El PRI tiene que definir qué tipo de nación quiere: Doger


En un partido moderno debe haber disciplina, pero no “línea”, afirma el exalcalde

 

Arturo Rueda / Selene Ríos

 

A Enrique Doger Guerrero se le ha colgado la etiqueta de priista “incómodo”, “crítico”, con una militancia difícil a partir de su postura personal en plena tormenta por el escándalo Cacho. Académico de carrera, exrector de la Universidad Autónoma de Puebla, su conocimiento del Revolucionario Institucional pasó de los libros a los mítines, las campañas y los aletazos de caguamo. Con motivo de su 80 aniversario, reconoce a su partido como un fenómeno sociológico y hasta cultural, con motivo de la famosa “línea”. Su crítica es abierta: “Disciplina tiene que haber, si no hay disciplina en una organización pues hay anarquía, que tiene que haber unidad, sí, pero tiene que haber libre juego de las ideas Espero que el PRI de Puebla lo haga también. Que en unas elecciones competitivas sólo los mejores candidatos tienen posibilidades de ganar.”


Su simpatía por el PRI, afirma, viene de años, pero debido a su carrera académica, la hizo explícita a partir de su candidatura a la alcaldía en 2004. No desconoce la historia del PRI, así como sus vaivenes: “El PRI ha sufrido muchísimas transformaciones a lo largo de finalmente más de ocho décadas de existencia, desde cambio de siglas, yo diría cambio de rumbo, porque de ser un partido que en la época de Lázaro Cárdenas se declaraba socialista, en la época de Salinas y de Zedillo, pues fue más afín a la tecnocracia.”


La consistencia electoral del tricolor la encuentra en la renovación de grupos. “Esa es la sabiduría del PRI en 70 años. Que aunque somos del mismo partido pero eran grupos diferentes”. Y ejemplifica con la historia reciente de la entidad: Bartlett gobernaba y los priistas prefirieron a Melquides Morales; a su vez, para sucederlo, escogieron a Mario Marín.


Respecto de las derrotas en las elecciones presidenciales del 2000 y del 2006, Doger señala que el PRI tuvo la virtud de aprender a cambiar. “Los priistas tuvimos la madurez de reconocer una derrota grave, difícil, que movió los cimientos del partido y continuó adelante. Lo que hay que reconocer tanto en el 2000 —y sobre todo en el 2006— sin la participación y madurez del PRI, el país podría estar sumido en la inestabilidad”. A pesar de esa madurez, el exalcalde coincide con Bartlett: el PRI de no debe ser el cabús del PAN.


Doger no cesa en la autocrítica respecto del futuro del partido en su ochenta aniversario: “Uno de los problemas que creo que el PRI vive en la actualidad y que tiene que definir, es qué tipo de nación quiere, por ejemplo, tenemos regímenes priistas que han hecho una cohabitación y un cogobierno con el PAN y donde se han adoptado incluso posturas tradicionales de Acción Nacional, no voy a juzgar si fueron buenas o no, simplemente es un hecho en la actualidad, el PRI ¿qué es lo que quiere? ¿Ser una opción real para el electorado? ¿Adaptarse a las condiciones de competitividad?”


Y respecto de las buenas perspectivas electorales para el 2009 y el 2010, el exrector festeja, pero al mismo tiempo advierte: “La competencia sólo se logra con buenos candidatos, con un buen proyecto, con ideas y con trayectoria. Si pones candidatos con una trayectoria dudosa, sin una ideología firme, sin un proyecto que conecte con el electorado se puede perder. Pero eso sucede en cualquier partido. Mi conclusión es que para el 2009, 2010 y 2012 si el PRI se presenta unido, con buenos candidatos y una buena plataforma, tiene muchas posibilidades de convencer al electorado.”

 

AR: ¿Cómo inicia tu militancia en el PRI, cómo empiezan tus acercamientos con el PRI? Porque precisamente hay muchos priistas que te acusan de ser un neopriista.

