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La actitud de Osorio Chong, adecuada para estos tiempos




Escrito por  Gabriel Sánchez Andraca
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NADIE SE IMAGINÓ QUE UN SECRETARIO DE GOBERNACIÓNfederal saldría de su burbuja para dialogar con miles de estudiantes politécnicos que estaban en las calles frente al palacio de Cobián, que es la sede de la Secretaría de Gobernación y buscar arreglo a los problemas que plantean.

Miguel Osorio Chong lo hizo y lo hizo muy bien, con eso logró que los estudiantes creyeran un poco, sólo un poco, en las autoridades.

 

 

En este México autoritario en el que quienes detentan el poder, desde los aztecas hasta nuestros días, están acostumbrados a imponer su voluntad contra viento y marea, una actitud como la asumida por Osorio Chong, responsable de la política interna de este país, está fuera de onda. No es lo acostumbrado, pero en estos agitados tiempos en los que hay tanta inquietud social, hacer lo que hizo el secretario de Gobernación era de sentido común, que es el menos común de los sentidos.

 

 

Si se hubiera actuado de acuerdo a la tradición mexicana, desde la época prehispánica hasta nuestros días, México estaría en peligro de una revuelta estudiantil que podría arrastrar a otros sectores y convertirse, como están las cosas, en una revolución. No revolución de caballitos y carabinas 30-30, sino en algo parecido, sólo que agravado, a lo que ocurrió hace poco en Chihuahua y ocurre actualmente en Tamaulipas, Morelos, Guerrero y desde luego Michoacán, que por el momento es el caso más grave.

 

 

Qué bueno que hayan en el gobierno federal personas que entiendan la realidad, que conozcan lo que está pasando y que adopten actitudes acordes a estos tiempos y dejen atrás el autoritarismo trasnochado que tantos problemas ha ocasionado, entre otros y el más cercano a nosotros, el de 1968 que culminó con la llamada “matanza de Tlatelolco” que hoy precisamente, cumple 46 años.

 

 

El viernes a las 15 horas es la nueva cita del secretario de Gobernación con los estudiantes. El ofrecimiento es dialogar y llegar a acuerdos. Por lo pronto lo ocurrido el martes ha sido un buen principio.

 

 

ESTE COLUMNISTA YA HABÍA SIDO TESTIGO de algo similar. Un diálogo inesperado entre estudiantes y un gobernador, que frustró una anunciada y esperada huelga.

 

 

Fue en mi estado natal, Guerrero, cuando estudiaba el último año de preparatoria en el Colegio del estado, hoy Universidad Autónoma de Guerrero.

 

 

Un equipo estudiantil de basquetbol fue de Chilpancingo a la vecina población de Zumpango del Río a jugar un partido. Como el colegio no tenía transporte, se utilizaron camionetas abiertas de particulares y de regreso, un compañero que cayó en plena carretera perdió la vida.

 

 

Hubo una asamblea estudiantil en la que se acordó exigir al gobierno un transporte digno para este tipo de traslados y para que el gobierno supiera que la cosa era seria, se acordó una huelga.

 

 

Todos debíamos presentarnos a las 5:30 de la madrugada (las clases se iniciaban a las 6) para que se formaran las comisiones y en esas andábamos, cuando llega una camioneta blanca en la que iban sólo dos personas, un militar con uniforme y un señor de guayabera blanca.

 

 

“Parece que es el gobernador”, dijo un compañero, y todos corrimos al lugar donde se paró el vehículo. Efectivamente el de guayabera era el general Raúl Caballero Aburto, gobernador de Guerrero y un asistente militar, que desde luego llevaba pistola.

 

 

“¿Dónde está la dirección?” Preguntó en tono seco y con el acento de allá, el general.

 

 

“Por acá señor”, le dijo uno de los líderes que se puso adelante para guiarlo.

 

 

Ya en la oficina del profesor Alfonso Ramírez Altamirano, director del colegio, preguntó a la secretaria en el mismo tono: “¿está el director?” Un sí señor, fue la respuesta. En el momento salía de su privado el profesor Altamirano.

 

 

Se saludaron secamente y volviéndose a los estudiantes, que llenábamos completamente la dirección, dijo: “formen una comisión para hablar conmigo” y la respuesta fue inmediata: “Todos somos de la comisión”. “¿Tantos? Bueno haber díganme qué quieren”.

 

 

Se le expuso el problema del transporte y volteándose hacia el director le dijo, como si de un empleado suyo se tratara: “hable a la Ford de Acapulco, para ver si tienen un autobús, que lo manden. ¿Qué más?”

 

 

Realmente no había más, pero a alguien de los de la directiva estudiantil se le ocurrió: “señor, la construcción de las nuevas instalaciones del colegio, están suspendidas…”, “sí, pero esa no es cosa mía, es de la Federación”. “Si pero usted puede intervenir…” “Está bien, voy a ver qué se puede hacer”.

 

 

Hubo un silencio incómodo que aprovechó el director para expresar que “el señor gobernador se ha preocupado siempre por los problemas del colegio” y pedía la comprensión del estudiantado, pues a veces el gobierno no tiene recursos para atender tantas necesidades del estado.

 

 

“Gracias”, dijo el gobernante y luego viendo a los estudiantes manifestó: “ya tienen resuelto todo” y se salió. Abordó su camioneta y se fue.

 

 

Desde luego que no hubo huelga, el gobernador la abortó con una actitud resuelta y un diálogo, seco, cortante, pero diálogo al fin, algo inédito.

 

 

Un año después, se creó la Universidad Autónoma de Guerrero, el gobernador quiso intervenir en su gobierno interno y ahí fue donde ya se topó con piedra y el 30 de diciembre de l960, su gobierno se derrumbó.

 

 

Pasando a otras cosas: el PRI está por dar a conocer la conformación de sus directivas estatal y municipal. Entre hoy y mañana se darán a conocer los nombres y cargos de los nuevos funcionarios partidistas… El retiro temporal de don Gustavo Madero, de la dirigencia nacional del PAN, es parte de una estrategia para no dejarse ganar posiciones electorales por el grupo contrario que encabezan Felipe Calderón y Ernesto Cordero. Quien queda al frente del partido blanquiazul es uno de los diputados jóvenes más capaces y carismáticos del panismo, Ricardo Anaya, que ya fue presidente del Congreso y lo hizo muy bien… El senador poblano Miguel Barbosa Huerta,que preside al Senado de la Reública, superó el boicot que pretendieron hacerle los senadores panistas al no asistir a la inauguración al Foro por la Unidad Nacional y la Federación. Aunque al final el Presidente Peña Nieto, no asistió, estuvo el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong y 25 gobernadores, dos de ellos del PAN, el de Puebla, Rafael Moreno Valle y el de Guanajuato, Miguel Márquez.

 

 

El poblano explicó que no podía faltar porque la idea de este foro surgió cuando presidía la Conago y él junto con el senador poblano Barbosa Huerta trabajaron en ello, pero no pudo realizarse entonces sino hasta ahora… Nuestro sincero pésame para el director del IMSS en Puebla, licenciado Fernando Reyes Coria, por el fallecimiento de su señora esposa. Nuestro pésame a sus familiares y amigos.

 

 

 

 

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