Final feliz entre el rey de chocolate y la princesa


El fin semana se casó Edgar Chumacero Hern ndez con Karina Romero Alcal


Yonadab Cabrera Cruz




La clase política morenovallista desairó la gran celebración de Blanca Alcalá, ya que a la boda de su hija Karina Romero Alcalá con Edgar Chumacero Hernández, solamente acudieron los expoderosos y, de la nueva elite política, ningún representante. En su intento de aprovechar la fiesta como una pasarela política la exalcaldesa no contó ni con la presencia de su amigo Emilio Gamboa Patrón.


La boda de Chumacero Hernández y la primogénita de Blanca Alcalá se llevó a cabo el sábado pasado; la misa fue a las 19:30 horas en la catedral de la capital poblana, posteriormente, la recepción se efectuó en la hacienda San Agustín, en la autopista Puebla-Atlixco.


Desde las 18 horas esperaban impacientemente los padres de Blanca Alcalá a su nieta, mientras que la organizadora de la boda afinaba los detalles, no quería que nada estuviera fuera de su lugar, quería que todo fuera perfecto, pues así lo había mandado la aspirante del PRI al Senado.


Checaba las burbujas, las mariposas, los arreglos de cristal, corría de un lado a otro de la iglesia para repartir los libros de los salmos y las oraciones que se harían, mientras los padres de Alcalá la miraban con mucha tranquilidad y es que pensaban en todas las bodas que han presenciado y de las que han sido casi protagonistas, por lo que todo lo tomaban con calma.


Los invitados empezaron a llegar; una de las primeras invitadas de la farándula política nacional fue la exjefa de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles Berlanga, quien lucía un vestido rojo y una chalina con estampado de leopardo. El exgobernador y gran amigo de Blanca Alcalá, Manuel Bartlett Díaz se sentó casi a lado de la perredista.


A la misa también llegaron los rectores de la BUAP y de la UDLA, Enrique Agüera Ibáñez y Luis Ernesto Derbez, respectivamente, así como el delegado del CEN del PRI, Ranulfo Márquez Martínez quien llegó con su esposa e hijos; el diputado federal Fernando Morales llegó solo, así como algunos de sus excolaboradores del Ayuntamiento como Octavio Castilla o el sex symbol de Alberto Vivas.


Todos los detalles quedaron listos antes de que arribara Karina Romero Alcalá a la catedral de Puebla, acompañada de sus papás y su hermano; pero esta vez Blanca Alcalá destacó por haber hecho una buena elección de vestido, cambió ese tono amarillo chillante al que tenía acostumbrados a los poblanos por un azul turquesa muy elegante.


Las personalidades antes mencionadas también llegaron a la recepción en la hacienda de San Agustín, además se les unieron Melquiades Morales, Jorge Estefan Chidiac, Juan Carlos Lastiri, Enrique Doger Guerrero, Héctor Sulaimán, Víctor Giorgana, Víctor Díaz Palacios, David Villanueva y los empresarios Armando Prida, Coral Cañedo así como Julián Ventosa padre e hijo.


Los invitados a la boda de Karina y Edgar degustaron unos ricos camarones como parte de la entrada, una crema de nuez y un filete de res al chipotle. Sin embargo, a la celebración eucarística y a la pasarela política no asistió ningún representante del gobernador Rafael Moreno Valle.




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