El actual gobernador siempre construyó su ascenso local bajo la figura y tutela de Melquiades Morales Flores, hasta que rompió con el PRI y se fue a buscar nuevos aires azules.

Por supuesto, nunca fue un salto al aire. Era una maniobra dirigida, asesorada, auspiciada por la profesora Elba Esther Gordillo, quien ya había arreglado el nuevo cobijo con el apoyo de Felipe Calderón Hinojosa.

De esta manera, Rafael construye la plataforma estatal para buscar la gubernatura en el 2010, con base en esos dos apoyos: Gordillo y Calderón.

Pero en el 2016 el escenario es radicalmente distinto. Hoy ya no está Elba Esther Gordillo apoyando y moviendo los hilos desde los teléfonos de su residencia. Tampoco tiene a un presidente de la República detrás.

Hace dos meses apuntamos que en ese momento el mayor aliado de Moreno Valle era Ricardo Anaya Cortés, pero este puntal ya se perdió, ya le dio la espalda.

Desde hace semanas el mandatario poblano redujo drásticamente su actividad en la esfera nacional. Ya no se está publicitando con el tren, el empuje, el brío que llevaba en otros momentos.

Las encuestas que en este momento claramente lo desfavorecen han generado que se sustraiga de los medios del Distrito Federal.

Entonces, ¿qué está haciendo en estos días el gobernador Moreno Valle?

En este momento, en que los aliados, los benefactores han desaparecido, en que los socios lo han traicionado, Rafael se va a dedicar a defender (con todas las fuerzas de que disponga) su vida y su carrera política.

Moreno Valle va a librar la gran batalla de su vida: la de la sobrevivencia. Él sabe que todo su futuro, todas sus posibilidades por venir estriban en que pueda sostener este pequeño bastión que se llama Puebla.

Si el gobernador puede colocar a Tony Gali en Casa Puebla su futuro seguirá siendo promisorio. Demostrará que es un gobernador fuerte, que tiene el control, el liderazgo, la jefatura absoluta de la entidad. Pero sobre todo, derrotará aquella premisa de que “gobernador no pone gobernador”.

Sin embargo, si Tony Gali pierde frente a Blanca Alcalá, todas las posibilidades quedarán canceladas. El futuro de ambos, tanto de Rafael como de Tony estará liquidado. Dicen que en política se vale todo, menos perder.

¿Cuáles son las posibilidades de que esto suceda? A nuestra opinión esto es poco probable.

Y es que Rafael Moreno Valle, las más de las veces acremente cuestionado, vapuleado en diferentes ocasiones, descalificado por algunos, temido por otros, es un factor político en sí mismo.

Estamos hablandodel “factor Moreno Valle”; el político de las acciones indómitas, indomables; de las estrategias recalcitrantes; el representante de la obsesión más exacerbada por destruir al enemigo. Es el político poblano más combativo de las últimas décadas.

¿Y para enfrentarlo mandan a Blanca Alcalá?

Por favor Don Beltrones, seriedad.

Como siempre, quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.