Suicidio, insiste la PGJ
El segundo peritaje médico de la dependencia rechaza el homicidio
El dictamen del médico particular erró al señalar un balazo en el abdomen; se trata de una herida para la preparación del cadáver. Aún así los familiares insisten en las anomalías durante el levantamiento del cuerpo de María de Lourdes
Daniel Hernández Cruz
El segundo peritaje de la Procuraduría General de Justicia, practicado al cuerpo de María de Lourdes Zepeda Pallares, insiste en el suicidio y aclaró que la herida en el abdomen obedece al proceso de embalsamamiento y no a un balazo como lo había determinado el perito particular contratado por los familiares de la víctima, quienes reiteran que se trata de un homicidio perpetrado por Juan José Moreno Muñoz, desparecido desde el jueves por la noche.
Fuentes de la Procuraduría revelaron a Cambio que el segundo peritaje al cadáver de María de Lourdes determinó que la herida que el médico Arturo Javier Ramírez Moreno describió como un balazo del calibre .22, en realidad se trata de un agujero hecho para drenar los líquidos del cuerpo durante el proceso de preparación del cadáver para su entierro; sin embargo, el cuerpo presentaba golpes de más de 15 días que revelan que era víctima de violencia doméstica.
La versión de los peritos de la PGJ no fue refutada por el médico, quien habría dictaminado que la bala ingresó al cuerpo de la occisa a una distancia no mayor de los dos metros.
No obstante, los familiares exigen que el segundo peritaje determine si las heridas en el cuello de María de Lourdes fueron provocadas por la soga o antes del deceso, como suponen. Además, recriminan que la Procuraduría General de Justicia no haya citado al principal sospecho de la muerte de María de Lourdes Zepeda, ya que Juan José Moreno Muñoz se encuentra desaparecido desde el día en que su pareja sentimental murió en el fraccionamiento Fuentes del Molino.
Una de las principales pruebas en contra de Moreno Muñoz es el testimonio del menor de cinco años de edad, quien confesó antes de la llegada de las autoridades que su padrastro había estrangulado a su mamá durante la pelea del jueves en la noche.
Hasta el momento, el pequeño de cinco años de edad, único testigo del crimen, no ha querido decir nada ante las autoridades, pero con la gente de confianza ha manifestado que le tiene miedo a su padrastro, narró la madre de la fallecida.
El menor, dice la abuela, ha tenido conductas extrañas como la del lunes pasado, cuando estaba viendo una caricatura en la que los personajes peleaban, “sin pensarlo dijo: ‘ahorita lo van a ahorcar’”.
La madre de Maria de Lourdes señaló que desde el momento en que hicieron el levantamiento de cadáver hubo diversas irregularidades, como el hecho de que los peritos no acordonaran la zona y permitieron que mucha gente manipulara las evidencias, incluso por órdenes de la Ministerio Público.
Explicó que tras hallar el cuerpo sin vida de su hija llamó a los servicios de emergencia y dio aviso a sus familiares, quienes por desconocimiento movieron evidencias de la escena del crimen.
Explicó que en el patio había manchas de sangre, un televisor en el piso, ropa, pedazos de vidrio. La agente del Ministerio Público, María del Carmen Malla Romero, les pidió que metieran todo a la casa: “Nosotros metimos todo a la casa porque nos dijo que se lo iban a robar”.
Algunos familiares señalaron que el Ministerio Público no investigó las heridas que tenía el cuerpo, pues es claro que la mujer de 26 años fue salvajemente golpeada y las manchas de sangre en las paredes y ropa son muestra de ello.
Además no han llamado a declarar a las personas que vieron con vida por última vez a la mujer, como la presidenta del fraccionamiento Fuentes del Molino, quien se comunicó con la madre de la víctima a las 11 de la noche y le dijo que su hija estaba en la calle sangrando y llevaba a sus dos hijos.
En la declaración, la madre señala que el niño de cinco años le dijo a uno de los vigilantes del fraccionamiento que su padrastro, Juan José Moreno Muñoz, había ahorcado a su madre; sin embargo, el vigilante no ha sido llamado a declarar.
Ayer por la tarde se celebraría una diligencia en el domicilio, pero fue suspendida por el Ministerio Público y aplazada para este día.
Los miembros de la familia que fueron a la escena del crimen señalaron que alguien había manipulado las evidencias, pues las manchas de sangre que había en el patio fueron borradas entre otros cambios.
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