Sí hay muertos por neumonía atípica
Reportan dos decesos en las funerarias de la capital
Miguel Ángel Cordero
Las funerarias de la entidad reportan dos muertes por neumonía atípica en las últimas horas, enfermedad bajo la cual las autoridades médicas en el estado han ocultado la presencia de la influenza tipo C. La gravedad generada por la gripe porcina provocó que en el hospital San Alejandro se aislaran el área de neumonía e incubadoras, que el Hospital del Niño Poblano cerrara sus puertas por la conglomeración de pacientes y una alta saturación de consultas en el Hospital General del sur y clínicas de la ciudad.
Cambio platicó con el dependiente de la Funeraria Gutiérrez, quien confirmó que en el Hospital de San Alejandro han fallecido dos adultos jóvenes por neumonía atípica, pero los servicios mortuorios no los adquirieron con él.
No obstante, relató que los encargados de servicios fúnebres cercanos al nosocomio del IMSS mantienen contacto con el personal, “es el negocio”. Por ello, conoció que los casos bien pudieron ser por influenza porcina.
“¿Cómo te enteras? Ellos tienen todo para taparlos fácilmente, desde que diagnostican al paciente. El Gobierno puede controlar a los doctores a través de sus jefes y al Registro Civil. Sólo en el INEGI puedes enterarte de la realidad de las muertes, pero ellos no publican hasta dentro de mucho sus resultados.”
Y el dependiente agregó que los dos casos fueron archivados en el Registro Civil Uno, que se encuentra en la planta baja del Edificio Diana; y en el Cuatro, el cual está cerca de la 105 Poniente a la altura de la 11 Sur.
“Pero es difícil descubrir las causas verdaderas de la muerte. Yo sé que son tres copias del acta de defunción, una para mí, otra para el Registro Civil y otra para el INEGI. ¿Quién te va a decir de qué murió?”, manifestó el trabajador.
El hospital San Alejandro se encuentra a dos calles de la funeraria. Afuera, son pocos los rostros que no ostentan los colores azul o blanco del cubrebocas. Adentro no hay preocupación, pero sí pasos agitados. Nadie puede entrar sin consulta previa o permiso.
Las enfermeras salen comentando, “ya no nos dejan pasar a las incubadoras. Toda el área de neumonía se encuentra cerrada. No podemos entrar, hay aislamientos.”
Neumonía se encuentra en el sector seis de la planta alta, incubadoras en la planta baja, sección tres. Uno de los doctores entrevistados comparte su preocupación por el cerco sanitario. “Pues no es mi área, pero no nos dejan acercarnos. Vemos que vienen de un lado al otro y que ya hay pacientes graves, muertos no, pero sí graves.”
Todo el hospital tiene carteles con el siniestro eslogan “está en tus manos”, los cuales fueron enviados por la Federación para dictar las medidas contra el contagio.
La mayor parte de los residentes —estudiantes de medicina que han acabado su preparación académica y continúan en la práctica— de la BUAP entran y salen de San Alejandro.
Una de ellas platica con sus compañeros de escuela pero no de trabajo. Es residente de la Clínica Seis del IMSS y asegura que dos jóvenes fueron diagnosticados con febrícula de 39 grados, los enviaron a San Alejandro y las muestras obtenidas se llevaron al Centro Inmunológico, en el Hospital San José.
Casi a la misma hora más pacientes solicitaban los servicios del Hospital del Niño Poblano, provocando un retraso de tres horas en la atención médica. Desde las 10 de la mañana de ayer, este nosocomio descentralizado del Gobierno estatal saturó el área de urgencias al punto de rechazar a menores de edad con cuadros graves de enfermedades respiratorias.
Los carteles improvisados informaba un retraso de más de 3 horas en la atención de la consulta de urgencias debido al sobrecupo. “Se le sugiere asistir a otro hospital para su hospitalización.”
Una de las menores incluso era atendida en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), del Distrito Federal, pero ante la complicación de sus síntomas y la presencia de la influenza en la capital del país los médicos le recomendaron que en caso de ser necesario, trasladará a su paciente a una nosocomio cercano a su casa.
Gabriela Rosas denunció la falta de atención en el nosocomio, porque el servicio está saturado y los pacientes están en los pasillos.
Otro caso es el de Julio César Ramírez, quien llevó a su hijo al hospital debido a que desde hace dos días presenta una enfermedad respiratoria. El niño tiene dolor de cabeza, inflamación en la garganta y escurrimiento nasal.
En los dos casos, la recomendación de las enfermeras es “lleven al niño a otro hospital”, como el General del Sur o el Universitario. Según las autoridades del HNP este fenómeno ocurre “regularmente” y consideraron que es mejor rechazar a los pacientes, que mantenerlos esperando por horas, para que al final no reciban la atención médica.
Horas después, Rodolfo Carrillo Luna, subsecretario de Salud, rechazó que se cerraran los servicios del HNP, y con gritos, molesto, cortante respondió que tal bloqueo no existe. Incluso presumió que en el hospital “tuvimos tres casos que fueron dados de alta por mejoría”.
La saturación de enfermos alcanzó al Hospital General del Sur. El temor al contagio de la influenza porcina provocó que las consultas médicas en el área de neumonía se saturaran ayer y hoy, miércoles.
La enfermera que agenda las citas en el consultorio cuatro, correspondiente a la especialidad de neumonía, asegura que ya no hay espacio disponible, que la cita se hace por teléfono y que se tiene que tener el Seguro Popular.
En contraste, los lesionados o enfermos por otros males pasan rápidamente y los especialistas incluso leen o descansan en sus oficinas, pues no son requeridos para enfrentar la demanda por infección en las vías respiratorias.
Felipe Lara Chacón, director del hospital, y Nora Mendívil Salgio, directora de Epidemiología se ausentaron ante el caos. Presuntamente, se encontraban recluidos en las oficinas centrales de los Servicios de Salud del estado para cumplir con la política del silencio emprendida por el responsable de la SSA, Antonio Marín y López.
Copyright 2008 / Todos los derechos reservados para M.N Cambio / |