Se cumple un año del helicopterazo


En donde murieron ocho personas en la Sierra Norte


Miguel Ángel Cordero

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El próximo domingo se cumple un año de la trágica muerte de Patricia Rossano de Montero, esposa del titular de la Secretaría de Gobernación y siete personas más, quienes fallecieron cuando un helicóptero Bell 412 placas XCBEP, propiedad del Gobierno del estado, se estrellara en la Sierra Norte de Puebla.


En las semanas posteriores a la dramática caída, corrieron versiones respecto a que la causa del siniestro fue originada por la negligencia de la autoridad local en el mantenimiento de las naves. Sin embargo, hace cuatro meses, el director general de Aeronáutica Civil Mexicana, Gilberto López Meyer, aseguró que los peritajes demuestran que el accidente ocurrió por un error de los pilotos Enrique Valdés Sánchez y Édgar Morales Méndez.


El 11 de enero del año pasado, el helicóptero “5 de Mayo” usado por el Gobierno del estado para labores de protección civil se estrelló en la zona de Tepango de Rodríguez, al regresar de una gira del voluntariado de la Segob.


En el viaje, cuya intención era repartir beneficios entre la población, encontraron la muerte Patricia Rossano de Montero, Gabriela Henaine de Casas —esposa del empresario Luis Casas Arellano—, Elizabeth Carpenter de Pereira, Carmen Torres Santamaría, Ivonne Carrillo Sedeño y de Carlos Lesier Gamboa, jefe de Participación Ciudadana y los dos pilotos.

 

Las denuncias del expiloto


Desde que se iniciaron las investigaciones del accidente, Mario Aparicio, expiloto del Gobierno del estado que sirvió a Manuel Bartlett Díaz y a Melquiades Morales Flores, fue el principal denunciante de las irregularidades con las que operaba Servicios Aéreos del Gobierno del estado.


Según el piloto, la tragedia en la que falleció Patricia Rossano Maldonado fue un error humano, por lo que el accidente pudo haberse evitado. Además, acusó que este suceso evidencia la falta de experiencia y pericia de los pilotos con que cuenta el gobierno marinista.


A principios del año pasado, en entrevista con Cambio, quien fuera despedido injustificadamente por los actuales encargados de las aeronaves que transportan al gobernador Mario Marín, su familia y otros funcionarios, recordó, entonces, que denunció ante la opinión pública el deficiente mantenimiento de los helicópteros del Gobierno.


“Al tener mal mantenimiento, al tener pilotos jóvenes, gente sin experiencia, ahí están las consecuencias. Si el gobernador piensa que ya se salvó porque murieron otras personas, está equivocado. Yo se lo dije a Javier López Zavala —exsecretario de Gobernación— que estaba prendida la luz amarilla pero no me hicieron caso”, recordó.


A finales de enero de 2008, Aparicio manifestó que un accidente es una cadena de errores que vienen arrastrándose, por lo que descartó que la tragedia del viernes pasado se le pueda atribuir únicamente al mal clima existente en la Sierra Norte.


Posteriormente, el 5 de febrero, Mario Aparicio anunció que demandaría ante instancias federales al director de Servicios Aéreos de la administración estatal, Javier Ochoa, quien lo acusó de no contar con la experiencia suficiente para volar las aeronaves oficiales y mucho menos opinar sobre la caída del “5 de Mayo”.


Ese mismo día, desestimó el dictamen que dio la aseguradora ING sobre el helicopterazo en la Sierra Norte, pues dijo que la última palabra en esta tragedia es de la Dirección General de Aeronáutica Civil.


El 18 de enero, Cambio publicó que distintos empleados de Servicios Aéreos del Gobierno del estado, quienes prefirieron dejar su nombre en reserva, señalaron que las válvulas bleed y otras piezas de los helicópteros han fallado continuamente.


En lugar de que las partes fueran cambiadas por nuevas, aseguraron los empleados, Javier Ochoa, director del área, adquiría overholds —piezas usadas— las cuales instalaba en talleres clandestinos. Incluso denunciaron que las bitácoras de vuelo de los helicópteros han sido alteradas por órdenes del funcionario de marras.

 

El duelo de la familia Montero


Después de la tragedia, los familiares decidieron despedir a Patricia Rossano y a las otras siete personas que estaban en el “5 de Mayo”. Un sábado de enero por la mañana, la clase política poblana acudió a darle el último adiós en una misa que provocó que la iglesia del Cielo luciera lleno hasta en la escalinata de acceso.


Aquel 12 de enero, exgobernadores como Manuel Bartlett y Melquiades Morales; Blanca Alcalá, presidenta municipal electa; miembros de la LVII Legislatura, familiares, amigos y compañeros de trabajo despidieron a la esposa de Montero y esperaron su turno en una larga fila para dar su más sentido pésame al secretario de Gobernación. Los restos de Patricia Rossano fueron cremados la madrugada del sábado. La misa se ordenó inmediatamente para que las cenizas descansaran dentro de la cripta del templo.


