Los simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional y del PRD realizaron manifestaciones insuficientes en las inmediaciones del Congreso local para evitar que Puebla se convirtiera en el estado 16 en avalar la reforma energética y darle el carácter de constitucional.

Los inconformes se colocaron en las vallas metálicas que colocó la Policía estatal en las calles que conectan la entrada principal al estacionamiento del Congreso, para impedir el acceso de los diputados; sin embargo no lograron impedirlo y después de las 3 de la tarde arrancó la sesión en el pleno.

Entre los aproximadamente 200 simpatizantes de la izquierda en Puebla que salieron a manifestarse, se observó al diputado del PRD, Eric Cotoñeto Carmona, quien prefirió quedarse en la calle y no ingresó a debatir, así como la diputada federal del mismo partido, Roxana Luna Porquillo, y el regidor electo del PT, Zeferino Martínez.

La gente que participó en el movimiento no dejó de lanzar consignas en contra de los diputados locales, pues se sumarían a los senadores y legisladores federales que se han convertido en vendepatrias por aprobar la reforma energética de Enrique Peña Nieto, que contempla la apertura del sector petrolero a inversiones privadas y extranjeras.

Inclusive, cada vez que se acercaba algún diputado para entrar al edificio de la 5 Oriente 207, los inconformes intentaban evitarlo, aunque sin éxito pues al final los 33 legisladores lograron acceder al recinto del Congreso.

Tales fueron los casos de los priistas Lauro Sánchez —quien fue perseguido por el zócalo de la ciudad con interrogatorios relacionados a la reforma energética— y Edgar Salomón Escorza —quien después de intentar pasar desapercibido colocándose una gorra, terminó burlando el cerco de izquierdistas—.

Ante su frustración, los perredistas y la gente de Morena optaron por “cazar” a los legisladores poblanos, y lanzarles huevos para mostrarles el enfado que causó su definición.