La exprocuradora general de Justicia en el sexenio marinista y ahora juez Segundo de lo Familiar de Huejotzingo, Blanca Laura Villeda, se defendió de las acusaciones que junto con un video fueron enviadas a la redacción de CAMBIO, mismas que la señalan como responsable de coaccionar a un menor para que decidiera permanecer bajo la custodia de su madre, ello a pesar de que se presentaron pruebas de que la progenitora es adicta al alcohol, tiene tendencias suicidas y ha mantenido relaciones extramaritales con varias personas.

Sin dejar pasar la oportunidad de amenazar a este reportero con iniciar acciones legales por publicar las acusaciones realizadas por la defensa del padre, la funcionaria negó rotundamente que haya inducido a Cedric —el menor en disputa— a tomar una decisión. Aunque en el video se puede apreciar al niño de seis años de edad llorando, Villeda aclaró que los padres estuvieron presentes y adjudicó el llanto del niño al conflicto que tienen sus papás por problemas personales.

“Es mentira, ustedes primero pegan y luego investigan, deberían tener cuidado con lo que escriben, no me gustaría verme forzada a proceder legalmente, digo, no es amenaza”, señaló la jueza después de reconocer que no había leído la publicación de ayer y que se enteró de ésta por una tercera persona.

En torno a las versiones de que el menor fue interrogado por más de tres horas, afirmó que por ley esto no procedería. Sin embargo, la manifestación de Cedric por permanecer con su padre no fue asentada en el proceso 777/2012 pese que el artículo 635 en su fracción II del Código Civil, indica que en caso de que los padres no se pongan de acuerdo, la opinión del menor será tomada en cuenta. En los casos de menores de siete años, la custodia será para la madre salvo que exista un peligro para el desarrollo normal del hijo en disputa.

Villeda Martínez afirmó que la audiencia de desahogo de pruebas, celebrada ayer, se realizó conforme a la ley, aunque omitió el hecho de que se reunió en privado con la defensa de la madre durante dicha audiencia, además de que se le otorgó el permiso a la progenitora de retirarse antes de que terminara la declaración de los testigos.

Finalmente, la jueza aceptó dar una declaración al respecto, no sin antes solicitar a dos miembros del juzgado que estuvieran presentes grabando la entrevista con un teléfono celular, argumentando que estaba harta de intimidaciones y que no cedería ante la presión de la prensa para tomar una determinación en este caso.