Defiende Calderón a la fuerza militar
Agradeció al Senado por la aprobación de su reforma de seguridad
El presidente lamentó que a pesar de los méritos ganados en su quehacer cotidiano, existan personas que “regatean los aportes, los logros y sacrificio de las fuerzas armadas”
Miguel Ángel Cordero
Felipe Calderón lanzó un discurso de guerra contra el narcotráfico durante su vista a Puebla para tomar protesta a los jóvenes del Servicio Militar Nacional. Arropado por el Ejército, el presidente defendió a los uniformados en el combate que han desarrollado contra el crimen organizado, criticó a los detractores de las fuerzas castrenses en esta lucha y equiparó la misma con la batalla del 5 de mayo.
Luego de los ataques sostenidos contra militares —principalmente por su intervención en Monterrey—, el mandatario insistió en mantener en las calles al Ejército como respaldo a las fuerzas policíacas y hasta consideró dotarles de un marco jurídico, pues en su discurso conminó a los diputados a aprobar su reforma en materia de seguridad que ya ratificó el Senado, a quien mostró su “aprecio”.
En su discurso, dijo que el narcotráfico resta libertades a los mexicanos. “Defendemos la libertad sin que ningún poder de facto anule esta garantía (…) La lucha que mantenemos en las instituciones es precisamente por la soberanía y fortalecer el Estado de Derecho”.
Por ello, el presidente lamentó que a pesar de los méritos ganados en su quehacer cotidiano, de su esfuerzo heroico e incluso del martirio de muchos de sus integrantes, existen personas que “regatean los aportes, los logros y sacrificio de las fuerzas armadas o que ponen en duda su enorme contribución a la fortaleza de la República”.
El mandatario manifestó que para el país, un desafío importante es enfrentarse a una fuerza que pretende imponer su voluntad, pues señaló que el crimen transnacional busca imponerse a través de la violencia y el terror y cerrar las oportunidades de progreso y socavar a quienes tratan de impulsar el progreso de las comunidades.
“La lucha que mantenemos los mexicanos no es sólo para combatir el narcotráfico, sino el crimen organizado que a través de la amenaza y la violencia pretenden someter a los mexicanos y eliminar el Estado de Derecho.”
El presidente dejó entrever, incluso, su pretensión de que el Ejército recorra las calles en el combate al crimen organizado: “mediante la fuerza legítima del estado, no hay otra ley, no hay otra fuerza (...) el estado tiene la obligación de preservar la ley, el orden y la legalidad”.
“El combate es por la libertad y la justicia de México y por eso hay que sostenerlo y seguir adelante hasta lograrlo”, expresó.
Para Calderón Hinojosa, en este combate las fuerzas armadas tienen un papel importante, pues los efectivos no sólo mantienen la soberanía nacional sino la seguridad en el interior del país.
Dijo que hay quienes regatean o ponen en duda la noble contribución de la milicia en la nación, pero consideró que “el arrojo y la disciplina” de los efectivos del Ejército son sus características que desmienten a quienes le critican.
“El gran servicio que las fuerzas militares presentan es un apoyo que en tiempo y fuerza es necesario (...) que puedan por sus propias fuerzas y decisiones dominar al crimen organizado.”
Ayer, al descender de la camioneta que le llevó al mausoleo de Ignacio Zaragoza, Calderón saludó a la bandera y luego a todos los integrantes del estrado, desde secretarios hasta legisladores de extracción priista. Uno por uno.
A lado del presidente se encontraba Francisco Ramírez Acuña. A diferencia de años pasados, no se sentó a lado del gobernador. Entre el presidente y el gobernador se encontraban sentados el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Guillermo Ortiz Mayagoitia, y el secretario de la Defensa, Guillermo Galván Galván.
En su discurso, el presidente dijo que sólo visitó Puebla para festinar a Zaragoza y destacó el combate de México contra “enemigos poderosos” para mantenerse como nación independiente.
Dijo que ahora en el presente “son muchos los retos y desafíos” que enfrenta el país.
“La adversidad es la que pone a prueba el temple de las personas y de las naciones”, dijo el mandatario en alusión a dichos retos.
El mandatario consideró que “no importa qué tan fuerte sea el enemigo”, el país podrá enfrentar cualquier reto, pues en cada mexicano tiene un soldado, “como dice el himno”.
Dijo que ahora también hay desafíos y problemas para el país, pero México es una nación soberana y democrática. No obstante, comentó que la pobreza y el crimen son parte de esos retos.
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