EDG: Bueno, ese es un argumento para descalificar la trayectoria de una persona, yo estaba en el PRI y por supuesto simpatizaba con el PRI desde que terminé la carrera universitaria, sin embargo al ser funcionario universitario, yo fui funcionario desde 1990, hace 19 años, yo estaba obligado a mantener una actitud imparcial, una conducta imparcial perdón, y a ser plural como son las universidades, como debe ser la conciencia crítica de las instituciones, y mucho más cuando fui rector en 1997, yo fui el primer rector que invitó a los candidatos a la Presidencia de la República en la época moderna a la universidad, acudieron Vicente Fox, Francisco Labastida y Cuauhtémoc Cárdenas como los tres primeros candidatos en el 2000 a exponer sus plataformas. Cuando yo dejo la Universidad Autónoma de Puebla, dejo la rectoría en 2004, pues ya puedo expresar claramente mi militancia priista y resulto ser el abanderado del PRI a la presidencia municipal.


AR: ¿Por qué el PRI, porqué simpatizas con el PRI, precisamente en la época que el PRI deja de ser atractivo, es decir, deja de obtener y de ganar todas las posiciones de poder, vienen los grandes vaivenes ideológicos?


EDG: El PRI es un fenómeno, es un partido político por supuesto, pero es un fenómeno, social y sociopolítico que ha generado muchísimos análisis y le han determinado su acta de defunción muchas veces, particularmente en el 2000, el PRI ha sufrido muchísimas transformaciones a lo largo de, pues, finalmente más de ocho décadas de existencia, desde cambio de siglas, yo diría cambio de rumbo, porque de ser un partido que en la época de Lázaro Cárdenas se declaraba socialista, como el gobierno de Cárdenas, a ser un Gobierno en la época de Salinas y de Zedillo, pues más afín a la tecnocracia y también, pues, ahora con la nueva asamblea se declara socialdemócrata. El PRI que también ha sido un fenómeno raro porque es un partido multiclasista donde caben todos: empresarios, militares, campesinos, obreros y el sector popular que quiere decir todo: profesionistas, empleados, y militantes. El PRI tenía un defecto, nació en el poder y para el poder, no estaba acostumbrado al libre juego democrático y hay que reconocer que en poco tiempo se adaptó, en el 2000 cuando se perdió la Presidencia de la República muchos decían, ya el PRI se acabó, murió. Pero no sólo no murió, empezó a ganar elecciones locales.


AR: Tengo la impresión que a los priistas de tu generación les interesan más conceptos como elecciones, como competencia, como encuestas, que a los priistas tradicionales que hablaban de ideologías, proyectos de nación, soberanía…


EDG: Para mí también es muy importante la ideología y el proyecto de nación, uno de los problemas que creo que el PRI vive en la actualidad y lo que tiene que definir es qué tipo de nación quiere, por ejemplo tenemos regímenes priistas que han hecho una cohabitación y un cogobierno con el PAN y dónde se han adoptado incluso posturas tradicionales de Acción Nacional no voy a juzgar si fueron buenas o no, simplemente es un hecho en la actualidad, el PRI ¿qué es lo que quiere? ¿Ser una opción real para el electorado? ¿Adaptarse a las condiciones de competitividad? Realmente tenemos pocos años de elecciones transparentes creíbles y competitivas; ahora la gente sabe que con su voto puede hacer ganar un candidato o a otro sin dejar de lado (…) sigue habiendo vicios y algunos casos corrupción.


AR: Hace unos momentos tu decías, el PRI es un fenómeno social, sociológico y hasta cultural. Se dice que hay una cultura política del PRI con el que a veces tú también has sido muy crítico, la cultura del “Sí señor”…


EDG: Del sometimiento.


