Fracasa conversión de la recta a Cholula
Se pretendía convertirla en bulevar y se tiraron a la basura 30 millones
Pese a que el avance de la obra llevaba ya un 90 por ciento de avance, la Seduop, que dirige Javier García Ramírez, dio marcha atrás al proyecto que ya contaba con cruceros, calles perpendiculares, semaforización y señalética
Miguel Ángel Cordero
La inversión de más de 30 millones de pesos que se hizo para la modernización de la recta a Cholula con la intención de convertirla en un bulevar, fue otro dispendio inútil de Javier García Ramírez, pues con la obra terminada al 90 por ciento la Secretaría de Desarrollo Urbano (Seduop) dio marcha atrás al proyecto y ahora nuevamente es una vía de alta velocidad.
El recurso destinado para la creación de cruceros, calles perpendiculares, semaforización, y señalética sí fue ejercido, pero posteriormente dilapidado. La evidencia física del dispendio todavía puede observarse: los retornos fueron cerrados con muros de contención, los semáforos se encuentran tirados a la vereda del camino y los pasos peatonales pintados sobre la vía conducen a una trampa mortal.
De acuerdo al reporte oficial de la Seduop, disponible en la página de comunicación social del Gobierno del estado, la rehabilitación de la recta Puebla-Cholula para convertirla en un bulevar se ejercería en una longitud de 6.4 kilómetros y su costo sería de 30 millones 690 mil pesos.
Al nuevo bulevar a Cholula se le habían colocado semáforos, rotondas, señalética, ingresos con la inversión antes referida. Sin embargo, un buen día la Seduop dio marcha atrás al proyecto y la recta fue reconvertida, otra vez, a una vía de alta velocidad.
De vía rápida a bulevar y de bulevar a vía rápida
Antes de la remodelación, la recta a Cholula no tenía accesos constantes, reductores de velocidad y semáforos. Era una vía rápida cuyos límites eran una guarnición única que iba de Puebla a Cholula.
Cuando García Ramírez remodeló la vialidad, estas guarniciones desaparecieron y había ingresos y salidas, calles y pasos peatonales. Pero, de la noche a la mañana, el secretario cerró las mismas avenidas nuevas que había creado.
Frente a la discoteca Portos Tropical se ven las bardas de concreto colocadas para clausurar un acceso anteriormente edificado en la remodelación de la recta, justo cuando fue bulevar. Más adelante, un semáforo pequeño que permitía cruzar a peatones quedó colocado de manera extraviada. Último vestigio del bulevar regresado a vía rápida. Para no tirar este señalamiento luminoso, la Seduop sólo le colocó intermitentes rojos y amarillos que no señalan nada.
Frente al fraccionamiento Los Pinos había sido construido un retorno cuando el camino a Cholula se convirtió en bulevar. Nuevamente, con placas de concreto hidráulico el secretario reconvirtió el tramo de 250 metros en vía rápida. Aún las líneas dibujadas en el asfalto indican la posibilidad de vuelta.
También fue bloqueado el ingreso al carril derecho que da acceso al fraccionamiento Los Pinos y a la filial de la Volkswagen. El mismo tramo tenía reductores de velocidad para el paso peatonal cuando fue bulevar a Cholula. Las líneas amarillas de lo que había sido una calle perpendicular no han sido borradas.
Pasando el puente que lleva a la Universidad de las Américas (UDLA), en el camellón, los restos de dos semáforos están tirados negligentemente. Un pequeño bulldozer permanece ahí y los anuncios de “Semáforos en Operación a 1000 metros” denotan lo que había sido un crucero cuando la recta fue bulevar. Una vez desechados, la misma regresó a vía rápida.
Los señalamientos tirados poseían además obra inducida, es decir, para éstos y otros que se colocaron originalmente en la recta se edificó tubería para conductos eléctricos, es decir, obra inducida que finalmente no se ocupó. También estaba tirado en esa zona un tubo de PVC 200 milímetros para trasportar agua y cuya marca es Rexolit.
Durante el cambio de la recta a bulevar y bulevar a recta, García Ramírez comentó que una vez concluidas las obras en los dos cuerpos centrales, se iniciarían las remodelaciones de las laterales, las cuales serían más complicadas debido a que son las entradas a las zonas habitacionales y comerciales que comprende toda esta vialidad.
Esta difícil construcción finalmente no fue aprovechada, pues en lugar de mantenerse la recta como bulevar, permaneció como una vía rápida.
Incluso a principios de ese año, en una nota de Periódico Digital, el secretario indicó que “una vez que se concluya con el tendido de la carpeta asfáltica, se trabajará en toda la señalización tanto horizontal como vertical, y se retirarán todos los letreros de los anuncios que además de que ofrecen un mal aspecto, restan visibilidad a los automovilistas y provocan accidentes”.
Ahora la confusión es superior, pues los señalamientos del bulevar combinados con los que poseía con anterioridad la recta confunden al conductor. Hay algunos que advierten de semáforos inexistentes o desviaciones. Otros indican que la velocidad no debe exceder los 60 kilómetros por hora.
Hemablock, la responsable de la obra
La obra encargada a la empresa Hemablock y pagada con recursos del Fondo Metropolitano, comprendió la ampliación de los dos puentes de alcantarilla ubicados en esta zona, el que se encuentra a la altura de la PGR y el otro a la altura de la subestación de la CFE.
Los proyectos ejecutivos de ambos puentes costaron 20 millones de pesos —extraordinarios a los 30 millones de la remodelación de la recta—, los cuales fueron tomados de lo que sobraba del fondo por 150 millones de pesos, utilizados para la rehabilitación de la recta a Cholula, la rehabilitación de la Forjadores y de la entrada de la 14 Oriente a la carretera federal a Tehuacán.
La mala planeación de la obra que generó la colocación de confusos señalamientos ha originado accidentes. El 5 de octubre, agentes del departamento de Servicios Periciales de Vialidad del Estado reportaron una volcadura en el módulo del Frijol.
En el accidente, Aarón Tepanécatl Bortoni perdió la vida minutos después de volcarse una pipa con placas del estado de Puebla cuyo conductor se dio a la fuga. Del percance resultaron lesionadas tres personas: Juan Tzili, Esperanza Vargas Urbano y Juan Cuautli Jiménez, todos fueron trasladados al Hospital General de esta ciudad.
El veredicto de la autoridad fue que el automovilista circulaba con exceso de velocidad y bajo el influjo de bebidas alcohólicas, aunque el retorno, sin haber sido inaugurado, cobró su primera víctima.
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