Por segundo año consecutivo el voluntariado del Sistema Estatal DIF organizó una comida de chiles en nogada, en la que se procuraron cerca de millón y medio de pesos para el programa Beca un niño indígena, el cual tiene el propósito de reducir la deserción escolar dotando de útiles, mochila, zapatos y uniforme con casaca a 4 mil 400 menores que viven en albergues indígenas de la entidad.

La presidenta del Sistema Estatal DIF, Martha Erika Alonso de Moreno Valle, resaltó la acción corresponsable de los patrocinadores, funcionarios públicos, empresarios y comensales, quienes de manera altruista se sumaron a esta causa, y muy en especial, a los voluntariados de los tres poderes del estado, por contribuir en el crecimiento y permanencia académica de los pequeños indígenas.

Alonso de Moreno Valle realizó una presentación del programa a los asistentes; quienes mostraron su sensibilidad a la iniciativa, contribuyendo con su donativo a la comida, además de realizar aportaciones en efectivo al término de la misma.

En su intervención, destacó que Beca un niño indígena en Puebla se ha planteado un nuevo objetivo a partir de este año, que es llevar el programa a los menores inscritos en secundaria.

Además, recalcó que a partir de la implementación de este proyecto se incrementó en 13.65 por ciento la inscripción de los menores en los albergues indígenas y rurales, el equivalente a 464 infantes que regresaron a la escuela.

Finalmente, habló de las modalidades de procuración de fondos, que en esta ocasión se implementa el boteo, principalmente en universidades privadas y algunos centros comerciales.

Por su parte, la coordinadora de los voluntariados, María Elena Merino, comentó del impacto que tienen las acciones que se desempeña en este rubro, tanto a nivel comunitario como personal.