El histrionismo de Espina no detuvo la #LeyAntiYunque
-Crónica-
Osvaldo Macuil Rojas
La convocatoria para una sesión extraordinaria del Congreso del estado tomó por sorpresa a casi todos los diputados, excepto a un puñado que convocó a reunirse a la Comisión de Gobernación sin su presidente Juan Carlos Espina. El objetivo fue aprobar una reforma electoral que, al tiempo de enviar el inicio del proceso electoral a febrero de 2013, le quitó el pretexto a Juan Carlos Mondragón para prorrogar su dirigencia un año más.
Al llamado en contra de la organización comparecieron 36 diputados poblanos, incluidos los del PRI y los de los partidos de izquierda, quienes sólo encontraron resistencia en los yunquistas Juan Carlos Espina von Roehrich y Ana María Jiménez.
La “Ley Antiyunque” provocó que los diputados poblanos fueran convocados de extrema urgencia a la sede del Poder Legislativo a una sorpresiva sesión de la Comisión Permanente, que normalmente toca temas de asuntos sin importancia.
Y de nueva cuenta parecía que la comisión que preside el aliancista Enrique Nácer concluiría la jornada sin pena ni gloria; pero nadie sospechaba que al llegar a los Asuntos Generales se desataría el ajetreo legislativo.
A las 8:30 horas, el legislador del PAN, Edgar Antonio Vázquez Hernández tomó el micrófono para presentar su iniciativa para reformar el Coipep, mientras en primera fila lo observaba su correligionario Juan Carlos Espina.
Vázquez Hernández comenzó a explicar, visiblemente nervioso y con un ataque inusitado de tos, su iniciativa. Espina observaba el desempeño de su compañero que en un principio le generó risas, pero a medida que escuchaba la lectura de la reforma su semblante pasó al asombro al enojo.
"El proceso electoral ordinario iniciará con la primera sesión del Consejo General, que deberá hacerlo en la primera semana de febrero y concluye con los cómputos distritales”, expuso el legislador panista como parte de su iniciativa que se turnó a la Comisión de Gobernación.
A partir de ese momento aparecieron los dotes histriónicos de Espina, que se paseaba por todo el Congreso esparciendo su molestia por la actitud que se asumió, pues la comisión que él preside sesionaba sin que el estuviera presente y mucho menos sin su convocatoria.
Ingresó por unos minutos a la sala para comprobar que trabajan sin él y decidió abandonar la mesa de trabajo para dar una rueda de prensa en la que ratificó su malestar.
Mientras la comisión “discutía” la posibilidad de aplazar el inicio del proceso electoral para la primera semana de febrero. La puerta de la Sala de Juntas en la que trabajan se abrió y se escuchó la votación: “a favor: José Juan Espinosa, Miriam Galindo, Gerardo Mejía y Juan Manuel Jiménez; en abstención, Zeferino Martínez”.
A las 10:30 horas, la Comisión Permanente regresó a la actividad, pues recibió el dictamen de Gobernación en el que se aprobó la iniciativa, con lo cual era “necesario”, llamar a una Sesión Extraordinaria en el Pleno con todos los diputados.
Espina lo volvió a intentar. Tomó la palabra e intentó persuadir a los miembros de la Permanente. Imploró, manoteó y hasta afirmó que se requeriría tener “sentido común” para entender que era necesario tener más tiempo para el análisis.
De nada sirvió, 10 minutos después, Enrique Nácer hizo oficial el llamado a toda la legislatura al Pleno para votar la “Ley Antiyunquista” a las 11 de la mañana.
Paulatinamente arribaron a la sede legislativa los diputados poblanos que sacrificaron parte del periodo de receso para volver a sentarse en sus curules. Estaban 36 diputados presentes en el Pleno para votar que el inicio de la elección se pospusiera hasta febrero.
Otra vez Espina. Una, dos y tres veces tomó la palabra para demandar “decoro parlamentario”, para pedir al menos dos días de análisis y dejar en claro que esa iniciativa era de Vázquez Hernández y no de la fracción parlamentaria de Acción Nacional.
Esta vez hubo réplicas a sus reclamos. Primero de José Juan Espinosa Torres, quien le lanzó el primer golpe: “no es dueño de las decisiones de la Comisión de Gobernación”. Y replicó: “esta iniciativa permitirá frenar actos anticipados de campaña, como usted -le dijo a Espina- que mostró interés por ser alcalde”.
Héctor Alonso Granados recriminó los reclamos del panista y lamentó que la sesión extraordinaria “haya interrumpido sus vacaciones”. El panista intentó hablar sin el micrófono, por lo que el panalista no lo permitió: “estoy en el uso de la palabra y no me va a interrumpir”.
Cuando parecía que Espina hizo eco en Zeferino Martínez, quien en tribuna dijo que no se necesitaban diputados que se vendieran “como marranos flacos”, ya que en la votación el petista votó a favor del aplazamiento y se quedaron solos los yunquistas, Juan Carlos Espina y Ana María Jiménez, pues justo a las 12:300 horas se hizo oficial la “Ley Antiyunque”.
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