Luego que el candidato del PRI a la alcaldía del municipio de Guadalupe y Calvo, Jaime Orozco Madrigal, fue secuestrado por un grupo armado, el presidente del Instituto Estatal Electoral (IEE), Fernando Herrera, llamó al resto de los candidatos a que pidan protección personal en caso que lo consideren necesario.
Entrevistado en su despacho, vigilado de cerca por un policía estatal especializado en protección personal, Herrera Martínez explicó que desde el mes de enero el Instituto les "sugirió" a todos los precandidatos, ahora candidatos, pedir seguridad personal si lo consideraban necesario.
"A todos les sugerimos que si por su actividad (...) por la propia tarea política en la que se estaban metiendo, recibían alguna amenaza o alguna señal de posibilidad de violencia, nos lo hicieran saber de inmediato, por escrito, para poderles dotar de la seguridad que se considerara prudente", declaró.
Sin embargo, a pesar de la violencia bajo la cual viven todos los municipios de la sierra Tarahumara, y gran parte de la zona rural, hasta el momento solamente cuatro candidatos solicitaron protección personal, del PAN y del PRI.
Así, se puede observar que los candidatos que tienen una fuerte custodia personal, son Miguel Riggs, abanderado del PAN para la alcaldía del municipio de Chihuahua, al cual lo siguen de cerca alrededor de una docena de agentes estatales.
De la misma manera, al candidato del PRI al mismo municipio, Javier Garfio, lo vigilan al menos cuatro guardias, mientras que otros tantos siguen al candidato del PRI al distrito 16, Eloy García Tarín, el cual al parecer recibió una amenaza de uno de los grupos armados del cártel de Juárez, y el candidato al municipio de Meoqui.
En cuanto al caso del candidato del PRI al municipio de Guadalupe y Calvo, Fernando Herrera, aseguró que hasta el momento no hay indicios que se trate de un hecho relacionado con su candidatura o el proceso electoral. Consideró sumamente preocupante el hecho, ya que se trata de la desaparición de un candidato.
Trascendió en el municipio de Guadalupe y Calvo, que los captores del candidato ya habían entablado comunicación con su familia, exigiéndoles una fuerte cantidad de dinero por su libertad.
A decir de los habitantes de esta población, ubicada a poco menos de 600 kilómetros al sur de la capital de Chihuahua, este tipo de hechos es común, y que se trata de grupos de narcotraficantes quienes secuestran a comerciantes, políticos o hasta enemigos, para pedir dinero y financiar así sus actividades de siembra y tráfico de droga.
Luego del secuestro del candidato priista, hasta el momento no se han recibido más solicitudes de protección personal por parte de ningún candidato, puntualizó Herrera Martínez.
