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Jueves, 09 Julio 2015 00:55

La camaleónica Rosario Robles entra al juego poblano




Written by  Javier Arellano Ramírez

Hace mucho perdió las convicciones.


Tal vez nunca las tuvo.

 

Empero, nadie puede discutir que es una mujer enamorada del poder. Rosario Robles Berlanga es una auténtica adicta a la política. No le importa la madera de que esté hecha la tribuna, ni el color del atril, la señora es una devota apasionada del poder.

 

Tampoco importa si es, o no, a través de los canales institucionales. Para eso tiene la agencia “Sostén”, desde donde puede proyectar una agenda política o electoral, en cualquier punto del país. Por supuesto todo previo pago.

 

Aquella dama que cogobernaba la Ciudad de México, junto con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y que abrió las puertas de las arcas al argentino Carlos Ahumada, está convertida hoy en el rostro de una inexistente política social en el sexenio más neoliberal que haya visto este país.

 

En pleno desmantelamiento del Estado mexicano, cuando se entregan sin reservas los yacimientos, la petroquímica básica y secundaria, las minas de oro y plata, las redes de energía eléctrica y toda la política laboral de la nación a la cúpula del poder económico global, la política social sólo aparece como una burda caricatura.

 

Las funciones de la Secretaría de Desarrollo Social se convierten en el brazo populista que opera programas únicamente con el fin de barnizar un Estado privatizador y entreguista.

 

Los barnices se llaman “Prospera”, “Pensión para Adultos Mayores”, “Seguro de Vida para Jefas de Familia”, entre otras decenas de membretes que en nada pueden paliar la miseria y los rezagos de un país que tiene a millones en la pobreza extrema.

 

Al gobierno neoliberal, al neosalinismo galopante de Enrique Peña Nieto, no le interesa atenuar la pobreza, sólo buscan barnizarla y en todo caso utilizarla para sus fines electorales. Gracias a este uso en las urnas pudo conseguir una holgada mayoría en la próxima legislatura.

 

La operadora de esta mascarada electoral, disfrazada de apoyo social, tenía que ser alguien con el perfil de “activista”, “luchadora social”. Encontraron a la figura idónea en Rosario Robles Berlanga, quien de un gobierno de izquierda pasó al más neoliberal de los regímenes.

 

Su discurso crítico, la respuesta contestataria, la condena al presidencialismo priísta se esfumaron cuando desde los Pinos fue convidada a las mieles del poder.

 

Hoy Robles Berlanga visita Puebla, en actos desangelados, desorganizados, caóticos. Pero no importa, detrás de su presencia esta el implícito destape a su fórmula poblana.

 

Sí, la camaleónica Rosario está interesada en colocar a sus alfiles en el juego sucesorio por Casa Puebla. Y por supuesto quiere piezas afines, leales, entregadas a su persona.

 

Robles busca hacer el uno-dos en Puebla: colocar a Juan Manuel Vega Rayet en la minigubernatura para desde ahí catapultar a Juan Carlos Lastiri Quiroz para la grande.  

 

Ese es el juego detrás de las visitas de la Secretaria de Desarrollo Social que se harán frecuentes, constantes, insistentes en territorio poblano.

 

La amistad con Blanca Alcalá Ruíz (BAR) queda –por el momento- rebasada. Robles necesita de cuadros que sean de su entera lealtad. Y cree, piensa que los ha encontrado en Vega Rayet y Lastiri.

 

Estimado lector no pierda de vista la operatividad de Rosario Robles; ya entró al juego poblano.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.

 

 

 

 

   

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