Bala perdida alcanzó a niño herido en Cinépolis


Las autoridades capitalinas resolvieron lo que no pudo en 10 días: que un disparo desde el exterior cegó la vida de Hendrik Cuacuas


El proyectil entró en una “pronunciada parábola” por el techo de fibra de vidrio y alcanzó al niño de 10 años que estaba en la fila G


Arturo Ángel/ 24 Horas


En menos de 24 horas, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) determinó que la bala que mató a Hendrik Cuacuas, el niño de diez años en la sala 2 del Cinépolis Ermita el pasado 2 de noviembre, no fue disparada desde el interior del cine, sino del exterior.


El peritaje en criminalística de la dependencia, dado a conocer ayer, estableció que una bala calibre 9 milímetros penetró en una “pronunciada parábola” el techo de fibra de vidrio del complejo cinematográfico, y de “casualidad” alcanzó la cabeza del menor, quien estaba sentado en el asiento 16 de la fila G.


“El perito en criminalística determinó que el disparo fue realizado desde el exterior de la plaza comercial, y con una trayectoria de suroriente a norponiente (…), por lo que se descarta que sea el disparo desde dentro de la sala de exhibición”, declaró el subprocurador capitalino, Edmundo Garrido Osorio.


Según la PGJDF, esto explica las razones por las que nadie en el complejo de Cinépolis, ni empleados, ni el gerente, ni espectadores se percataran de que se realizó un disparo, ni se detectara a alguna persona armada.


Apenas el lunes, los primeros resultados de la necropsia dados a conocer por el director del Instituto de Ciencias Forenses del DF apuntaban a que el disparo que había privado de la vida al menor no había sido disparado desde atrás sino de frente, y que el atacante podría haber estado a un metro de distancia.


Más tarde, en un comunicado, el instituto dijo que el disparo que se había efectuado penetró la cabeza del menor en la región parietal derecha.


Sin embargo, la hipótesis del homicidio cambió totalmente el martes, luego de que en menos de 24 horas los peritos de la PGJDF aseguraron la sala de cine, realizaron los peritajes y anunciaron las conclusiones.


Lo que la procuraduría capitalina no pudo explicar ayer es por qué realizó este trabajo diez días después de que el niño recibió el disparo y ocho días después de que fuera declarado muerto en el hospital Dalinde la mañana del 4 de noviembre.


El peritaje


El director en criminalística de la PGJDF, Anselmo Apodaca, explicó que la inspección ocular y los peritajes permitieron identificar en el techo de la sala número 2 el orificio a través del cual penetró la bala calibre 9 milímetros que alcanzó la cabeza del menor.


El especialista dijo que la ojiva hizo una pronunciada parábola hasta alcanzar y atravesar el techo de la sala, compuesto por una lámina delgada y fibra de vidrio de 12 centímetros de espesor; luego viajó dos metros para penetrar un falso plafón, y finalmente siguió en caída libre otros seis metros hasta alcanzar el asiento.


La necropsia practicada a Hendrik Cuacuas estableció que el disparo ingresó a su cabeza por la región parietal derecha, en una trayectoria de arriba hacia abajo, de derecha izquierda y ligeramente de adelante hacia atrás, lo que coincide con el ángulo del orificio en el techo.


En el techo, además, se ubicó un segundo cartucho calibre 9 milímetros, el cual no logró penetrar la sala. Apodaca dijo que posiblemente este disparo llevaba un ángulo menos pronunciado, lo que le quitó la fuerza para atravesar la fibra de vidrio.


Lo que la PGJDF aún no define es si el casquillo que alcanzó al niño y el otro que quedó en el techo, provinieron de la misma arma de fuego o de dos distintas.


La investigación


El subprocurador capitalino Edmundo Garrido Osorio dijo que ya se giraron oficios a la Policía de Investigación, para que se realice el trabajo de campo en las colonias aledañas al cine, que permitan ubicar a los probables responsables.


Autoridades de la PGJDF señalaron que en esta zona de la delegación Iztapalapa es común que se realicen distintas fiestas en la calle, sobre todo en fechas como el dos de noviembre. Se presume que en un evento de estas características pudieron realizarse los disparos al aire.


El funcionario dijo que se analizan también los videos de la zona, aunque advirtió que por ser “de noche” pudiera dificultarse la identificación.


Indicó finalmente que a través del fondo para atención a víctimas del delito se apoyará económicamente a la familia del menor.


Las ambulancias no llegaron: Cinépolis


A través de un comunicado, la cadena Cinépolis defendió ayer la atención que su personal brindó al menor Hendrik Cuacuas luego de que resultó herido por un disparo de arma de fuego la noche del 2 de noviembre, y confirmó que se solicitaron ambulancias, per que éstas no llegaron al sitio.


“Se realizaron dos llamadas de manera inmediata: la primera, a la Cruz Roja a las 20:38 horas; la segunda, al 066 a las 20:40 horas. Ambas, con la finalidad de solicitar un servicio de ambulancia. El menor contaba con una herida pequeña y con muy poca sangre”, indicó.


Agregó que luego de que las ambulancias no llegaron, se decidió por solicitud del padre del menor, trasladar al niño en el vehículo Mazda 3 del gerente al hospital más cercano, para lo cual se contó con apoyo de un elemento de seguridad del centro comercial.


Cinépolis agregó que ya no supieron el desenlace del incidente hasta que el lunes se publicó en medios informativos que el menor había fallecido. La cadena dijo que ya entregó los videos a las autoridades y reiteró su disposición a seguir cooperando.




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