AR: La cultura de la “disciplina” como la denominan los priistas…


EDG: La disciplina es importante, pero la disciplina no debe significar sumisión, yo creo que lo que sí hace falta es que el PRI esté acorde con lo que la sociedad moderna exige. Que es un mayor debate, una mayor democracia, que no significa división. Pero el pretender acallar las voces disidentes o las voces diferentes, simplemente porque no están de acuerdo con la línea, eso no lleva a nada. Disciplina tiene que haber, si no hay disciplina en una organización, pues hay anarquía; que tiene que haber unidad, sí, pero tiene que haber libre juego de las ideas. Espero que el PRI de Puebla lo haga también. Que en unas elecciones competitivas sólo los mejores candidatos tienen posibilidades de ganar. Y muchas veces los mejores candidatos no son los de la línea oficial o los del grupo en poder. Más bien la regla es que son de fuera del grupo de poder. Porque el electorado premia y castiga. Dice quién quiere que siga al frente de un Gobierno y quién no. Se ha visto incluso en el PRI que esa ha sido una de sus sabidurías. El PRI ha gobernado el estado en la historia reciente. Pero los grupos hegemónicos en su momento no perduran. Vamos a hablar de las tres últimas elecciones. Cuando Manuel Bartlett, que fue un magnifico gobernador y visionario, sin embargo el electorado y en concreto los priistas, quisieron a una persona de otro grupo y escogieron a Melquiades Morales. En la elección de Melquiades Morales, un gobernador muy popular, muy querido y con gran arraigo, la gente no aceptó al candidato que proponía su grupo y eligió a alguien de fuera, como es Mario Marín. Yo te dejaría la tercera como incógnita. ¿Va a ser alguien que sea del grupo del poder o va a ser alguien que signifique un cambio? Mi percepción es que la gente quiere una renovación de los grupos. Esa es la sabiduría del PRI en 70 años. Que aunque somos del mismo partido pero eran grupos diferentes. Sobre todo que el país venía de un trauma que fue la dictadura de Porfirio Díaz. Pero mira, la Revolución Mexicana es nuestro nutriente, nuestra base, pero hay que reconocer que fue una guerra civil, de facciones, que muchos de los caudillos acabaron enfrentados y asesinándose unos a otros. Pero incluso desde la denominación, porque no hay nada más contradictorio que una revolución institucional, porque revolución significa cambio, movimiento, y la institución solidez. Pero así hemos estado durante 80 años y hay que reconocer que en los últimos años los electores han seguido apoyando al PRI.


AR: Oye, el 2 de julio del 2000 el PRI pierde la Presidencia de la República, tú eras rector, ¿qué pensaste, qué sentiste en ese momento?


EDG: Quien no piense que fue un cambio radical en la vida del país, sí. A lo mejor Fox se quedó corto. Los priistas tuvimos la madurez de reconocer una derrota grave, difícil, que movió los cimientos del partido y continuó adelante. Con un partido además acosado, porque en la época de Fox se persiguió al PRI por el famoso Pemexgate y a dirigentes petroleros identificados con el partido. Fue una acusación que incluso le costó una multa millonaria. Sin recursos sin el Gobierno el PRI sobrevivía, porque pretendían aniquilarlo. Lo que hay que reconocer tanto en el 2000 —y sobre todo en el 2006— sin la participación y madurez del PRI el país podría estar sumido en la inestabilidad. Qué pasaba si en el 2000, teniendo el poder, grupos priistas no hubieran reconocido el triunfo de Fox. Hubiera habido un problema, quizá menor, porque la victoria de Fox fue contundente. Pero en el 2006 cuando el candidato ganador tuvo ganó por poco más de 200 mil votos, no nos hemos imaginado si el candidato y los grupos del PRI no hubieran reconocido su triunfo, el país se hubiera sumido una crisis enorme. Para no hablar del hecho que gracias a los candidatos del PRI se dio el quórum y la posibilidad de que Calderón asumiera la Presidencia. El PRI ha actuado con responsabilidad, que espero no sea sumisión al poder en turno. Yo ahí coincido con Bartlett de que el PRI es un partido de oposición y tiene que comportarse como tal. Si no, se desdibuja.
AR: Pero Bartlett dice que el PRI se ha convertido en el cabús del PAN…


ED: Respeto mucho la opinión de don Manuel. Lo respeto, aprecio y le tengo reconocimiento. Es de los pocos priistas congruentes y ha defendido públicamente sus puntos de vista.


AR: En 2006, ya como alcalde observas la reorganización del PRI. Del paso del partido de una sola voluntad, al de la voluntad de 18 o 17 gobernadores y el CEN. ¿Cómo ves esa transformación?


