacía misas especiales de bodas, bautizos, sino que eran comunales para que hubiera mayor fe.

 

 

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