Si todo eso sabe el nuevo delegado regional de Puebla, Juárez Cisneros, de los priistas poblanos fue porque no se lo chismorrearon sino que se lo documentaron, con nombres y apellidos, y si lo sabe él con certeza lo sabe también Cesar Camacho Quirós, Ivonne Ortega, Miguel Ángel Osorio Chong y Enrique Peña Nieto. Y si de todo eso están enterados, todos ellos, ¿por qué no han tomado cartas en el asunto ni han aplicado correctivos? Porque no lo harán, así de sencillo.
Desde hace meses he leído a mis colegas reporteros anunciar que faltan días para que sancionen a menganito, que ya mero castigan a perenganito, que los expulsarán, que los sacarán del PRI, que los colgarán de abajo del ombligo, que los exhibirán, que para los leales todo y los desleales nada, en fin, no se les cree nada porque nada de eso ocurre y los sinvergüenzas siguen dentro del tricolor muy orondos y dignos.
Y, como ya es costumbre, si el tiempo suele poner las cosas en su sitio, muchos de los hoy señalados como traidores, precisamente a los que refiere Juárez Cisneros, serán candidatos a diputados federales en 2015, ¿por qué? Porque si el mismo Juárez Cisneros no los atacó de frente es porque al PRI nacional le falta valor para sancionarlos o para no dejarse ningunear ni chantajear por ellos y sus grupos políticos. Triste papel el suyo.
Retomemos juntos la recomendación que hizo el nuevo delegado regional priista no a la militancia sino a sus generales de partido y cuadros notables: “No sucumbir ante canonjías, privilegios, prebendas, cochupos y cañonazos”. Te lo digo Juan para que lo entiendas Pedro. Y Pedro lo entiende. El priismo poblano es corrupto, traidor, prostituto, padrote y desleal, si no lo fuera no hubiera dicho lo que dijo. Sus políticos están al servicio de quién manda en el estado.
¿Quién es el líder de la política poblana? Se entiende que el gobernador en turno. El señalamiento pues, aunque indirecto, se descifra que tiene como segundo destinatario a don Rafael Moreno Valle. Esto evidencia que el nuevo delegado regional priista posee un estilo peculiar de ataque, lo demostró con los priistas y el mandatario, ataca por los flancos o como el escorpión, por la retaguardia. Por supuesto que es distinto al boquiflojo de Enrique Moreno Peña. Por menos de eso, otro en lugar de Moreno Valle, ya le hubiera exigido a Juárez Cisneros que le demostrara eso de que le anda poniendo sobre la mesa canonjías y cañonazos a los priistas. Y los priistas que están libres de pecado también deberían exigirlo. ¡Faltaba más!