ED: Hay que reconocer que en los estados de la República los gobernadores emanados de un partido tienen un ascendente moral y son líderes reales de su partido. Pero eso pasa en todos los sistemas democráticos. No hay que preocuparse. Lo que sí creo que debe de haber más es un libre juego de las ideas y un respeto a las opiniones. Eso le da fortaleza y vigor a los partidos. Me parece que en el PRI tiene que darse. Que hay la cultura de la línea, pues sí, y que si tienen una opinión diferente eres un apostata o hereje. Pero hay que defender las ideas. No es la primera vez que en el PRI se da. En los 60 Carlos Madrazo propuso una transformación del PRI, que sigue vigente a nuestros días. Que falleció y no hubo oportunidad de verlo concretado, sí. Reyes Heroles lo planteó también cuando fue dirigente del PRI “primero el programa y después las personas”, pero no le permitieron hacerlo. Pero el germen de las ideas y propuestas está. El PRI pierde cuando se aleja de la sociedad, cuando se le inyecta la soberbia y esta cuestión del poder que marea y pretende ser una continuidad sin discusión. Ahí es donde el PRI se fractura y pierde. Lo hemos visto todo el tiempo. Te pongo un ejemplo de Puebla —que se puede repetir en cualquier parte del país—, el PRI ha perdido en municipios donde la oposición es inexistente porque escoge mal a sus candidatos, porque hay una línea o hay una imposición. Entonces el líder real en un municipio se va a otro partido, lo va formando y gana la Presidencia Municipal. Nosotros vimos a lo largo de la historia —situación que se rompió con el Gobierno de Mario Marín— que el PRI venía perdiendo cada vez más municipios. En la época de Mariano Piña Olaya no recuerdo el dato, pero de los 217 se perdieron 60, con Bartlett otro tanto más y en la época de Melquiades es cuando más se pierden. Pero hay una cosa real, nunca ha perdido la gubernatura ni el control del Congreso del estado. Es un fenómeno que hay que observar.


AR: En 2006 el PRI vuelve a perder la Presidencia de la República. Tú tenías una buena relación con el Comité Ejecutivo Nacional, con Roberto Madrazo. ¿Qué observas, por qué pierde el PRI?


ED: Mira, fue una combinación de factores. La primera, sin duda, Roberto Madrazo no pudo penetrar en el electorado y convencerlo de una leyenda negra que hasta la fecha existe. Que era un hombre sin confianza con mentiras y que finalmente a los ojos de muchos electores no era un buen candidato. Segundo, la estructura del PRI no se mantuvo unida del todo. Y algo que debe movernos a reflexión, que el exlíder del PAN, Manuel Espino, lo escribe en su libro, que hubo traición de algunos gobernadores. Lo dice con una desfachatez que mueve al asombro —y en el libro de Roberto Madrazo lo dice también— “con la lógica pragmática de que López Obrador era una amenaza mejor apoya a mi candidato”. Y quizás, no tengo pruebas, algunos gobernadores optaron por eso. Si el líder moral de un estado no permite el libre juego, el partido no se mueve. El PRI es una maquinaria asombrosa. Si tiene cuadros en cada uno de los municipios, gente muy valiosa y muy destacada, pero que se mueve en función de la línea. Si no hay línea simplemente no lo hacen. La otra, un diseño muy claro, el presidente en el poder Vicente Fox, hubo una andanada contra dirigentes priistas, primero Montiel, después Mario Marín y al final Ulises Ruiz. Y un golpeteo donde hubo una difusión enorme de todo eso. Cuando Madrazo se desploma en las encuestas después van contra López Obrador con la misma receta. López Obrador se vuelve un peligro para el país y la campaña que finalmente le da el triunfo a Calderón con 250 mil votos de diferencia. Que le faltó capacidad de visión al PRI para enfrentar eso, sí. Que le faltó capacidad de visión al PRI para ver que si su candidato no levantaba, cambiarlo, me parece que eso también pasó. Ojalá no suceda en los estados o en los municipios.


AR: Hoy el PRI tiene buenas perspectivas para ganar la mayoría en la Cámara de Diputados, para retener la gubernatura en Puebla e incluso tiene buenas perspectivas para recuperar la Presidencia en el 2012 ¿Pero hay PRI más allá de las encuestas?


