Melodrama evangélico en el PRI
En menos de 60 segundos, con testimoniales y palabras benditas, Claudia Hernández produjo su primer documental sobre los candidatos priistas a diputados federales
Selene Ríos Andraca / Jorge Pérez Soto
La cursilería de Claudia Hernández Medina empapó el arranque de campaña del PRI y confundió la presentación de los candidatos a diputados federales con un programa de bajo presupuesto de Televisión Azteca para mostrar el lado sensible, divino y melodramático de Paco Ramos, Blanca Jiménez, Leobardo Soto, Juan Carlos Natale y Juan Pablo Jiménez Concha.
Con el apoyo de unos videos rosas, Claudia Hernández transformó a los cuatro candidatos capitalinos y al de San Pedro Cholula en mártires, patriotas, héroes, filántropos, líderes, demócratas, y por supuesto, divinos y milagrosos, mas no santos, cuyas imágenes se adoran sólo en los templos católicos.
Claudia Hernández dejó a un lado su papel de secretaria general del PRI para erigirse como la pastora de los priistas y la productora de programas baratos con perfil humanista, y sin la autorización de su jefe, Alejandro Armenta ni de la delegada del CEN, Mercedes Guillén, proclamó a los gallos tricolores como seres divinos que merecen divulgar la palabra de Dios desde San Lázaro y como seres humanos sabedores de las necesidades sociales.
Su primer documental versó sobre la supervivencia de cinco priistas que han enfrentado la adversidad, la corrupción, el dolor, la maldad, la avaricia, con trabajo, con esfuerzo, con resistencia y con Dios, siempre, siempre, en su corazón.
Los videos, dignos de aparecer en Historias Engarzadas, Con un Nudo en la Garganta o La Rosa de Guadalupe, revelaron a los ojos mundanos de las 100 personas aglutinadas en la sede municipal del PRI que, más allá de anhelar un sueldo de 152 mil 303 pesos esperan evangelizar y reformar a Puebla con inéditas doctrinas legislativas.
Aunque no hubo alabanzas ni para Jesús ni para nadie, sí hubo austeros, crudos y sensibles testimonios sobre el apostolado de Paco Ramos, Blanca Jiménez, Leobardo Soto, Juan Carlos Natale y Jiménez Concha. Sólo faltaron testimonios de sus seudomilagros.
Y los paganos reaccionaron a la cursilería de Claudia Hernández. Alejandro Armenta apretó la mandíbula, se sobó la barbilla y clavó sus ojos en el portón del edificio; Mercedes Guillén chasqueó la boca, puso los ojos en blanco y jugueteó desesperadamente con sus manos sobre el presidium.
¡Oh, Paco Ramos! ¡Oh, salvador de los jóvenes! Es Francisco Ramos, candidato por el sexto distrito, el nuevo niño héroe, aquel que con sus sabios consejos alejó al drogadicto del elixir satánico, que tendió la mano a la niña embarazada, que le cortó el cabello al greñudo y que vistió al desnudo: “Yo soy Paco Ramos y quiero ser tu diputado”.
Es Paco Ramos y no hará travesuras. Ese hombre que dejó a un lado su puesto en la administración marinista para hacer más, para conseguir más, para servir al pueblo, para ser leyenda, para ser protagonista de su propia vida.
Pero Lucifer saboteó la apología de Francisco Ramos, pues los cables del sonido ardieron como el maldito infierno y sólo palabras raras, quizá en arameo, se lograron escuchar, en lugar de los milagros realizados por Paquito en el Instituto Poblano de la Juventud.
La torturada Blanca Estela Jiménez fue elevada a candidata digna de la devoción por sus cientos de horas y sus litros de sudor gastados en el Congreso local: “Porque es una mujer trabajadora y sí cumple su palabra”. Alabaré, alabaré, Blanca, yo te alabaré.
Para todos, hubo elegidos del señor. La clase obrera encontró en Leobardo Soto al gran redentor de los pobres, a aquel que se enfrenta con la burguesía, a los caciques, para abolir la esclavitud del proletariado. Aquel que vive con un pan, un par de huaraches y una túnica rota y desgastada para pelear por la justicia laboral en Puebla.
El hombre que fue criado en cuna de oro y que abandonó la vida cómoda para luchar a un lado de los obreros, de los trabajadores, para actuar en la novela de su vida.
Y de pronto, la divinidad recurrió a la mentira para dignificar a Juan Carlos Natale, candidato por el distrito XI. Ese querubín, de rasgos finos y ojos pizpiretos, ha tenido misericordia por sus fieles. Desde el videohome, un comerciante afirmó que “desde todos sus cargos” (¿?) ha gestionado milagritos para los comerciantes de La Piedad. “Todos sus cargos”, enfatiza un comerciante en el video. “¿Cuáles cargos?”, pregunta un sacrílego desde la tercera fila.
