Bloquearán acceso al relleno sanitario


Para exigir su clausura


Ante la falta de respuesta de las autoridades estatales y municipales, habitantes de la junta auxiliar de Totolapa cerraron el camino


Leticia Ánimas Vargas / Corresponsal / Huauchinango, Pue

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Ante la falta de respuesta por parte de las autoridades estatales y municipales, habitantes de la junta auxiliar de Totolapa, El Sifón, cerrarán el acceso al relleno sanitario intermunicipal ubicado en esa comunidad, para exigir su clausura ante la grave contaminación de la zona.


“Ya es justo y conveniente que tomemos este tipo de medidas, tiene más de un año que nos manifestamos exigiendo el cierre del tiradero y no hay ninguna solución, por el contrario, las cosas han empeorado y estamos decididos a lo que sea”, manifestó Julio Ortiz Barrios.


Ortiz Barrios, con un grupo de personas que habita la comunidad más afectada por la mala operación del relleno sanitario, anunció que de un momento a otro se producirá el cierre del acceso a la instalación que, aseguran, ya contaminó sus sembradíos, ríos y manantiales.


Los vecinos de Totolapa, viven al pie del mal llamado relleno sanitario de Huauchinango, inaugurado en la administración de Carlos Miguel Ignacio López en el año 2002.


El tiradero se saturó debido al mal uso que se le ha dado desde entonces a la fecha y ha provocado graves problemas de contaminación en la zona por los desbordamientos de basura que se han registrado y el escurrimiento de lixiviados al río Texcapa, además del desfogue de drenajes en el mismo, como el de la colonia La Palpa, construido por la empresa Grupo Integración.


Desde el  seis de diciembre de 2007, señalaron los vecinos, nos dijeron que en seis meses habría una solución a este problema. “Nos dijeron que confiáramos en su palabra, pero ya pasó un año y no hay nada, ni la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), ni el Gobierno del estado, ni el ayuntamiento nos dan una respuesta”, añadió Rosa Martínez Hernández.


“A inicios del año nos tuvimos que ir a rentar en otra parte, porque los malos olores no se aguantan, las condiciones en las que vivimos en este lugar son insalubres, vivimos en riesgo porque seguro el agua ya está contaminada”, y agregó que aunque las autoridades se han llevado muestras del vital líquido para ser analizadas, nunca les han informado cuáles han sido los resultados.


Dijo que esperaban que con el cambio de autoridades municipales su situación cambiara, pero ha sido lo contrario “no se ha tomado ninguna medida, pero si han amontonado más basura, han venido a tirar incluso pollos muertos, provocando enfermedades entre nuestros animales, que también se murieron”, añadió Martínez Hernández.


Los vecinos de Totolapa afirmaron que muchos padecen enfermedades respiratorias y de la piel, producidas por la grave contaminación de la zona. “Cuando llueve, la basura llega hasta nuestras casas o cierran el relleno o nos reubican, pero ya no podemos vivir así”, concluyeron.


A decir de los inconformes, “el relleno sanitario se ha convertido en una zona de pantanos de pura basura y si no se toman cartas en el asunto, ese problema se va a hacer más grande, la basura se va a venir abajo y va a causar más daños, va a haber una desgracia que no queremos ni imaginar”, advirtieron.

 


Impacto ambiental

 

Estudios internacionales han demostrado que la basura acumulada sin tratamiento contaminó ya los mantos acuíferos de la entidad, ya que no garantiza que los lixiviados —jugos tóxicos de la basura que se producen durante el proceso de descomposición— escapen y se filtren a aguas subterráneas.


Ecologistas de la región apelan a que las autoridades busquen opciones distintas al destino de la basura, pues las condiciones de operación de los rellenos sanitarios, no garantizan la preservación de la naturaleza, al contaminar agua, suelo y aire. 


De acuerdo con funcionarios de la Corte Internacional de Arbitraje Ambiental se ha comprobado que los acuíferos están contaminados por los residuos que resultan del proceso de descomposición de los desechos domésticos acumulados en tiraderos a cielo abierto e incluso por los escapes de lixiviados en rellenos sanitarios.


Los ecologistas ejemplificaron que el confinamiento de basura de Texcapa, que inició su operación en septiembre de 2002 hace apenas 6 años, ya provocó daños a los mantos acuíferos y en el desempeño hidráulico del río Necaxa.

 

En el relleno de Texcapa el olor es infame. No es necesario estar cerca del depósito, “tan sólo cuando uno pasa cerca de él, por la carretera federal, el olor se percibe”. Pero hasta el momento, su impacto ambiental no ha sido objeto de estudios, aunque a simple vista se pueden percibir los efectos negativos por la contaminación de las aguas.

 

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