ED: Por supuesto, pero además hay un error que a veces inyecta soberbia. Las encuestas son un espejo y un retrato del momento que a veces te apapachan y a veces te deprimen. Pero son eso, un retrato del momento. Mi perspectiva es que el PRI tiene muchas posibilidades de sacar un buen resultado a nivel nacional en las elecciones en julio de 2009. Pero lo que hay que preguntarnos —y lo he conversado con Beatriz Paredes, ella coincide— si el PRI está haciendo bien las cosas o es porque el partido en el poder lo está haciendo muy mal. Son dos cosas muy diferentes. La otra, son elecciones muy diferentes. El elector cada vez esta mas informado, que no se deja llevar por dádivas, por más pisos dignos o tinacos que se den, de cualquier gobierno, no necesariamente vota. El voto vale e influye. Lo que vamos a ver que la elección del 2009 no va a ser ni tan amplia para el PRI ni tan catastrófica para el PAN. La encuesta que publica GEA señala un empate técnico. De qué va a depender, de los candidatos y de la operación política. Sin dejar de lado que la Presidencia de la República hay un hombre de partido. Felipe Calderón fue su presidente y sabe operar, además de que tiene el Gobierno federal a su favor, que eso también influye. Finalmente creo que el PRI debe de estar preparado para competir. La competencia sólo se logra con buenos candidatos, con un buen proyecto, con ideas y con trayectoria. Si pones candidatos con una trayectoria dudosa, sin una ideología firme, sin un proyecto que conecte con el electorado se puede perder. Pero eso sucede en cualquier partido. Mi conclusión es que para el 2009, 2010 y 2012 si el PRI se presenta unido, con buenos candidatos y una buena plataforma tiene muchas posibilidades de convencer al electorado. Que ya por ser más humilde que sea ya no se deja engañar. Acepta las dádivas y vota en contra. Te voy a poner un caso, aunque me puede generar un problema dentro del PRI. En la única elección extraordinaria que se realizó en el pasado proceso local, en Felipe Ángeles, un municipio relativamente pequeño, todo mundo creía que el PRI iba a ganar. Y hubo una operación amplia de mi partido. Hubo precandidatos al Gobierno del estado que fueron 10 veces, con presencia muy clara ¿Y quién ganó? Ganó Acción Nacional. Conclusiones, no hay victorias anticipadas ni derrotas permanentes.


AR: ¿Qué significa ser priista hoy? ¿Los priistas tiene algún tipo de identidad? ¿Qué los une, siendo tan diferentes?


ED: El PRI es tanto un fenómeno sociológico como un mosaico muy variado. Porque en el PRI encuentras de todo, hay empresarios, campesinos y obreros. Pero si los identifica una ideología clara, aunque para algunos les parece anacrónica porque la revolución está por cumplir 100 años de que formalmente haya iniciado. Sin embargo, esa es la matriz nutriente del PRI, pero debe de adaptarse a las condiciones del siglo XXI, sin duda. Me parece que hace falta una mayor discusión ideológica, una adaptación a los retos del siglo XXI porque la revolución se hace en un país de pocos millones de habitantes, semirrural y analfabeta. Ahora México es un país de poco más de 110 millones de habitantes, con una mayor concentración urbana y ya no tiene un analfabetismo tan grande como el que existía en aquella época. Sobre todo, nos une una geopolítica que no podemos soslayar. Estados Unidos. Cuál debe de ser la posición real en el siglo XXI. Qué le dice el PRI a esa gran cantidad de mexicanos que la revolución mexicana es un hecho que les enseñan en los libros de texto pero ya no la viven como lo vivimos los mexicanos de los 50, 60 y 70, es una revolución de un siglo. No dice lo mismo la revolución de 1910 a la del 2010. Eso debemos de preguntarnos. Yo creo que el PRI puede seguir diciendo mucho si se adapta con claridad a la nueva lucha de partidos y deja de lado la ominosa cultura de la línea. Que en ocasiones cuando es acertada qué bueno, pero cuando es equivocada, lleva al desastre a todos. Pero también hay que señalar algo —que ojalá no pase en Puebla en el 2010— en los estado de la República donde el PRI ha perdió, se desdibuja y pierde cuadros, apoyos y sustento social. Tenemos estados de la República importantes donde el PRI lleva sexenios sin ganar. Un ejemplo Jalisco, otro Guanajuato, San Luis Potosí o el Distrito Federal que es el corazón del país, donde hay mayor concentración urbana y nivel educativo, el PRI se va al tercer lugar. Es lamentable. Lo que yo no quiero es que el PRI sólo sea un partido rural. Que tenga una base rural pero que sea un partido urbano, que le dé respuesta a esas amplias franjas de base media, que surgieron gracias a políticas del PRI. Tú me preguntabas que porqué estaba con el PRI. Por la creación de instituciones que bien o mal marcaron el siglo XX de éste país. El Seguro Social que atiende a decenas de millones de mexicanos gratuitamente, las universidades públicas que son un factor de movilidad hasta hoy y la cultura misma que aunque tiene sus errores permitió el florecimiento del muralismo, de escritores de talla internacional que buena falta hacen en el México del siglo XXI. Yo creo que el PRI tiene mucho que dar pero a condición de una modernidad de sus cuadros y de sus dirigentes, que tengan una visión nueva y diferente. Porque qué le dice el PRI del siglo XXI a los jóvenes actuales, que no tienen perspectiva y viven en una crisis permanente. Pero ojo, si nos equivocamos y no nos renovamos puede surgir otra institución política que le dispute el terreno electoral al Partido Revolucionario Institucional.


