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 El domingo definen la situación
jurídica de González Molina  
 El domingo definen la situación
jurídica de González Molina
 
 El exconsejero jurídico del Gobierno marinista abandonó la defensa del alto comisionado con licencia del IPPC y ahora éste será representado por el defensor público Alejandro Esteban Villanueva   Selene Ríos Andraca   El juez Décimo de Distrito, José Luis Vázquez Camacho,  a más tardar el próximo domingo deberá ratificar que Gabriel González Molina se  encuentra sujeto a proceso por el delito de peculado electoral, luego de que  concediera librar la orden de aprehensión a mediados de junio, después de  analizar arduamente las pruebas recabadas por la Fiscalía Especializada  para la Atención  de Delitos Electorales (Fepade). La defensa del alto comisionado con licencia del  Instituto Poblano para la    Productividad Competitiva corre a cargo de  Alejandro Esteban Villanueva, defensor público adscrito al Juzgado Décimo, una  vez que el exconsejero jurídico del Gobierno marinista Ricardo Velásquez, sólo  prestó asesoría el lunes pasado para conseguir la libertad caucional de aquel  al que considera “el hombre más inocente del mundo”.
 En breve charla, Alejandro Esteban Villanueva explicó a  Cambio que él fue designado por el  juez Vázquez Camacho para defender al funcionario marinista recluido en la  cárcel por mediodía, ya que éste no contrató un bufete de abogados para llevar  su caso en el Juzgado Décimo.
 El lunes pasado, agentes de la Policía Federal detuvieron en  las instalaciones de la Fiscalía   Especializada para la Atención de Delitos Electorales de la Procuraduría General  de la República  (PGR) a Gabriel González, después de que el juez décimo liberara una orden de  aprehensión en su contra por el delito de peculado electoral establecido en el  Código Penal Federal en su artículo 407, fracción tercera.
 El numeral citado señala: “Se impondrán de 200 a 400 días de multa y  prisión de uno a nueve años al servidor público que (…) III. Destine, de manera  ilegal, fondos, bienes o servicios que tenga a su disposición en virtud de su  cargo tales como vehículos, inmuebles y equipos, al apoyo de un partido  político o de un candidato, sin perjuicio de las penas que pueda corresponder  por el delito de peculado.”
 El 28 de enero, Cambio  publicó una serie de fotografías y de entrevistas con aspirantes del  Revolucionario Institucional a diputados federales a su salida de un curso de  estrategia electoral dictado por González Molina al interior del organismo  gubernamental Instituto Poblano para la Productividad Competitiva.
 En su detención, Ricardo Velásquez —defensor de Mario  Marín ante la Suprema Corte  de Justicia de la Nación  por el caso Cacho— acudió al Juzgado Décimo de Distrito a verificar las razones  de la aprehensión y ese día brindó la asesoría jurídica necesaria para lograr  la libertad caucional del integrante del gabinete ampliado del gobernador Mario  Marín.
 Sin embargo, al día siguiente, cuando se presentó ante  el juez Vásquez Camacho, declaró que carecía de un defensor, por lo que el  togado nombró a Alejandro Estaban Villanueva como su abogado para evitar los  nueve años de prisión que implica el delito de peculado.
 Alejandro Esteban Villanueva explicó que aunque el  delito de peculado electoral no forma parte de la lista de delitos graves  establecidos en el Código Procesal Penal, el Código Penal establece la  privación de la libertad hasta por nueve años.
 El defensor público confesó que es la primera vez en su  vida que tiene a su cargo la defensa de un funcionario de alto nivel: “Se  advierte que era un funcionario importante, creo que tiene licencia o algo así,  es mi primer caso de esta naturaleza. Yo creo que otros de mis compañeros les  ha tocado, a mí no.”
 El abogado rechazó haber recibido algún tipo de presión  de parte de los gobiernos estatal o federal: “Estamos tranquilos y es un caso  más en el juzgado.”
 Hasta el momento, Villanueva solamente se ha  entrevistado una vez con el encarcelado y fue el lunes pasado, cuando éste  rindió su declaración preparatoria, para después reingresar al Centro de Rehabilitación  Social de San Miguel.
     Defiende  García Olmedoa González  Molina
   Rocío García Olmedo, presidenta de la Comisión Inspectora  del Congreso del estado, aseguró que la cuenta pública de Gabriel González  Molina sí fue revisada y que no contiene irregularidades. Sin embargo, en el  “Informe de Resultados” se comprueba que ejerció más recursos de los  presupuestados y que los servicios generales —donde pudo ocurrir ejercicio  discrecional— correspondieron a 73 por ciento de lo gastado. En entrevista con Cambio,  la diputada local priista negó las acusaciones que hiciera la legisladora  panista Leonor Popócatl, quien dijo que la cuenta pública no había sido  correctamente revisada.
 “No hubo ninguna duda en la sesión. De hecho desde el  jueves al viernes yo les entregué el disco con la información de la cuenta  pública y en la sesión de la comisión inspectora nadie manifestó alguna queja”,  dijo García Olmedo respecto a la declaración de la diputada panista.
 En la cuenta pública del organismo, disponible en la  página de internet del Órgano de Fiscalización Superior, sólo en Servicios  Generales, González Molina ejerció más de 15 millones de pesos sólo en 2007. Es  este rubro el que no es fiscalizado.
 Según el reporte, en materiales y suministros se  gastaron aproximadamente 12.35 por ciento de los recursos del IPPC, 9.09 por  ciento en servicios personales, 1.51 por ciento en bienes inmuebles 3.60 por  ciento en subsidios transferencias y ayudas. El restante 73.44 por ciento fue  utilizado en servicios generales.
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