Emilio Trinidad fija postura de Alcalá

El regidor Pedro Gutiérrez reveló que se han encontrado diversas irregularidades en la laguna de Chapulco que incluyen el sobre-costo de la misma

Staff / Diario CAMBIO

Confirmo otra vez que es más fácil criticar que actuar y resolver; asumir retos y responsabilidades del tamaño en que las planteamos, ofrecimos y comprometimos, es mucho más complicado.

El asunto viene a colación porque hoy observo que a falta de argumentación viene la descalificación; a escases de resultados vienen las culpas, y a carencia de visión de estado y horizontes claros para darle a la población soluciones a sus múltiples problemas, es mejor incrustarse en lo que fue y no en lo que se debe hacer.

A quienes en verdad saben ejercer la autoridad y conocen los alcances de la práctica de la política, les da nausea ver como se intenta hacer una persecución de una figura pública que tuvo muchos más éxitos que fracasos, que brilló con luz propia, y que llevó a la ciudad capital del estado a mejores condiciones de vida y desarrollo.

Para ellos y para muchos otros, que saben lo que es escalar en la burocracia y la administración pública, lo que se está haciendo en contra de Blanca Alcalá, no es más que el intento por derribar un proyecto, un prestigio y una trayectoria pública, en la que lo más importante, o lo único permisible, es la denigración de la política.

Y se entiende de un hombre, a todas luces censurable, como lo es Javier López Zavala, que de la corrupción, los excesos y el abuso de autoridad hizo todo un culto, y que en su torpeza y arrogancia, llevó a su partido al más vergonzoso de los fracasos, que quiera culpar y cobrar una “absurda venganza” en contra de la ex presidenta, que por cierto era mucho mejor candidata que él al gobierno del estado, pero lo que es más que lamentable, es que el actual alcalde, Eduardo Rivera, que llegó al cargo con altísimas expectativas, se preocupe y ocupe más de la administración anterior, de lo que fue, y no de lo que en tres breves años le tocará atender y resolver.

A él le corresponde administrar y gobernar la cuarta ciudad más importante del país, no le atañe enjuiciar y castigar, para ello hay instancias que sin duda harán bien su trabajo y sancionarán -en su caso-, abusos, desvíos y actividades ilícitas y al margen de la ley; lo que no deben olvidar quienes hoy ejercen la autoridad municipal, es que el que acusa, tiene la obligación de probar. Entonces, habrá que esperar a que se cumplan todos los plazos y se integren los expedientes respectivos, para iniciar los procedimientos jurídicos que correspondan.

Hoy la política exige y demanda sensatez y mesura, y el pueblo, los ciudadanos de a pié, que esperan mucho más que acusaciones mutuas de sus gobernantes y de los partidos políticos, que hace muchos años dejaron de buscar y representar sus verdaderos intereses, están más que hartos de tantos yerros, abandonos y omisiones.

La pelota está en la cancha de quienes tienen el privilegio de gobernar. Que lo hagan!!

Emilio Trinidad.

Todos los Columnistas