Selene Ríos (SR): ¿Alguna vez ha pensado salirse del PRI?


ED: No, aunque he recibido tal cantidad de ataques y descalificaciones desde que inicié mi actividad política abierta en el PRI, que a veces uno piensa si es espontáneo o inducido. Pero a lo largo de estos años yo no voy a dejar mi posición crítica. Yo creo que la crítica le hace mucho bien al PRI, siempre que respetemos los principios, estatutos y programas de acción. Pero el pretender que el que está calladito recibe más premios, pues eso no ayuda en nada al PRI.


SR: En el PRI de Puebla no hay una voz crítica. ¿Realmente hay cabida para los críticos en el PRI?


ED: Yo creo que sí. Es difícil porque el mantener una actitud disidente a veces te satanizan, te descalifican y te echan la cargada. Tocando el tema reciente (del Congreso) a mí me parece que la ley que se aprobó es un error por parte de mis compañeros del PRI. Pero bueno, es parte de la pluralidad, entre comillas. La posición de Rocío García, es una posición valiente, de género, de defender a las mujeres y muy valiosa. Ojalá haya más priistas como ella que le darían mayor vitalidad y consistencia ideológica al PRI. En el caso Lydia Cacho es un asunto muy debatido que sin duda generó una polémica nacional e internacional, que ya fue analizado por los tribunales y ya queda atrás de alguna manera. Mi posición más que crítica era decir que había un problema real y que había que atenderlo. Creo que se magnificó y que sí fui el único que lo señaló públicamente, pero hay que defender lo que uno piensa. Yo desconfió de aquellos que por conveniencia prefieren quedarse callados. Hay que defenderlo con argumentos. Yo siempre fui respetuoso, yo siempre defiendo la institucionalidad y respetuoso de la autoridad, en este caso del gobernador, nunca la pondría en duda. Pero los puestos políticos los ocupamos los humanos y nos podemos equivocar. Yo he cometido errores y creo que todos lo han hecho. Hasta el presidente de la República lo ha reconocido en su momento. Sin embargo, fue un fenómeno difícil, grave que genero una polémica muy amplia durante dos años y ahí está. Ya será juzgado por futuras generaciones y análisis más fríos. Fue resultado por los tribunales, el gobernador actual sigue su trabajo y va a concluir, espero, exitosamente su gestión.


SR: ¿No ha pensado que si deja de ser priista dejaría de tener tantos ataques y tantas presiones?

 

ED: Me lo han dicho mucho y es asombroso cómo me dicen. Yo creo que es mucho más valioso defender una posición dentro de una institución que salirse. Yo seguiré defendiendo mis posiciones dentro del PRI y si algún día quieren expulsarme del PRI, pues quiero ver al valiente que lo haga y que lo argumente.

 

 

 

 

 

 

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