Coraje y desconcierto entre trabajadores de Luz y Fuerza
La PF dice que todo fue de última hora
Heriberto Hernández Castillo / Corresponsal / Juan Galindo, Pue
En medio del desconcierto, caras largas, angustia, lamentaciones, desesperación y contradicciones, los trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) recibieron la noticia de la liquidación por decreto de la empresa, reunidos en las instalaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas SME, División Necaxa.
No daban crédito a lo que estaba pasando en las instalaciones de la Compañía de Luz, que minutos antes habían sido tomadas por elementos de la Policía Federal PF, quienes recibieron la orden de sus mandos de controlar la infraestructura de la empresa cerca de las 10:30 de la noche.
Los hechos sucedieron cuando muchos electricistas aún estaban con el buen sabor de boca que había dejado la clasificación de México a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. Eso pasó a segundo término, no solamente para los electricistas sino para sus familias y para quienes dependen de manera indirecta de Luz y Fuerza del Centro.
Al saber los acontecimientos, los agremiados al SME se empezaron a concentrar en las instalaciones del Sindicato, ubicado en el centro de la cabecera municipal de Juan Galindo, Nuevo Necaxa, varios se salieron de alguna fiesta para poder llegar, otros mostraban que ya estaban descansando en sus casas. Poco a poco fueron abarrotando el recinto y unos más permanecieron afuera con parte de su familia.
Al interior del inmueble montaron su equipo de sonido y un presídium, donde estaban los representantes sindicales de la división. Quienes quisieron se anotaron para tomar la palabra y dar un discurso por lo sucedido. Ahí empezaron las discrepancias por el plan a seguir, unos sugerían ir a las instalaciones y estar pendientes de lo que sucedía con ellas, otros manifestaron que era mejor estar lejos de los federales y no caer en provocaciones, unos más se pronunciaron por esperar indicaciones de sus líderes del Comité Central para saber qué es lo que se va a hacer por lo acontecido.
Sacaron a los medios
Otro punto de debate fue la presencia de los medios de comunicación. La mayoría de los presentes se pronunciaron por evitar que estuvieran representantes de la prensa, “porque luego hablan más de la cuenta”, según argumentaron. Otros que tomaron la palabra dijeron que lo que estaba hecho ya no se podía remediar “y ahora no nos podemos echar en contra a los medios porque vamos a necesitar mucho de ellos, además también son clase trabajadora”; el hecho es que no permitían que se tomaran fotos, pidieron que no se firmara ni grabara nada de lo que se dijera en ese recinto. Los ex trabajadores estaban nerviosos, no sabían qué hacer.
PF y hamburguesas
Este medio de comunicación inició un recorrido por algunos parajes e instalaciones de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. En la Subestación de Zacamila, ubicada a unas cuadras del centro de la ciudad de Huauchinango, los policías federales estaban a la expectativa de lo que sucedía en sus alrededores, ya tenían el control.
Cuando se acercó este reportero trataron de impedir que se les tomaran fotografías, pedían explicación minuciosa del medio, de la publicación, acreditación y en todo caso solicitaban que en las placas no salieran sus rostros.
En una plática con los oficiales, manifestaron que ellos desconocían el tiempo que estarían resguardando las instalaciones y que la orden de dirigirse a los puntos estratégicos de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro se las habían dado pocos minutos antes de que salieran de su cuartel e ignoraban las razones exactas de las órdenes.
“Nosotros sólo cumplimos, tanto que muchos no hemos comido, “¿no sabe qué es lo que podemos comprar por acá cerca de la subestación?” preguntó uno de los oficiales. Pidieron unas hamburguesas con queso blanco en el centro de Huauchinango, por la vía de un taxista del sitió Juárez.
En la garita que se ubica en la entrada a la zona de oficinas y a la habitacional exclusiva denominada La Mesa, donde vive el personal de confianza de la LyFC, sólo había policía privada, ni ahí ni en el interior había policía federales, los elementos de la PF ya estaban en las instalaciones de generación y transmisión de todos los puntos de la región de la División Necaxa.
Representantes sindicales informaban con datos que se generaban de manera rápida: “Sabemos que ya se dejó de generar electricidad en la planta de Patla y El Salto, hay otros puntos en los que los trabajadores no se habían salido de sus puntos de trabajo, pero eso no indica que vayan a ser desalojados”.
Entre los integrantes del gremio tenían la esperanza de que las medidas del gobierno sólo fueran presión o intimidación: “No tenemos elementos ni informes del Comité Central para decir muchas cosas, no sabemos cómo está la realidad, tenemos que esperar instrucciones de lo que va a pasar con la empresa”.
La noticia
Un trabajador de nombre Rubén tomó el micrófono y dijo: “La única realidad que estamos viviendo es la toma de instalaciones, ya hay un decreto presidencial y no vamos a taparle el ojo al macho, la empresa está en liquidación y no hay vuelta de hoja. No los vengo a alarmar, les pido calma, pero yo estoy de coraje, estoy lleno de rabia porque no supimos defender lo que es nuestro”.
Después de la anterior manifestación, una vez más se pronunciaron porque no hubiera medios de comunicación en el recinto y pidieron que salieran “todos los infiltrados de los medios”.
Pasaron al siguiente punto. Dieron lectura al decreto presidencial de liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, que minutos antes había sido publicado para entrar en vigor desde el primer minuto del 11 de Octubre de 2009, todos lo escucharon con caras largas y aparente resignación disfrazada de angustia y coraje.
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