De hambre fue la huelga que los estudiantes rechazados por la BUAP protagonizaron el pasado fin de semana en el zócalo capitalino, pues no más de 15 se dieron cita durante el pasado sábado y domingo en el que los inconformes dejaron de consumir alimentos como medida de protesta por no haber obtenido un lugar dentro de la máxima casa de estudios.
Mercedes, madre de uno de los aspirantes que no obtuvo la puntuación necesaria para ingresar, explicó que el objetivo del plantón es dialogar con el rector Alfonso Esparza para abrir más espacios en la institución.
Pese a que fue poca la gente en el plantón, explicó que hacen cambios para dar descanso a los jóvenes, quienes reconocieron obtener un puntaje menor a los 600 puntos en el examen de admisión, incluso para carreras como medicina, cuyo puntaje mínimo fue de 805 puntos.