El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, defendió al sacerdote de Tecamachalco, Armando Campero Bretón, que el pasado viernes invitó a los candidatos a la presidencia de dicho municipio a que en misa leyeran ante los fieles sus propuestas de campaña, asegurando que se trató de una ceremonia religiosa a la que los contendientes sólo hicieron acto de presencia invitados por la parroquia.

En su conferencia de prensa dominical, Sánchez Espinosa desestimó la acusación que un anónimo hizo a los medios de comunicación, en la cual demandaba la presunta convocatoria del sacerdote de Tecamachalco a los contendientes para que durante una celebración pasaran a leer los pasajes bíblicos, y posteriormente expusieran ante la feligresía por qué quieren ser alcaldes.

Ante ello, el religioso señaló que todo se trata de un acto de mala fe, hecho por una persona que “seguramente” tiene un conflicto personal con el párroco, e invitó a los reporteros a no hacer caso de denuncias anónimas.

Reiteró que él ha sido enfático al solicitar a los sacerdotes de la arquidiócesis que no intervengan en actos políticos y se limiten a hacer un llamado a los fieles para que acudan a votar este próximo 7 de julio. Sin embargo, el arzobispo reconoció que fue un acto imprudente por parte del sacerdote, convocar a los actores políticos en plena efervescencia electoral.

“El padre clausuró el año de la fe, y por tal motivo invitó a diferentes actores de la población a la misa, e incluyó a la clase política y aceptaron algunos candidatos y funcionarios que al terminar la misa saludaron a los fieles. El padre no organizó ningún debate”, dijo Sánchez Espinosa.