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Martes, 18 Agosto 2015 01:34

Rodríguez Almeida será peor que Facundo




Written by  Javier Arellano Ramírez

La lectura debe hacerse de manera minuciosa, detallada.En días recientes, la violencia se agudizó en el estado de Veracruz. 


La ejecución de un capo del crimen organizado y su lugarteniente en una cantina de Orizaba prendió todos los focos de alerta.El tema no sólo exhibió a periodistas que están coludidos con un cártel y que fueron despedidos del rotativo “El Buen Tono”, sino todo el hecho demostró que la plaza de Veracruz está siendo peleada por una nueva organización delictiva.Es decir, otro cártel quiere entrar a Veracruz, por lo que representará una de las mayores confrontaciones de las que se tenga memoria.Pero si alguien piensa que la puja de organizaciones criminales sólo se circunscribe a Veracruz, sin salpicar a Puebla, está muy equivocado. Una guerra de grandes proporciones en la entidad jarocha inexorablemente va a salpicar al territorio poblano. Cualquier cártel que tenga la fuerza y los recursos para entrar a sangre y fuego a Veracruz pasará por Puebla como un cuchillo en mantequilla.

 

El gran problema para los poblanos lo representa un aparato policiaco débil, inoperante, obtuso.

 

El arribo de Jesús Rodríguez Almeida debe leerse con la mayor de las zozobras y el más oscuro pesimismo.

 

Las acres acusaciones contra el nuevo Secretario de Seguridad Pública no se dieron en los medios críticos poblanos, no, de ninguna manera; los ácidos señalamientos se dieron en la prensa del Distrito Federal que es donde lo conocen perfectamente.

 

Sólo de entrada, Rodríguez Almeida demuestra que no tiene empacho en rodearse de policías de la peor calaña; de arranque, el secretario sigue cobijando a José Tlachi Meneses, una de las herencias de Facundo.

 

Tlachi fue jefe policiaco en Tehuacán, durante el trienio de Eliseo Lezama Prieto. Ahí quedaron pruebas documentadas de que se rodeó de un equipo de uniformados coludidos con narcomenudistas, policías torturadores y asesinos.

 

El lunes 11 de septiembre de 2012, policías federales detuvieron a un vendedor de enervantes conocido como “El Tigre”, mismo que opera en la zona del mercado La Purísima de Tehuacán. El delincuente reveló que en su domicilio vivía su cuñado Óscar Pérez Rojas, Subdirector Operativo de la Policía Municipal. Era el brazo derecho de José Tlachi, quien sabía de los nexos del subordinado pero lo dejó correr.

 

Otro caso es el de Luis Eduardo Vega Cambero, un ex policía federal, quien en Tijuana, Baja California, fue acusado de extorsionar a un empresario con un monto de 25 mil dólares. Sí estimado lector, no eran 25 mil pesitos mexicanos. Este sujeto fue señalado por pedir 25 mil dólares, equivalentes a 400 mil pesos.

 

Ahora es Subsecretario de Coordinación y Operación Policial de Puebla.

 

Todo el equipo del nuevo titular de Seguridad Pública lo integran policías foráneos. Este es el mayor y más grave de los riesgos. Son mandos que no tienen identificación alguna con Puebla, no tienen lazos ni familiares ni sociales con la entidad, no les interesa la región; para ellos sólo es una chamba momentánea. Saben que estarán aquí unos meses y harán todo lo que puedan por ellos, no por Puebla.

 

Dos han sido los graves tropiezos que el gobierno de Puebla ha dado con la importación de cuadros foráneos. Uno fue en Comunicación Social, donde quiso imponer a figuras como Sergio Ramírez Robles con los resultados ya conocidos.

 

El segundo desastre está en la Secretaría de Seguridad Pública donde Facundo fue un experimento catastrófico, pero todo apunta que Rodríguez Almeida será aún peor.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.

 

 

 

 

 

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