SITMA manipula a sus clientes y evita retiros

El Grupo inmobiliario dice a los ahorradores que los ataques contra la empresa vienen de la competencia, asegurándole que está seguro su dinero

Miguel Ángel Cordero

Sitma Grupo Inmobiliario se aprovecha de la humildad y bajos estudios de sus clientes para disuadirlos de retirar su dinero, asegurándoles que las noticias difundidas respecto a la ilegalidad de la empresa son un ataque de sus competidores.

Entrevistados por Cambio, los clientes repetían el discurso de los asesores financieros en torno a que Sitma es un grupo inmobiliario y no bancario, con lo cual su dinero esta seguro.

Sin embargo, ninguno de los clientes abordados ha retirado la totalidad de sus ahorros. Sólo ha cobrado la mensualidad de utilidades que le promete la empresa y, dado que tal dinero está disponible, consideran que sus ahorros están seguros.

Pensionados, amas de casa, hombres y mujeres de edad madura, son los clientes de esta empresa. Contrario a ayer, la sucursal más céntrica y antigua —según dicen los propios inversionistas— tuvo constantes visitas.

A las oficinas de Xanenetla, en el bulevar Héroes del 5 de Mayo, llegaron entre 10 y seis personas durante la mañana. Todos preocupados e informados de las noticias que aseguraban que sus retiros se perderían.

Al salir, se veían más confiados. Incluso fueron advertidos por los asesores del grupo inmobiliario de que reporteros de los medios de comunicación intentarían meterles temor y que deberían alejarse de ellos. Uno de los clientes, un señor de más de 65 años, huyó a la entrevista: “Ya me voy, ya me voy”. Y poniendo pies en polvorosa cruzó el bulevar. Otros fueron menos herméticos:

Sergio Hernández
59 años
Invirtió sus ahorros hace siete años y no los ha retirado, sólo se ha mantenido con las utilidades mensuales. Es decir, nunca ha tenido su dinero en total reunido. Pese a ello, defiende a Sitma. “Es una empresa muy confiable yo tengo desde que iniciaron en Puebla. Tendría siete años en Puebla. Sí me han pagado bien. No he tenido problemas.”

José Alfonso Hernández Moctezuma (10 02)
65 años
Fue obrero. Después de muchos años trabajo, el dinero de su pensión lo invirtió en Sitma. Tenía conocimiento de la noticia de un fraude, y estaba preocupado. Al salir de la oficina, indicó que fueron los asesores quienes le aseguraron que la competencia los intentó difamar.

“La competencia es así, me dijeron. Tengo confianza porque en 2002 se fueron del Paseo Bravo al bulevar 5 de Mayo, pero entonces la empresa se llamaba Reside.”

Anónima (10 02)
50 años
La desconfianza en Sitma, en los reporteros, en los rendimientos la invadió. Sólo alcanzó a decir:
“Vine a pedir informes. Pero todavía no podría decirle o expresar una opinión de la confianza. Pero se me hace raro, dan mucho dinero y ¿de a gratis?”

Anónima (10 03)
Se dieron cuenta del lenguaje embaucador y decidieron no invertir. Ella y su hermana acudieron a pedir información de Sitma y su inversión. Les bajaron la luna y las estrellas y eso les dio temor. Se libraron de las palabras del asesor diciéndole que “en estos tiempos nadie tiene liquidez para invertir”. Al salir, una de las hermanas reveló que los asesores están “preparados para convencer pero qué bueno que no metimos nuestro dinero”. Y de inmediato sonrieron aliviadas.

Anónima (10 04)
Apresurada, temerosa por las preguntas que se le iban a hacer, explicó que la noticias que se han difundido por los medios de comunicación no le causan preocupación porque no metió dinero, sino que tiene un trato inmobiliario.
Luego de que platicara con una asesora, aseguró que la empresa tiene credibilidad e insistió: “yo no tengo dinero”.

Raymundo Castillo (10 05)
40 años
Entró corriendo. Determinado. Todavía le pidieron que tomara asiento y esperara. Dos meses llevaba apenas de haber ingresado su dinero y de pronto, un fraude. La posibilidad de que sus ahorros desparecieran recorría todo su cuerpo y lo agitaba con miedo. Por eso estaba inquieto.
Tan pronto salió, Raymundo tenía el rostro nervioso: “dicen que no hay ninguna irregularidad, que fue su competencia la que los difamó”. Pero no parecía muy convencido.

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