Un grupo de apenas cien personas que afirmaron ser ex trabajadores del gobierno del estado, en su mayoría de la Policía estatal, marchó hoy para criticar el despido de los elementos que no aprobaron las pruebas de control y confianza y calificaron de injusta la decisión, pese a que el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) exige la aprobación de las pruebas para conservar sus puestos.

Los inconformes, uniformados de playeras rojas con blanco, iniciaron la marcha al filo del mediodía en el Paseo Bravo para recorrer la avenida Reforma y hacer una parada en el Palacio municipal, donde permanecieron unos minutos para después seguir su camino hasta Casa Aguayo y buscar una solución, pues la mayoría afirma que no tienen otra fuente de ingresos y que no se les ha liquidad conforme a la ley.

Los inconformes, principalmente ex policías estatales, argumentaron que en lo que va de la administración ya van 6 mil trabajadores dados de baja por no aprobar las pruebas de control y confianza, esto en dependencias como la Secretaría de Seguridad Pública, Secretaría General de gobierno, Finanzas y Secretaría de Transportes.

Uno de los quejosos, quien prefirió no revelar su identidad, calificó como ilegales los despidos y acusó al gobierno estatal de no respetar sus bases como sindicalizados “nos quitan nuestras bases del sindicato cuando realmente la ley nos ampara, y dice la ley que deben ser inamovibles esas bases” expresó el inconforme.

Durante la marcha, se pudo apreciar múltiples cartelones con mensajes en contra de Rafael Moreno Valle e incluso en contra del ex secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado. La mayoría de las pancartas pedía la devolución de sus trabajos, mientras otros descalificaban al Ejecutivo estatal y a su administración.