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La flor de cempasúchil vs el tulipán: México le puede ganar a Holanda




Escrito por  Gerardo Ruiz
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La Selecciónde México lo logró una vez más, seis consecutivas para ser exactos, y se colocó entre los 16 mejores del mundo. Siguiente paso: vencer la obsesión del quinto partido.

La Selecciónde México lo logró una vez más, seis consecutivas para ser exactos, y se colocó entre los 16 mejores del mundo. Siguiente paso: vencer la obsesión del quinto partido. El domingo “el eterno adolescente del futbol mundial” —como etiquetó hace medio siglo al Tri Rafael García, director de Deportes de la agencia AFP— busca convertirse en un adulto del balompié internacional de la mano de Miguel Herrera y vencer por fin a todos sus demonios.

 

 

El Mundial de Brasil entra a su fase elite. En la depuración de los plebeyos sólo Argelia logró su pase y en el camino se quedaron tres campeones del mundo: España, Inglaterra e Italia. Los octavos de final enfrentarán a ocho equipos americanos (cinco de la Conmebol y tres de la Concacaf), seis europeos y dos africanos. La defensa del continente americano ya tiene asegurado como mínimo a un semifinalista latino. El viejo adagio de “América para los americanos” está muy cerca de que sea una realidad.

 

 

El equipo que enfrentará México en Fortaleza tal vez sea la más mecánica de todas selecciones en la historia de Holanda. La escuadra de Louis van Gaal es una verdadera Clockwork Orange. La irreverencia e inexperiencia del “Piojo” Herrera pondrá a prueba la libretita y rigidez de Van Gaal, el encuentro del domingo luce atractivo por donde se vea. La selección del tulipán planteará un partido similar al que jugó contra Chile, cederá la posesión de la pelota para atacar en contragolpes. Dejar que vengan para ofender a base de velocidad. La trampa perfecta. Sin embargo, la arcaica línea de cinco defensas, como la bautizó el patético sueco Sven-Göran Eriksson, es el antídoto perfecto para los latigazos de Robben y Van Persie.

 

 

Si alguna selección se les complica a los equipos europeos, es la mexicana. El ritmo cansino de su juego y los pases horizontales en medio campo desespera a las escuadras del viejo continente que nunca se sienten cómodos en el rectángulo. La delantera de Holanda luce temible, la dupla Arjen-Robin impone miedo a cualquiera, pero la defensa de México y su arquero fueron atacados por verdaderos killers del área y lograron salir avantes. Si la escuadra azteca quiere trascender en un Mundial es ahora o nunca. Ya se le empató a una mejor Holanda en el 98. Australia puso a prueba al equipo de Van Gaal y su defensa pasó aceite todo el partido. La clave es atacar y cuidar que el equipo no quede mal parado en la defensa. México conoce bien el sistema, cada tres años en eliminatorias de la zona es la misma historia.

 

 

Miguel Herrera debe encontrar a su “Gallo” para el medio campo tras la suspensión de José Juan Vázquez, piedra angular del esquema del “Piojo”. Carlos Salcido se perfila para suplir al “Jefecito del Bajío”. El de Ocotlán, Jalisco, no tiene el recorrido ni las piernas para igualar el futbol del de contención de León, sin embargo cuenta con las credenciales suficientes de un tipo de experiencia que jugó, fue capitán y levantó copas en Europa (Holanda para ser exactos) para realizar un juego perfecto. Qué mejor manera de despedirse de la selección que ser uno de los jugadores que logró el anhelado pase a cuartos de final.

 

 

Como ya lo mencionó Octavio Paz y a cien años de su natalicio su frase queda a la medida: desde niños nos enseñan a sufrir con dignidad las derrotas. El equipo de Herrera no es una casualidad de seis meses. Sí, los “niños héroes del Tri” perdieron la brújula en el 2013, pero los 23 seleccionados han portado la Verde desde los 15 años, partidos internacionales en categorías inferiores. Trofeos y medallas acumulados están como prueba. La fase de eliminación directa no es nueva para los aztecas. Muchos de los holandeses ya fueron derrotados por los nuestros en el 2005 en la semifinal del mundial Sub 17 en Perú.

 

 

Cuando el futbol no alcanza, los huevos ganan partidos. Carles Puyol es el ejemplo perfecto. El equipo de Herrera venció a sus rivales con autoridad, se sobrepuso a errores arbitrales y dio cátedra de táctica y buen toque. Si “la resignación es una de nuestras virtudes populares” este equipo nos ha demostrado cómo con futbol se pueden cerrar bocas (la mía incluida) y lograr que su generación, “la generación de oro”, nos ilusione y haga que confiemos en ellos una vez más. Como en Lima, como en Bogotá, como en Toulon, como en Londres, y ahora, en Fortaleza.

 

 

No se puede olvidar la terrible eliminatoria que realizó el Tri y que gracias a un gol gringo estamos ahorita en los Sweet Sixteen de Brasil, pero desde la llegada de Herrera y Ricardo Peláez las cosas cambiaron. La dupla que hizo campeón al América logró que el equipo recuperara la confianza y con Rafa Márquez como el “Cuatro veces heroico capitán de México” se reinventó a la mejor camada de jugadores del futbol tricolor.

 

 

Los “drugos” mexicanos contra el Dr. Brodsky y su Clockwork Orange.Los Piojofestejos de Herrera contra los apuntes de Van Gaal. La bravía de la quinta de Márquez contra la audacia de Robin van Persie. La estética de Héctor Herrera contra las patadas de Nigel de Jong. La flor de cempasúchil contra el tulipán. El milagro azteca está a sólo una libretita y un Robben de distancia.

 

 

 

 

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