La BUAP otorgó el Doctorado Honoris Causa al doctor en política alemán y experto en sistemas electorales, Dieter Nohlen, autor de más de 40 libros, considerado como el politólogo de mayor influencia en América Latina.

En sesión solemne del Honorable Consejo Universitario, el rector Alfonso Esparza Ortiz subrayó que dicha distinción “permite reivindicar a la Universidad como espacio del conocimiento, en el que confluyen el talento y las mejores expresiones del espíritu humano”.

En su mensaje, subrayó que para la institución “es una gran satisfacción” otorgar el Doctorado Honoris Causa a Dieter Nohlen, distinguido con el premio Max Planck de Investigación, de la Fundación Max Planck, y el premio Libro del Año, de la Fundación Friedrich Ebert, ya que ingresa al Claustro Universitario, “no sólo un prestigiado académico, sino también un aliado en las funciones sustantivas de nuestra máxima casa de estudios”.

Ante estudiantes, académicos y personajes cercanos al ex rector de la BUAP que regresaron a sus funciones universitarias tras la derrota del 7 de julio como Damián Hernández y Juan Manuel García, Esparza Ortiz expresó la satisfacción que representa para la institución y su comunidad distinguir a quien es considerado por su obra, además de politólogo, como constitucionalista, creador del “institucionalismo contextualizado”, un exitoso y útil análisis con enfoque histórico-empírico. Además, uno de los mayores y más reconocidos expertos en sistemas electorales y partidos políticos a nivel mundial.

Tras elogiar su trayectoria, subrayó que la entrega del Doctorado Honoris Causa a Dieter Nohlen es emblemática, ya que “es la primera ocasión en la que la universidad otorga esa distinción a un personaje del ámbito de la ciencia política, lo cual no es menor si consideramos el impacto que tiene esta disciplina en el devenir de las sociedades modernas”.

Para finalizar, destacó sus aportaciones a la ciencia política y sus aplicaciones en el ejercicio gubernamental y el desarrollo de procesos democráticos y electorales. Se trata, enfatizó, “de una de las mentes más brillantes de nuestro tiempo y uno de los teóricos más destacado del pensamiento democrático, cuya vasta labor de analista y asesor de procesos de democratización de varias naciones, se suma a la de académico y observador agudo entre las instituciones y los actores políticos. Le preocupan y ocupan los procesos electorales, pero también la justicia electoral”.