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Con los terroristas no se negocia, señor Presidente




Escrito por  Arturo Rueda
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Así que ayer fueron las secundarias de la energética, hoy el régimen de coaliciones de la Ley de Partidos, ¿y mañana? El objetivo de Madero, Moreno Valle y compañía es irse hasta septiembre, y si es posible a diciembre, para mezclar la aprobación de la energética con el nuevo Paquete Fiscal 2015. Hasta un ciego lo ve. EPN debe decidirse rápido: si continúa cediendo a los terroristas, entregándoles todo lo que piden, en una de esas también va a tener que entregar Los Pinos

El que chantajea una vez, chantajea dos. Y el que chantajea dos, lo hace tres, cuatro, hasta que la liga no se rompa. El PAN tiene agarrados de los tompiates a Enrique Peña Nieto y al PRI: sin su voto en el Senado y en San Lázaro, las leyes secundarias energéticas jamás serán aprobadas. El gobierno federal cede al chantaje, la extorsión, porque sin esa legislación, el negocio del siglo se va a derrumbar. Sin la inversión de las empresas extranjeras energéticas, no habrá crecimiento entre 2015 y 2017, y el PRI, probablemente, tendría un regreso efímero a la Presidencia porque perdería las elecciones en 2018. Así, en la espera de sus leyes secundarias, el Kraken Priista está amarrado: debe ceder a todos los caprichos, demandas, y no desatar su potencia contra la oposición. Ya no hay Pacto por México, pero Enrique Peña Nieto es prisionero de su ideal genial.

 

 

El PRI quiso romper el círculo vicioso al que el PAN lo sometió abriendo una línea de negociación con el PRD a través de la modificación al régimen de coaliciones señalado en la nueva Ley de Partidos: a cambio de modificar el artículo 87 para permitir la transferencia de votos entre partidos, el Sol Azteca se comprometía a votar a favor algunas de las leyes energéticas. El PAN entonces, perdía su poder de chantaje. O el de su primer chantaje, cuando condicionó su participación en la energética, a que los estados asimilaran la reforma electoral antes del 25 de junio.

 

 

Gustavo Madero, inmediatamente, ordenó a los coordinadores parlamentarios levantarse de la mesa, radicalizando su postura. Aun así, el gobierno federal siguió adelante con la línea de negociación perredista y convocó al periodo extraordinario para que, en el mismo día, se aprobara la modificación a la Ley de Partidos en San Lázaro y el Senado con los votos del tricolor y el PRD. Pero nuevamente triunfó el chantaje panista.

 

 

La modificación al artículo 87 de la Ley de Partidos fue aprobada en San Lázaro con el voto de PRI y PRD, pero en el Senado se detuvo. El periodo extraordinario fue cerrado sin que el asunto se planteara, dejando en evidencia a Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, pues cada uno ejecutó posturas diferentes. En algún punto la presión de Gustavo Madero y la elite panista fue lo suficientemente poderosa para cerrar la vía de negociación con el PRD.

 

 

¿Cuántos chantajes más va a aceptar Enrique Peña Nieto? ¿Hasta cuándo se va a romper la liga y cuáles serán las consecuencias?  

 

 

Suspender la reforma al régimen de coaliciones de la Ley de Partidos, obligar a los gobernadores a que sus congresos locales adecuen la reforma electoral, no le garantiza a Peña Nieto que el PAN vaya a ir en las secundarias de la energética. ¿Por qué? Porque el PAN tiene como objetivo retardar lo más posible que el Kraken Priista se desate y comience a operar para ganar el 2015 y después en 2018.

 

 

Así que ayer fueron las secundarias de la energética, hoy el régimen de coaliciones de la Ley de Partidos, ¿y mañana? El objetivo de Madero, Moreno Valle y compañía es irse hasta septiembre, y si es posible a diciembre, para mezclar la aprobación de la energética con el nuevo Paquete Fiscal 2015. Hasta un ciego lo ve.

 

 

Peña Nieto debe decidirse rápido: si continúa cediendo a los terroristas, entregándoles todo lo que piden, en una de esas también va a tener que entregar Los Pinos. Con los terroristas no se negocia, señor Presidente.

 

 

 

 

 

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