Juan Pablo Jiménez, antiguo dueño de los cielos en San Pedro Cholula, “es una persona que vive para la política y no de la política”, explica un humilde señor en la enorme pantalla. Es ese hombre que vivió del presupuesto del municipio que robó al rico para alimentar al pobre.
Para dar fe de la veracidad de los prodigios, ellos estaban ahí. Sonriendo. Sonrojándose. Regocijándose. Disfrutando de la adoración, creyendo la palabra bendita de los testimonios. Erigiéndose como los elegidos del dedo castigador de Dios Padre y su hijo, Jesús. ¡Alabado sea el señor!
PRI incumple reglamento del IFE
El acuerdo del Instituto Federal Electoral con partidos políticos era claro: no están permitidos actos proselitistas con públicos masivos, conglomerar partidarios en espacios cerrados ante la contingencia sanitaria, no obstante el PRI poblano hizo caso omiso y llenó con, por lo menos, 100 personas, el patio de las oficinas municipales.
Todos y cada uno de los que tomaron el micrófono —el mismo, por cierto— indicaron su preocupación por la situación que atraviesa México, tanto en la crisis económica, como la pandemia del virus A H1N1, pero ninguno respetó las normas que impuso la Secretaría de Salud federal.
Ninguno de los presentes, por lo menos en el estrado, llevaba tapabocas, ninguno cambió el micrófono, ninguno limpió siquiera el altoparlante.
Eso sí, el dirigente estatal del PRI, Alejandro Armenta Mier criticó al PAN por utilizar el tema de la influenza como una herramienta política, con lo cual sólo crean pánico entre la sociedad.
“Fue una reunión muy corta y es un lugar abierto. Vamos a estar respetando el proceso, por eso no hicimos ningún evento multitudinario, es un evento mínimo de arranque de campaña, con estricto respeto. Son muy pocas personas, íbamos a hacer un acto con más de 30 mil personas”, espetó Alejandro Armenta Mier, dirigente estatal del PRI, al haber metido a más de 100 personas en el patio de las oficinas del tricolor en Puebla.
Sin embargo, minutos más tarde, los cuatro candidatos del PRI por la capital poblana repartieron volantes informativos sobre cómo atenderse en caso de padecer influenza, mismo papel que incluía en la contraportada el mensaje: “Primero tu salud familiar”, acompañado con una imagen del partido.
Más de 10 jóvenes priistas participaron en esta comisión, no se sabe si eran integrantes del Instituto Poblano de la Juventud, o del Frente Juvenil Revolucionario, pero eso sí, todos promocionaban al partido tricolor con el tema de la influenza.
En la soledad, AN arranca campaña
Mientras tanto, Acción Nacional presentó a sus cuatro candidatos por la Angelópolis —Luis Mora Velasco, Eduardo Morales Garduño, Myriam Arabian Couttolenc y Augusta Díaz de Rivera— en un restaurante de la zona oriente de la ciudad, donde sólo estuvieron presentes integrantes de esta fuerza política, la mayoría de ellos portando tapabocas, pero sin usarlos adecuadamente.
Incluso, la fotografía oficial del acto, que se encuentra en la página de su Comité Directivo Estatal, muestra a los cuatro candidatos sin protección ante los riesgos de contagiarse de influenza AH1N1.
Sin embargo, ante la imposibilidad de presentarse ante sus simpatizantes, algunos, como Myriam Arabian, se pasearon por las calles del Centro Histórico en carros que promueven su imagen, así como canciones invitando al voto por el PAN.
Durante el acto, Rafael Micalco Méndez, dirigente estatal del blanquiazul, comentó que el panismo poblano tiene la suficiente fuerza para retrasar el inicio de las campañas en presentaciones multitudinarias.
La chiquillada le teme a la influenza
De manera simultánea, la alianza Salvemos a México —integrada por Convergencia y Partido del Trabajo—, presentó a los que serán sus abanderados por Puebla en las próximas elecciones, sin embargo el número de los presentes no superaba más de 20 personas, principalmente asistentes de los propios candidatos.
El PRD fue la única agrupación que decidió postergar la presentación de sus candidatos, así como el inicio propio de las campañas, arguyendo que la situación de la influenza requería esperar un mayor tiempo.
No obstante, trascendió que el retraso se debió a que Miguel Ángel Ojeda Sosa renunció a la candidatura por el distrito XI, misma que se hizo oficial el lunes, llevó al dirigente estatal del sol azteca, Miguel de la Rosa Esparza, a buscar un sustituto de manera urgente.
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