Una mujer asiática comenzó a molestar a otras pasajeras, la cobarde chica acorraló en su asiento a otras dos jóvenes; golpeando el mobiliario del vagón y haciendo alarde de su fuerza pretendía infundir miedo a sus víctimas.
Pero antes de que pudiera hacer más, una enorme mujer afroamericana salió al rescate de la situación; con su imponente altura, la heroína le advirtió que se metiera con alguien de su tamaño y que dejara de molestar a los demás.
Para que le quedara bien claro que no se debe molestar a la gente pacífica, la gigantona le dio una golpiza tremenda. Tras los intensos jalones de cabello, cachetadas y golpes a puño cerrado, la gandalla ya no parecía tan entrona y pedía ayuda: "¡Help me please!", rogaba, pero obvio nadie se atrevió a defenderla luego de su nefasta actitud.
Así que si les gusta andar "jodiendo" a las personas ¡cuidado! pueden recibir su merecido.