Ley de sociedades de convivencia, un distractor por cuenta marinista
Por tercera ocasión fue presentada la propuesta por el PRD como una simple cortina de humo
En seis años la propuesta de las Sociedades de Convivencia ha servido para distraer la atención en el Congreso local. En 2006, para ocultar el
revuelo de una línea de crédito por 3 mil millones de pesos; en 2008, para mitigar la polémica por un empréstito de 2 mil millones de pesos y, ayer, para maquillar el ataque de Alzheimer de los diputados por aprobar la cuenta pública de Mario Marín.
Selene Ríos Andraca
Por tercera vez fue presentada por el PRD una iniciativa de ley para sociedades de convivencia como un distractor en la Cámara de Diputados y, nuevamente, la propuesta fue enviada a “dormir el sueño de los justos” a la Comisión de Gobernación. Ayer, en medio de la aprobación por unanimidad de la última cuenta pública de Mario Marín Torres, el perredista Eric Cotoñeto presentó la polémica iniciativa que busca brindar certeza jurídica a parejas del mismo o de diferente sexo.
Las sociedades de convivencia fue una ley propuesta por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal durante el periodo de Andrés Manuel López Obrador, con el objetivo de otorgar seguridad y certeza jurídica a personas o parejas del mismo sexo que no han optado por el matrimonio o el concubinato.
En Puebla, el tema ha sido utilizado en tres ocasiones en los últimos seis años como una cortina de humo para matizar los efectos de decisiones trascendentes en la Cámara de Diputados. El tema de la certeza jurídica a las parejas del mismo sexo o a núcleos familiares no comunes es considerada por los diputados una salida fácil a situaciones escabrosas como líneas de crédito o cuentas públicas.
La primera vez que fue presentada la iniciativa para las sociedades de convivencia fue en diciembre del 2006, durante el sexenio de Mario Marín Torres. La propuesta fue expuesta por el entonces perredista Rodolfo Huerta Espinosa, quien intentó matizar el ambiente político con su polémica propuesta.
En la última sesión del tercer periodo del 2006, la LVI Legislatura discutía acerca de la aprobación de la segunda línea de crédito para el entonces gobernador Mario Marín por 3 mil millones de pesos, aun cuando el año anterior había hecho uso de un empréstito por mil 500 millones de pesos.
Previo a la discusión de la millonaria línea de crédito que sería ejercida en 2007 -año de elecciones intermedias locales-, el reconocido marinista Rodolfo Huerta tomó la tribuna para presentar la iniciativa, causando un debate visceral entre Acción Nacional y el tricolor.
En julio de 2008, la entonces perredista Irma Ramos Galindo retomó el tema y presentó la segunda iniciativa para legislar las sociedades de convivencia y, en aquella ocasión, el tema también fue enviado a comisiones sin que se discutiera la iniciativa y sin que la entonces diputada insistiera en el tema.
En aquella ocasión, la LVII Legislatura discutía la aprobación de una línea de crédito por 2 mil millones de pesos para uso exclusivo por los 217 ayuntamientos de la entidad, pero existía una fuerte oposición al endeudamiento dada la opacidad con la que se habían manejado los créditos anteriores.
Una vez más, los principales opositores al endeudamiento era la pírrica bancada del PAN, la cual en voz de Manuel Janeiro protestó el empréstito, pues tan sólo en ese año, el gobernador había solicitado una línea por 718 millones de pesos para el Sistema Operador del Servicio Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP).
La deuda pública en el 2008 oscilaba en los 5 mil millones de pesos, según el reporte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y aun así el mandatario solicitaba una nueva línea de crédito para los ayuntamientos.
Para matizar el tema, la entonces perredista Irma Ramos presentó la propuesta de las sociedades de convivencia, y no prosperó de manera alguna.
La tercera iniciativa
Luego de que los hoy diputados de Compromiso por Puebla gastaran sus gargantas en criticar el uso indiscriminado de recursos públicos de parte del otrora gobernador Mario Marín Torres, y luego de prometer que abrirían sus cuentas públicas para castigar el desvío de recursos a favor de la campaña de Javier López Zavala, la LVIII Legislatura aprobó por unanimidad el último periodo de gobierno de Mario Marín Torres que comprende el ejercicio fiscal del primero al 31 de enero de 2011.
Aunque durante la revisión fast track de los documentos, los diputados detectaron irregularidades en los últimos 31 días de gobierno de Mario Marín como el desfase de la deuda pública por 400 millones de pesos y el incremento de la partida mil referente a servicios personales (nómina), el dictamen de la Comisión Inspectora que encabeza Mario Riestra fue positivo y avalado por unanimidad.
Ayer, en medio de críticas en las redes sociales y en los medios de comunicación por el ataque de Alzheimer de los legisladores emanados de la coalición que llevó a Casa Puebla a Rafael Moreno Valle, el polémico tema de las sociedades de convivencia fue rescatado una vez más por un perredista.
La propuesta fue presentada por Eric Cotoñeto: “Esta ley tiene un carácter simbólico, histórico y cultural que la hace de suma trascendencia. No se trata de cuestiones morales sino de dotar a los convivientes independientemente de su género, preferencias o diversidad sexual, la seguridad de que una vida en común está protegida por la ley”.
Tras leer su iniciativa, el diputado de Convergencia José Juan Espinosa pidió el uso de la palabra y, en respuesta, el presidente de la Mesa Directiva, Rafael von Raesfeld reveló un acuerdo entre líderes parlamentarios para no opinar sobre iniciativa alguna.
“Le informo diputado que existe un acuerdo firmado por los dirigentes de todos los grupos parlamentarios de este Congreso para que durante la presentación de iniciativas sólo tenga el uso de la voz el diputado que promueve”, señaló el diputado panista.
Espinosa Torres enfatizó que él no formaba parte del acuerdo y subió a tribuna a respaldar el proyecto de ley.
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