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Para el minuto 60, el arquero argentino Sergio Romero salvó a su equipo del gol. Después de un primer tiempo digno del olvido, gracias en gran parte a que Irán se negó a atacar, en el segundo tiempo los persas le metieron presión a los sudamericanos; el juego mejoró considerablemente.
Irán salió al segundo tiempo a atacar, y eso le vino bien al partido, a los 55’ el delantero Ashkan Dejagah entró al área argentina, pero Pablo Zabaleta metió la pierna para quitarle el balón, el delantero persa calló en el área pero el árbitro serbio Milorad Mazic no sancionó penal.
La jugada del partido la hizo Irán, después de un centro que no pudo conectar el Kun Agüero, se armó un contragolpe iraní, que culminó con un gran remate de Masaoud Shojaei, que el arquero argentino detuvo con el pecho.
En partidos como el de hoy en el Mineirao, es en donde Messi se tiene que hacer presente, Los iraníes manejan un estilo defensivo increíble, hubo momentos del primer tiempo donde los 11 rojos estaban detrás de la pelota, los argentinos tuvieron las llegadas más peligrosas a balón parado.
Un ajedrez iraní le ha cerrado los espacios a Argentina, por más que intentan Messi, Di María y Gago no pueden penetrar la defensa persa en media hora de juego.
Con 15’ en el primer tiempo, Argentina domina pero no abruma, un par de llegadas por los costados que terminaron en tiros desviados es lo máximo que han logrado los sudamericanos.
Lionel Messi está llamado a ser la estrella de este Mundial, tiene todo, Alejandro Sabella le acomodó el equipo para que pudiera desplegar su mejor futbol.
Esta tarde contra Irán tiene la mesa puesta para ser el Messi que todos quieren ver con Argentina. La albiceleste viene de ganar a Bosnia en su presentación, donde sin embargo no convenció, no gustó.
Irán en cambio con un estilo ultradefensivo tiene como único objetivo no hacer el ridículo en este torneo, en su debut contra Nigeria se dedico a patear y a dejar que pasar el tiempo.
La cantidad de hinchas argentinos que hicieron el viaje –muchos en coche- hará que Messi y compañía se sientan en el Monumental de Buenos Aires.
