El domingo 16 de septiembre de 1810 esta ciudad fue testigo del grito de dolores encabezado por el padre de la patria Miguel Hidalgo. Por este evento cada año el mandatario en turno de la República Mexicana visitaba la ciudad. Siempre era recibido con grandes banquetes entre ellos unas nieves que pronto se convirtieron en exclusivas para los presidentes. Dicho postre fue inventado con hielo proveniente de la Sierra de Guanajuato por Victorio González en la década de los 50s.
DOLORES HIDALGO GUANAJUATO
Cuna de la Independencia Nacional donde se llevó a cabo la madrugada del domingo 16 de Septiembre de 1810 el Grito de Dolores encabezado por el cura Hidalgo. Este título por demás meritorio fue refrendado de manera categórica en 1948 durante el régimen del Lic. Miguel Alemán Valdés.
Este pueblo se hizo aún más famoso porque el padre de la patria enseño a los habitantes el trabajo de la cerámica la talavera tallado de madera y otros oficios que hoy podemos observar en los talleres donde se producen bellos objetos decorativos.
Este lugar fue cuna del insurgente Don Mariano Abasolo y del más fecundo compositor de música vernácula que haya dado México: José Alfredo Jiménez. La casa del músico funciona como museo y expone parte de la obra del artista así como un mural de Octavio Ocampo en el cual aparece el cantautor con sus amigos y familiares.
La Cuna de la Independencia también es famosa por las nieves presidenciales que van desde sabores tradicionales hasta exóticos. Este postre fue inventado en los años 50s por el Sr. Victorio González quien preparo nieves con hielo proveniente de la Sierra de Guanajuato y una mezcla de frutas: limón vainilla zapote negro y fresa. El sabor preferido de los mandatarios es el de mantecado pero también esta el de chicharrón aguacate tequila cerveza elote arroz con leche mole camarón y muchos otros.
En este pueblo hay mucho por conocer desde la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores donde Miguel Hidalgo hizo sonar la campana hasta el Hijo del Árbol de la Noche Triste retoño del macizo donde lloró Hernán Cortés.