Después del servicio religioso, el gobernador Marín abandonó la iglesia por la puerta lateral. Según sus propios colaboradores estaba “consternado”.


Los tiempos eran similares a los actuales y el informe del gobernador estaba en puerta. Por ello, Javier Sánchez Galicia señaló entonces que desconocía si el secretario de Gobernación presenciaría el Tercer Informe de Gobierno. “No lo sabemos, es decisión personal”, señaló Sánchez Galicia.


Pero el martes 15 de enero, Mario Montero Serrano acudió junto con el gobernador al informe.


A la misa además arribaron Margarita García de Marín, Mario Marín jr., el diputado federal Jorge Estefan Chidiac, Juan Manuel Vega Rayet, Jesús Morales Flores, Bárbara Gánime, Laura Alicia Sánchez Corro, Javier García Ramírez, Alejandro Armenta Mier, Valentín Meneses, Carlos Meza Viveros, Charles Mtanous, Gerardo Fernández Sánchez, Luis Alberto Arriaga, Sandra Montalvo, Jorge Ruiz Romero, Pablo Fernández del Campo, Rafael Moreno Valle Sánchez, Guillermo Pacheco Pulido, Miguel Ángel Martínez, Juan Pablo Jiménez Concha, Jesús Morales Rodríguez, Carlos Olamendi, Juan Francisco Menéndez Priante y Francisco Fraile, entre otros.

 

Contradicciones entre el vocero y la Sedecap


Debido a que en el helicóptero viajaba la esposa del titular de la Segob, Javier Sánchez Galicia, director de Comunicación Social del Gobierno del estado, informó acerca del fallecimiento de los tripulantes y del inicio del peritaje del accidente.
Una semana después del siniestro, el funcionario alimentó la versión de que el helicopterazo se debió a un error del piloto en conjunto con el mal tiempo, aunque aún no contaba con el dictamen técnico que había anunciado.


Posteriormente, las declaraciones del funcionario estatal respecto al caso comenzaron a contradecir a las de Víctor Manuel Sánchez Ruiz, titular de la Secretaría de Desarrollo Evaluación y Control de la Administración Pública (Sedecap).


Sánchez Galicia dijo que la Sedecap investigaba el caso, aunque lo hizo como una cuestión de procedimiento. También rechazó que la Contraloría investigara el hangar del Gobierno del estado por negligencia.


“Pero no es una investigación porque haya habido una denuncia. Es un procedimiento normal, o sea, yo tengo una revisión de la Contraloría todo el tiempo, todas las dependencias, es un asunto de procedimiento”, indicó.


Por su parte, Sánchez Ruiz rechazó que la dependencia que a la fecha dirige formara parte de las investigaciones de la caída del helicóptero y de Servicios Aéreos del Gobierno del estado.

 

El dictamen final; habla el titular de aeronáutica


Tuvieron que pasar seis meses —desde febrero— para que Gilberto López Meyer, director general de Aeronáutica Civil, informara que, según los peritajes, fue un error humano, combinado con las condiciones meteorológicas, las causas del helicopterazo en la Sierra Norte de Puebla.


“La razón fue el factor humano. El resultado de las investigaciones hasta este momento porque es un proceso largo que implica análisis de los motores, de la estructura del avión. Una decisión quizá inadecuada y combinada con las condiciones meteorológicas en ese momento”, dijo.


El funcionario federal, de visita en Puebla en agosto del año pasado durante la inauguración de los trabajos de ampliación en el aeropuerto de Huejotzingo, atribuyó a un error de los pilotos —no relacionado con la falta de experiencia— y a las malas condiciones meteorológicas, el accidente que privó de la vida a Patricia Rossano de Montero.


“No se encontró ningún tipo de piezas que pudieran ser no originales o certificadas, ni omisiones en el mantenimiento de la aeronave. (…) Era un piloto experimentado, una de las primeras cosas que se ven es la capacitación, experiencia del piloto, no era en este caso un factor relevante”, señaló.


López Meyer dijo respetar la decisión del Gobierno del estado, instancia que calificó la información del accidente como reservada porque “pone en riesgo” la seguridad del estado, según la contestación que recibió el periódico digital e-consulta ante una solicitud de datos a través de transparencia.

 

NUMERALIA
20 años son los que tiene en registros de accidentes aeronáutica
40 los muertos por accidentes aéreos
200 millones de pasajeros desde entonces han viajado
Fuente: Dirección de Aeronáutica Civil

 


11 de enero

Cae helicóptero en la Sierra Norte

18 de enero

Denuncian irregularidades en Servicios Aéreos

20 de enero

Cambio publica fotografías de la tragedia

30 de enero

ING dictamina que la tragedia ocurrió por error humano

5 de agosto

Condiciones meteorológicas y error humano causas de accidente: Aeronáutica Civil

 

 

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